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Taehyung se había pasado el recreo junto con su novio, en un lugar apartado de toda aquella multitud que tanto les agobiaba. Miró a su pareja aún bastante confundido por que aquel chico besara a un ser tan ruin como lo era Jimin.

Hoseok notó la penetrante mirada de Taehyung sobre él y sonrió.

-¿Qué pasa? ¿Tengo otro grano?- Preguntó tocándose su perfecta piel.

Taehyung rio negando, para luego volver a sorber de su batido.

-Es solo que... Estaba pensando que por qué ese chico besó a Jimin. No son para nada parecidos- Dijo Taehyung mirando hacia la nada.

Hoseok comprendió que le extrañara, pues no se parecían nada en personalidad, o al menos eso creía. Pero en verdad, aún menos físicamente.

-¿Quieres hablar con él?- Cuestionó Hoseok al silencio de su pareja.

Taehyung le miró sin mucha convención. ¿Debería hablar con él? Podría ser, así tendría la posibilidad de saber si Jimin le hacía algo, si le trataba bien, si le trataba mal. Solamente cruzar unas palabras.

-Está bien- Dijo aún no muy convencido.

Al acabar el descanso tiraron sus respectivos batidos a la basura y Tae agarró a Hoseok por los hombros, dejándole un tierno beso en el cabello. Estaban ya en la puerta principal, por donde debían entrar para ir a sus clases, cuando de pronto, todo el instituto se giró para mirarles. Ellos ya se habían acostumbrado a esas miradas, pues a la gente le extrañaba que un hombre se enamorara de otro hombre. Pero nunca nadie controló eso, nadie lo hace, ni tampoco lo hará.

Entraron y primero fueron a la taquilla del mayor para buscar sus cosas de Matemáticas. Hoseok odiaba con todas sus fuerzas esa asignatura. No se enteraba de nada de las explicaciones de la profesora, por lo que muchas veces le pedía a Taehyung que le explicara cosas, a pesar de que él estuviera en un curso menor que el suyo. No entendía cómo era que su novio estaba en el penúltimo curso, si entendía todo mejor de lo que él lo hacía. Igualmente, Taehyung estaba a gusto en su posición de estudios.

-¿Qué tienes tú?- Inquirió Hoseok cerrando la taquilla y cargando sus libros debajo de su brazo.

Tae pensó en la asignatura que tenía y cayó en que le tocaba Química. Y como no, él amaba cada asignatura, porque le interesaba, porque se le daba bien, porque buscaba siempre cosas buenas que ningún otro estudiante se molestaba en buscar.

El menor respondió a su novio y fueron juntos hasta la clase de Hoseok, donde se despidieron hasta la hora del almuerzo.

Taehyung iba caminando relajadamente, su clase quedaba bastante cerca. Cuando estaba a punto de entrar en Química, vio de nuevo esa pequeña figura que le resultó conocida. Era el novio de Jimin. Serían novios, ¿no? Se habían besado. Aunque extrañamente nunca antes los había visto besarse. Debería ser una relación reciente.

Se frenó en la puerta y se quedó viendo cómo la pequeña figura sacaba los libros de su taquilla sin mucha emoción. Vio un poco más lejos a la pandilla de Jimin, ya que el chico no cesaba de mirar hacia esa dirección, y luego de nuevo a sus libros. Taehyung pudo notar cómo sus hombros se elevaban al inspiran el suficiente aire como para dejar escapar un largo y profundo suspiro. No se le veía contento.

Tae decidió esperar a ver si Jimin y sus secuaces se marchaban del lugar para poder hablar con el chico. Y afortunadamente, eso no tardó en ocurrir. Sonrió ampliamente y vio cómo el chico de la pequeña figura sacaba más libros, quizás más de los que necesitaba para una sola clase.

En el camino a la taquilla de el contrario, Taehyung pudo observarlo con más detenimiento. Se notaba desde lejos que no se encontraba muy bien. Quizás hubiera cogido algún resfriado. Tenía el pelo prácticamente todo alborotado, y eso le dejaba ver adorable. Tae pudo comprobar que estaba un poco confundido, ya que no cesaba de rascarse la nuca y de mirar los mismos libros cada dos por tres. Quedaban al menos tres minutos para que sonara el timbre que anunciaría su retraso a las clases. Entonces se preguntó si merecía la pena ir a hablar con él antes de que entrara a la clase. Se respondió inmediatamente: "No, no merecía la pena". Pero igualmente, a pesar de ello, sintió la enorme necesidad de saber por lo menos su nombre, su tono de voz. Y acabó contradiciendo a lo que le mandaba su mente: Taehyung, ve a clases, acabarás llegando tarde por primera vez. Pero Tae se hizo el sordo, y vio cómo sus pies se seguían moviendo en dirección a la taquilla de aquel pequeño chico.

Cielo estrellado ~ VKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora