Capítulo 3

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-¿Te encuentras bien?- dijo el extraño sexy y mi voz decidió no aparecer, yo estaba embobada viendo su atractivo rostro, mis manos estaban apoyadas en su pecho y podía sentir su respiración y el latido de su corazón, levante la vista de su pecho y una encantadora sonrisa apareció en su rostro -¿Te encuentras bien?- repitió.

-¡Si!- dije con mi voz mas chillona que de costumbre, me aclare la garganta sutilmente y volví a hablar -Si, estoy bien- dije tratando de incorporarme.

-Debemos de dejar de toparnos así- y volvió a aparecer esa sonrisa "dios es tan guapo", me ayudo a sentarme y para mi vergüenza el cargo el mayor de mi peso. Una vez sentada lo vi arrodillarse ante mi y tocar mi pie -Voy a revisarte- trague saliva y negué con la cabeza, el solo sonrió.

-Estoy bien- dije lo que parecía un susurro -Iré al baño y me revisare el pie-

-Yo lo haré- y cuando volví a negar ya no tenia puesto mi zapato, ahora sentía una extraña energía que se concentraba en esa zona del tobillo, sus manos eran suaves y no paraba de masajear mi pie.

"Si continua haciendo eso, tendré un orgasmo" trague saliva y comencé a pensar en cosas desagradables para tratar olvidar las sensaciones que me hacia sentir.

-Al menos tu pie no esta torcido, solo tienes una leve hinchazón- dijo mientras masajeaba mi pie y me observaba con esos enormes ojos "Es tan guapo", después de lo que me pareció una eternidad volvió a colocarme el zapato y lentamente se levanto sin apartar su mirada de mi.

-Gracias y de nuevo lo siento-

-No es nada, me alegra haber estado aquí sino hubieras ido a parar al suelo y te habrías lastimado mas- asentí a su comentario, tome varios tragos de mi cerveza y el hizo lo mismo sin apartar nuestras miradas.

-¿Ya te vas?- pregunto después de unos minutos.

-Si, la verdad es que ya estoy cansada- le sonreí como en disculpa y el solo asintió. Lo vi beber de su botella y por primera vez en mi vida tuve celos, celos de una estúpida botella de cerveza la cual tocaba su suculentos labios.

Aparte la mirada y tome lo ultimo que quedaba de mi bebida...

-Eres muy hermosa- soltó de repente y mis mejillas se tornaron rojas por su comentario -De verdad, eres muy hermosa- e hizo esa sonrisa que era mi favorita.

Trague saliva y por lo que me pareció una eternidad mi cerebro no se conecto con mi boca para poder replicarle, pero no podía verme muy obvia en cuanto a decirle un cumplido parecido. Así que cuando estaba a punto de decir alguna tontería el camarero apareció.

-Creí que ya te habías ido- dijo a mi extraño acompañante.

-Estoy a punto de irme- en cuanto dijo estas palabras el mesero dirijo su mirada hacia mi y me recorrió de cabello a pies, sentí que mis mejillas ardían de bochorno, sobre todo por la mirada tan intensa que me lanzaba el chico guapo.

-Ya veo, pero apuesto 100 dolares a que no cruzas la puerta con ella- y se giro hacia mi extendiendo su brazo para que lo estrechara.

Lo observe detenidamente "de verdad me esta lanzando ese reto" mire su mano y no respondí ni me moví.

-¡Maldito seas!- dijo el extraño - Con ese comentario dudo mucho que ahora quiera salir conmigo, ¿No tienes otras mesas que limpiar?-

-En este momento no- dijo el mesero con una enorme sonrisa en sus labios, pero cuando estaba a punto de decir mas, alguien le llamo y se alejo.

-Lo siento, espero que no lo tomes a mal, pero es un amigo bastante metiche- sonreí ante su ultimo comentario -Y espero que su mala influencia no te incite a rechazarme esta noche- trague saliva.

Esos labios que beseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora