Capitulo seis

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Al día siguiente, decidí hacer algo por mi vida y me levanté. Cuando bajé a la cocina la abuela estaba preparando el desayuno.

Dejó lo que estaba haciendo y vino a abrazarme.

- Me alegro de que hayas decidido levantarte, te haré el desayuno, siéntate. -me senté y la dejé hacerme el desayuno, ni siquiera tenía fuerzas para moverme. -He comprado el vestido por ti, Helena me dijo que te lo probaste y te gustó, pero que ibas a esperar a ver otro más barato.

- No tenías por qué haberlo hecho, me hubiera puesto otro que tengo guardado y--

- Ya está comprado, y lo hice con gusto. Tómate una pastilla, harás que se quite el dolor de cabeza.

Después de desayunar me duché y me sequé el pelo. La abuela me hizo un recogido y cuando estuvo terminado me miré. No lucía bien con mi pálida cara y mis ojeras.

La boda era a las seis, así que tenía tiempo. Saqué el vestido y lo dejé en la cama, era precioso. Después puse los zapatos al lado. Saqué los complementos que llevaría y lo dejé todo listo. Cuando llegó una hora prudente me maquillé, tapando mis ojeras y mis imperfecciones con corrector. Después de la base de maquille me puse la sombra y delineé mis ojos. Me pinté los labios y me eché colorete. Por último, el rímel. Volví a mirarme al espejo, no parecía yo.

Fui a la habitación y después de ponerme el vestido y los complementos me puse mis zapatos. Me miré en el espejo de cuerpo entero y suspiré. Cogí mi bolso donde había guardado el móvil, la cartera y las llaves.

Bajé con cuidado de no caerme. La abuela estaba en el salón tomándose un té y viendo la televisión. Ella me miró y sonrió. Se levantó para mirarme de cerca.

- Estas preciosa - sonrió - Pero te falta algo - ella tiró de la comisura de mis labios formando una sonrisa. Sonreí de lado.

- Enséñale a ese chico lo que se está perdiendo.

Me monté en el coche y conduje al jardín donde se celebraría la boda. Aparqué bastante lejos, así que no me quedó más remedio que andar. ¿Estaba preparada para ver a Justin? No, no lo estaba. 

Varias personas estaban entrando cuando llegué, entré tras ellas. Miré a mí alrededor. Las sillas estaban puestas y cubiertas de una funda beige con un lazo burdeo. - ¡Nikki! -Vi a Lucy levantar su mano y saludar hacia mí. Me acerqué hacia ella y la abracé.

- ¿Cómo estás? - me senté al lado de ella.

- Bien, ¿Y tú?

- Bien - sonreí.

- ¿Y Justin? ¿Está aparcando?  - mi sonrisa se borró.

- No, nosotros lo dejamos hace unos meses. - Ella me miró extrañada.

- ¿En serio? - asentí - Lo siento. Nada de tios entonces, esto está bien. ¿Para que sirven? - cogió mi mano.

Lucy había tenido una mala experiencia en el amor, desde ese entonces, ella había pasado de los tíos y se había dedicado a ella. Si se quería acostar con uno, lo hacía.

- Ese te está mirando. - me susurró Lucy.

- ¿Quien?

- El tío mas caliente que he visto en mi vida - con su cabeza señaló al chico que estaba al lado de Ansel. Su pelo era rubio oscuro. Su barba sin afeitar lo hacia verse interesante y el traje de chaqueta le quedaba perfecto - Me he enamorado - susurró mi amiga. Ansel me miró y me sonrió, le sonreí de vuelta. Miré hacia la derecha y vi a Justin dirigirse sonriente hacia esos dos chicos y saludarlos.

Sentí una punzada en mi corazón y busqué con la mirada a Tayler, pero no estaba. Venía solo. Me tranquilicé un poco. Dejé de mirar a Justin cuando él se giró y miré a Lucy.

One last timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora