Me sentía fresca y relajada, como si ya no tuviera que preocuparme de mi misma y alguien mas se hiciera cargo. Sentía mi cuerpo envuelto en una seguridad que hace mucho no tenia. Solté un suspiro y me estire todo lo que pude, lo que recuerdo de anoche es que estuvo bastante movida.
A duras penas me levanto de la cama y me dirijo al baño, pero cuando choco con la pared haciendo que caiga sobre el piso abro los ojos y veo en donde estoy.
"Este no es mi cuarto" de pronto siento un escalofrío recorrer mi cuerpo y mi piel se pone de gallina "¿Dónde diablos estoy?" trago saliva y trato de recordar que fue lo que paso ayer.
Recuerdo que estábamos bailando y Liz se fue a la mesa mientras que yo fui al baño, estando ahí me sentía muy mareada y salí y...
Me levanto del suelo y comienzo a observar la habitación, creo que puedo asegurar que no es un secuestro ya que parece que estoy en la casa de alguien, pero de ¿Quién?
Entro al baño y cierro con llave, me sorprendo al ver lo limpio y abastecido que esta, pareciera un cuarto de visita. Abro la llave del agua y cuando me voy a quitar la ropa me doy cuenta de que no es la que traía puesta, tengo mi ropa interior y una playera que dice ¡Vamos Patriotas!
Bajo el agua tibia, me reviso y agradezco no haber tenido sexo en estado inconsciente, así que me apuro a secarme y a salir rápido de ahí. Encuentro una secadora de cabello, pero si la uso se que sabrán que ya estoy despierta. Así que como puedo seco mi cabello y enrollo la toalla en mi cintura y salgo fuera.
No se oye ruido, con cuidado bajo unos pocos escalones que conectan con la enorme sala, la cual esta iluminada por el sol de la mañana, camino alrededor de esta y abro la puerta que conecta a la cocina la cual se puede ver bastante moderna.
Sigo con el recorrido hasta que llego a una habitación con equipos para hacer ejercicio y es cuando lo veo, esta de espaldas a mi pero aun así mi cuerpo comienza a calentarse con tan solo verlo así.
Estaba subiendo y bajando de una barra, trago saliva de ver como sus músculos se contraen y se marcan en esa piel perfecta, solo trae puestos un par de pantalones deportivos y va con unos tenis blancos.
"Se ve delicioso" mi mente lujuriosa se desvía del tema, pero es difícil concentrarme cuando este hombre esta haciendo ese tipo de ejercicios frente a mi.
Lo veo detenerse, toma una tolla de una silla a su lado y después de secarse la coloca sobre su cuello y lentamente se voltea.
"Puede un hombre verse así de caliente como el ¿Estoy soñando?"
Trae una botella de agua y bebe de ella, de pronto siento mi garganta seca, y siento una envidia horrible por ser esa botella.
-Al fin despertaste- asiento como una tonta -Pensé que después de la juerga de anoche no te levantarías en todo el día- vuelto a asentir.
El me mira, trata de analizarme lo veo ladear su cabeza y observarme completa con esos ojos gris.
-¿Te comió la lengua el gato?- pregunta con esa sonrisa de lado. Trago saliva y niego con la cabeza.
Lo veo acercarse paso a paso hasta encerrarme entre su perfecto cuerpo de adonis y la pared. Lo miro a los ojos y el centra toda su atención en mi.
-¿En donde estamos?- susurro un tanto intimidada mas por su acercamiento que por la situación.
-En mi casa- responde seguro.
-Oh demonios- susurro.
El mira mi rostro y estrecha sus ojos, tratando de analizar lo que acabo de decir.
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Esos labios que bese
Romance-¿Ni siquiera eso puedes hacer como mujer?- esas son las ultimas palabras que mi madre me dijo antes de que me fuera de casa, no podía seguir viviendo ahí y ver la mirada triste de mi padre, oír las palabras crueles de mi madre y soportar el apoyo d...