Cielo estrellado ~ VKook

16.

Todo el día transcurrió normal para la sorpresa de Jungkook. ¿En serio su novio no le iba a decir nada hasta el lunes? ¿Y por qué el lunes? Sería un día antes de que comenzaran los exámenes.

Se encontraban en ese momento tomando algo para merendar, un bocadillo pequeño los dos, en el salón. El padre del menor les dejó tomar un descanso ya que se habían pasado todo el día estudiando. Bueno, Jungkook... Solamente leyó lo que ponía en los libros, intentando recordar cuándo habían dado todo aquello.

-Cuando acabe de comer me voy a mi casa- Dijo Jimin mirando la televisión que habían encendido hacía un rato, viendo desde la mitad, una película.

Jungkook asintió, sintiendo una gran felicidad y liberación, que casi le hacía sonreír. Acabó lentamente su pequeño bocadillo y elevó la cabeza hasta mirar el techo. De pronto, las palabras de Yoongi se le vinieron a la cabeza como balas, rápidas y dañinas. Tendría que dejar a Jimin antes del viernes...

Jimin acabó poco tiempo después de comer, por lo que se levantó de su asiento y se dirigió a la habitación del menor sin decirle nada, para luego bajar con la mochila grande en la que había traído su ropa, e ir a despedirse del hombre mayor de aquella casa. Después, llegó de nuevo al salón y le hizo un recordatorio a Jungkook:

-El lunes hablamos- Dijo secamente antes de irse de aquella casa.

A Jungkook ya no le importó lo que pudiera pasar al comienzo de la semana, solamente le importó que podría pasar el resto del fin de semana, solo.

O eso creía.

(...)

Taehyung se quedó pensando todo el día en cómo estaría Jungkook, no sabía si mandarle un mensaje preguntándole si sus padres le habían regañado mucho, y si estaba todo bien con su novio.

Se distrajo un poco, hasta que decidió que ya era hora de ponerse a estudiar. Aunque en verdad él solamente leería las páginas, no tenía ningún problema en ninguna asignatura.

Era ya de media tarde y no podía con la angustia, aquel niño parecía incluso su hijo, estaba comenzando a preocuparse de verdad. ¿Sería buena idea mandarle un mensaje? No sabía ni por qué no lo había hecho todavía.

Le mandó un par de ellos, preguntándole si estaba todo correctamente. Su respuesta no llegó inmediatamente, cosa que le extrañó un poco, ya que normalmente respondía rápido.

Trató de volver a ponerse a estudiar, pero solamente podía concentrarse en escuchar el sonido de notificación de su móvil por si le llegaba un mensaje de Jungkook.

Pero no llegaba.

Y se comenzó a preocupar. Seguramente sus padres se habían enfadado de tal modo con él que le habrían quitado el teléfono. Todo era su culpa, no debía haberle permitido quedarse, estaba claro de que no pensaba cuando le suplicó si podía dormir en su casa. Debió haberse negado, ahora seguramente estaría en problemas por su culpa. No podía ayudar a un chico que parecía tan inocente y... triste.

Suspiró. Recordó que Jungkook había aceptado de una manera u otra el que le ayudara a estudiar para los exámenes finales, pero ya no estaba seguro de que aquello pudiera llegar a cumplirse, pues al ver la reacción del menor a la mañana... Quizás incluso no le quería ni volver a ver. Y no sabía por qué, pero le dolía. Le dolía y siquiera eran amigos.

Pasó prácticamente toda la tarde mirando al techo de su habitación, poniéndose a pensar también en lo que le había dicho a Hoseok. No quería hacerlo, pero era por su plan...

No se dio cuenta de que eran las ocho de la noche, hasta que algo hizo que su móvil se encendiera y vibrara. Taehyung, rezando porque fuera lo que él quería, lo agarró rápidamente, suspirando aliviado al ver que era el menor.