One last time

Capitulo catorce

Capitulo 14

Odiaba la navidad. Todo el mundo sonreía, compraba regalos. Hacía muñecos de nieve y  cantaba. Las calles estaban alumbradas haciendo un mejor ambiente.

Desde que mi padre nos abandonó en estas fechas, había odiado la navidad.

Sin embargo, Justin amaba cada cosa de la navidad. Y él en estos dos años atrás la había hecho verdaderamente interesante, haciendo que olvidara todo. Pero ahora él no estaba para hacerme olvidar.

Había dejado a James ese día diciéndole que volviera con Rebecca, que yo estaba bien. Lo estaba. ¿No? ¿Que importaba lo que sintiera yo en alguno de los casos?  Nada.

Vi a una pareja besarse debajo del alumbrado y murmuré algo incoherente dirigiéndome hacia mi coche. Me monté en él y suspiré. Cerré mis ojos un momento y después puse rumbo a casa. Mañana sería navidad y yo llevaba todas las bolsas de lo que la abuela necesitaba para hacer de comer. Mamá y su marido vendrían a celebrar la navidad con nosotros.

Esos días me había parado a tomar un café y Justin se me había sentado en frente. Me había mirado y después había dicho "Feliz Navidad, Nicole." Había cogido mi mano por encima de la mesa, la había apretado. Y antes de irse había besado mi frente.

Entré en casa cargada de bolsas y las dejé en la cocina. Recogí mi pelo en una cola. Puse la calefacción en toda la casa y guardé lo que había comprado en su sitio correspondiente.

Mi cabeza empezó a dar vueltas por todo lo que había pasado, llevándome a el día que lo dejé con James.

Me había acercado a él y este me había abrazado. - Se que has enviado a Ansel para que me pregunte sobre Rebecca. - me separé de él y lo miré.

- Si aun la quieres deberías de volver con ella, nunca es tarde.

- ¿Y si me equivoco? ¿Y si ella vuelve a dejarme?

-Nunca lo sabrás si no lo intentas, James.

Negué con mi cabeza intentando despejar esos recuerdos. Puse el aceite a calentar y bebí un poco de agua. No iba a llorar, y menos por esa persona a la que yo consideraba mi héroe.

Recordaba perfectamente llegar a casa, ilusionada porque había estado con mamá haciendo las compras de Navidad. Cuando llegamos todo estaba apagado, mamá dejó las bolsas en el suelo y corrió escaleras arriba. La miraba extrañada por esa actitud. Viendo que no bajaba, decidí subir. El armario de papá estaba abierto, sus cosas no estaban en él. En el suelo, estaba mamá llorando. Me había acercado a ella y la había abrazado.

Eché el pescado en el poco aceite. Había superado lo de mi padre. Incluso el rencor que sentí en ese momento ya se había ido.

Solo quedaba tristeza. Nunca supe por qué se fue. Solo le pregunté a mamá una vez por él, me miró con dolor y no me respondió. Así que no volví a sacar el tema.

Cuando me quise dar cuenta, la cocina estaba llena de humo y no podía respirar. Intentaba despegar el pescado de la sartén. Conseguí despegarlo y fui a echar la sartén en el fregadero, pero al abrir el grifo me quedé con él en la mano y el agua salió disparada a mi cara. Solté la sartén y grité.

Intenté parar el agua con mis manos pero era inútil. Alguien se puso a mi lado. Miré como pude hacia mi derecha y vi a Justin. Este me echó a un lado y paró el agua.

Respiré agitada y él me miró. Estaba un poco mojado. - ¿Que estás haciendo?

- Yo, estaba cocinando, no sé cómo se me quemó y todo estaba echando humo. Después fui a meter la sartén en el fregadero y al abrir el grifo me quedé con eso en la mano y... - tragué saliva sonoramente. - Soy un desastre - susurré. Me miré, estaba mojada entera. Después miré el desastre de la cocina.