One last time

Capitulo diecisiete.

Quedaban dos días para año nuevo. Justin había quedado conmigo varias veces más, pero no mucho tiempo debido a sus turnos.

Aún no nos habíamos besado y eso estaba bien. Es como si hubiéramos vuelto a empezar.

Había quedado con Lucy y Helena en la casa de esta última. Estábamos en la cocina tomando café mientras le contaba todo lo que había pasado.

- Justin es un capullo - dijo Helena. Lucy bebió de su café.

Cogí aire hinchando mis mejillas. Después dejé salir el aire. - Él me lo explicó todo y...

- Te hizo sufrir. - continuó Helena.                           

- Lo sé. Pero...

- Ella también lo hizo sufrir. No sabes la historia de Justin, no puedes juzgarlo. Partamos de la base en la que Nikki descuidó su relación. Es normal que el chico se cansara. Y más cuando lo dejó plantado cuando le iba a pedir ser su prometida.

Helena suspiró y yo hice una mueca sintiéndome incómoda.

Se escuchó la puerta abrirse y las tres miramos hacia la puerta de la cocina.

- Vaya... ¿Reunión de chicas? - Ansel apareció, y Justin iba detrás de él. Su mirada se posó en mí.

Justin saludó a las chicas con un "Hola" y vino hacia mi. Se agachó y besó mi mejilla.

- Hola - susurró. Le sonreí tímida. Justin cogió la silla donde estaba sentada Helena, que se había levantado y se sentó cerca de mí.

- Tengo que confesarte algo - hablé lo suficientemente alto para que él se enterara. Justin puso sus codos en sus rodillas para acercarse más a mí. - No sé cómo conquistar a un chico. - Justin rió dejando caer su cabeza hacia delante. - No te rías. ¿Te regalo bombones? ¿Rosas? Eso es de chicos.

- Nicole, no hace falta que me sigas conquistando. Aprecio tus esfuerzos al ir a casa con la cena y esas conversaciones por teléfono hasta tarde y de invitarme a ir de compras contigo- cogió mi mano. - Estoy feliz por todo eso. Esto solo me hace acordarme de cuando nos estábamos conociendo. - sonreí al recordar los buenos momentos que habíamos pasado juntos.

- ¿Pasamos el año nuevo juntos?

- ¿En serio me lo estás preguntando? - besó mis nudillos.

La noche del treinta y uno, yo estaba saltando de un lado a otro de la emoción. Habíamos quedado después de cenar y yo estaba saltando de un lado a otro nerviosa. Había cenado rápido y mamá y la abuela estaban conmigo en la habitación viendo como me arreglaba.

- ¿Estoy bien? - dije probándome el tercer vestido.

- Me gusta ese - dijo mamá.

- La niña parece una monja con ese vestido largo. - dijo la abuela. - Debería de ponerse algo más provocativo.

- ¿No es provocativo este escote? - dije señalando mi escote de pico. - Además, el vestido tiene una abertura - dije sacando mi pierna. Mamá y yo reímos ya que la abuela aceptó al ver la gran abertura de la parte de abajo.

Mamá me hizo un recogido con varios mechones sueltos y me maquillé.

Bajamos a la sala para celebrar el año juntos. 

Nos abrazamos y besamos nuestras mejillas. Tomamos un poco de champán y la abuela puso algo de música. Ella se puso a bailar. Me cogió y empezó a bailar conmigo. Reímos y mamá le quitó a la abuela el champán.

Justin me dio un toque cuando estuvo fuera y me puse mi abrigo. Mamá me deseó suerte y la abuela me dijo que no volviera tarde. Negué con la cabeza mientras sonreía y cogí mi cartera. Salí de casa y Justin estaba esperándome. Su abrigo cubría su traje de chaqueta.