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En la clase de Historia, Jungkook no podía concentrarse. Al igual que en ninguna otra clase. Le costaba tanto mantener la mirada fija en alguna cosa, su cerebro enganchado en alguna explicación, que comenzó a preocuparse de si sacaría adelante el trimestre. Jugaba con su bolígrafo, pensando todavía por qué su novio y sus amigos habían tratado de tal forma a aquellos dos chicos. Le gustaría hablar con Jimin, pero sabía que, estando en la escuela y con sus amigos, sería prácticamente imposible. Suspiró deseando que la hora acabara pronto.

Cuando su deseo se cumplió, pudo escuchar el maravilloso sonido del timbre que indicaba que debía dirigirse a Educación Física. Odiaba con todas sus fuerzas aquella clase, mucho más que historia. Pues muchas veces sus compañeros le tiraban balones porque sí, o simplemente le empujaban al suelo. Resopló y se levantó recogiendo sus cosas. En eso, escuchó al profesor llamarle. Jungkook se temió lo peor y se acercó asustado hasta la mesa del maestro.

-¿Si...?- Preguntó atemorizado.

El profesor le miró y resopló quitándose los lentes de los ojos, poniéndose serio.

-Me estás preocupando últimamente, Jungkook. No tienes buen aspecto y no prestas atención en clase- Le informó el profesor al alumno.

Jungkook trató de excusarse diciendo que no estaba durmiendo bien debido a que sufría de insomnio leve.

El profesor pareció darse por satisfecho y le dejó marchar a su siguiente clase. Jungkook habría rezado para que le castigara sin ir. Pero no, no pasó.

Dejó sus cosas en la taquilla y agarró su bolsa con el chándal de E.F.

Tan pronto como llegó al vestuario, vio que solo quedaban tres personas dentro, gracias a que había llegado un poco atrasado debido a su profesor de Historia. Se dirigió a una esquina y dejó sus cosas en el banco. Se cambió rápidamente, dejando su ropa esparcida por toda la bolsa. ¿Para qué recogerla? Luego debería volver a ponérsela. Salió de allí intentando transmitir seguridad a sus compañeros, diciéndoles que esa vez no caería.

Todos se acercaron para rodear al profesor, que había comenzado a dar las explicaciones de lo que harían ese día. Dijo que debían ponerse en parejas ya que practicarían deportes con raquetas, tan solo pases de pelota. Jungkook no tenía amigos en aquella clase. Suspiró y esperó a que alguien se acercara a preguntarle si quería ser su pareja para el juego. Debido a que eran pares, alguien tuvo que ser obligado a ir con Jungkook. Y para la desgracia del menor, era un chico bastante corpulento que podría hacerle añicos con dos dedos meñiques. Resopló por décima vez en el día y se dirigió al campo junto con su compañero para practicar pases con la raqueta.

Su compañero le tiraba la pelota quizás más fuerte de lo que le gustaría, por lo que le costaba alcanzarla.

-¡Jungkook, tío! ¡Pilla alguna!- Se quejaba su contrincante.

El menor tuvo que intentar darle con todas sus fuerzas, acabando así más cansado de lo normal. Cuando acabó la clase, Jungkook tenía los brazos machacados y su cabeza palpitaba del cansancio. Su compañero de pista agarró al menor y lo atrajo a un abrazo para nada amistoso, sino como prueba de superación. Le revolvió el cabello, acción que hizo que la cabeza de Jungkook palpitara todavía más. El chico se alejó y decidió ir a cambiarse rápidamente al vestuario. Cuando entró había allí ya varias personas dándose una ducha o hablando animadamente.

Él nunca se daba una ducha allí. No sabía si era porque le repugnaba o porque tenía miedo de sus compañeros de clase. Aún así, siempre llevaba una toalla por si acaso, por si sudaba mucho o algo por el estilo. Y en ese momento la necesitaba. La buscó por su mochila y no la encontró. Miró debajo del banco y alrededor, hasta que escuchó a alguien decir:

Cielo estrellado ~ VKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora