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Taehyung se sentó en la cama rápidamente al ver el mensaje de aquel súbdito de Jimin. ¿Qué sabía? ¿Cómo sabía? ¿A quién se refería? ¿Será algo malo?

Abrió el chat, pero antes se aseguró de que el menor, acostado a su lado, continuaba durmiendo. Una vez lo confirmó, procedió a contestar a Yoongi.

Taehyung cayó entonces de que aquella casa en la que había recogido a Jungkook, la cual no le sonaba de haber estado nunca, era la de Min Yoongi

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Taehyung cayó entonces de que aquella casa en la que había recogido a Jungkook, la cual no le sonaba de haber estado nunca, era la de Min Yoongi. Se asustó ya que probablemente este se lo diría a Jimin, y él reñiría a Jungkook. Inmediatamente, se sintió culpable por haber dejado dormir ahí a aquel chico. ¿Le despertaba?

Sería lo mejor.

Antes de que pudiera alcanzar con su mano el hombro del menor para menearlo y despertarlo, le llegó otro mensaje, el cual le hizo retroceder, asustado, alarmado.

Antes de que pudiera alcanzar con su mano el hombro del menor para menearlo y despertarlo, le llegó otro mensaje, el cual le hizo retroceder, asustado, alarmado

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Taehyung se llevó las manos a la cabeza. ¿Tenía que escoger? NO. No no no. No iba a hacerle daño a su novio solo por el capricho de Jimin y Yoongi. Su maldad no tenía límites. ¿Dañar a Jungkook? Qué clase de novio es ese.

Pero no podría soportar hacerle daño emocionalmente a su novio, no al que siempre le había sacado sonrisas, no al que siempre le llenaba de esperanza, no al que le amaba sin depender de qué color se tiña el cabello, no al que amaba incluso su sonrisa peculiar. No al ser que más amaba.

Miró a Jungkook de reojo y suspiró.

Lo siento muchísimo, Jungkook. Pensó.

Dejó su móvil después de darle una respuesta a Yoongi diciéndole que se lo pensaría y le decía la respuesta a la mañana siguiente. Este aceptó.

Se colocó de lado en la cama para mirar a Jungkook dormir. Le entraron ganas de llorar al saber que aquel pequeño podría salir más lastimado de lo que ya estaba, y por su culpa. Pero no soportaría alejarse de su novio, el cual llevaba tanto tiempo con él, aguantándole incluso en sus peores momentos y diciéndole que era hermoso cuando estaba con el cabello apuntando a cualquier dirección, con cara de zombie, recién levantado.

Miró un rato más a Jungkook y cerró los ojos tratando de no darle muchas vueltas al asunto, ya elegiría el día siguiente. En ese momento solo quería dormir en paz, tranquilo, a pesar de ser consciente de que, sabiendo lo que podría pasar si se va a cualquiera de los dos bandos, no podría soñar con cosas bonitas como llevaba soñando desde hacía tanto tiempo.

A LA MAÑANA SIGUIENTE...

Jungkook despertó con un dolor de cabeza increíble. Se sentó en lo que creía que era su cama y se revolvió el cabello, sintiéndose totalmente aturdido.

-Buenos días- Dijo una voz grave a su derecha. Se asustó de tal forma que pegó un respingo en la cama, mirando hacia donde venía la voz, con los ojos bien abiertos.

Taehyung miró a Jungkook en ese momento. Su pelo completamente revuelto, pudiéndose ver diferentes tonos de castaño, unos más claro, otros más oscuro. Miró sus adorables ojitos, abiertos enormemente por la sorpresa, los cuales estaban un poco rojos por la resaca y el haberse despertado. Le parecía tan tierno su rostro de esa forma, que cuando le vio con su ropa cómoda todavía puesta, sintió que moría de ternura. Aquel niño era demasiado adorable.

Jungkook notó la mirada de Taehyung sobre él y antes de apartar sus ojos de los contrarios, miró su cabello azul apuntando a cualquier dirección, cosa que le causó un poco de gracia, pero como era de esperar, no lo mostró. Miró rápidamente el rostro del otro chico y le pareció todavía más atractivo. ¿Cómo era posible que alguien al despertar pudiera seguir pareciendo un modelo?

-¿Te duele?- Preguntó Taehyung señalando la cabeza de Jungkook después de unos minutos en los que se quedó mirando al mismo con ternura, el cual se había puesto tímido.

Jungkook sintió como unos pinchazos en la cabeza, que le hicieron cerrar los ojos y apretarlos. Taehyung aquello se lo tomó como un "me va a explotar, sálvame", por lo que se levantó y salió a la cocina para coger unas pastillas para la resaca, un vaso con agua y, cuando estaba a punto de llevárselo, miró hacia la mesa donde había alguna fruta. Cogió un plátano y lo subió también. 

El menor se encontraba jugando con las mangas de aquella sudadera que tan rara se le hacía, ya que nunca había utilizado otra ropa que no fuera la suya. Taehyung sonrió cuando lo vio de esa forma al entrar.

-Tómate esto para la resaca, luego cómete el plátano- Dijo Taehyung dejando las cosas sobre la mesilla de noche del lado donde había dormido Jungkook.

El menor asintió y se sentó con timidez en la cama, para luego tomar entre sus manos el vaso de agua y las pastillas. Se las metió en la boca y tragó con un poco de dificultad.

Taehyung se sentó a su lado mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño, pensando duramente en la respuesta que le iba a dar a Yoongi. En el fondo lo tenía claro, pero no quería aceptarlo. Ese adorable chico podría ser lastimado gracias a él. Sacudió su cabeza y resopló, queriendo apartar esos pensamientos.

Jungkook abrió el plátano y comenzó a comerlo con timidez también, mirando un poco confundido al chico contrario por las reacciones que estaba teniendo, parecía pasar de enfadado, a triste, y de triste a desesperado. Era extraño, pero no le iba a preguntar qué le ocurría.

Taehyung giró un poco la cabeza para mirar al menor comer, y Dios mío. Quizás para muchos un hombre o una mujer comiendo un plátano, sería una tentación sexual, pero en realidad, para el mayor, Jungkook comiendo un plátano era la cosa más tierna que había visto, iba mordiendo poco a poco, masticando con cuidado. Sonrió inconscientemente, pero esa sonrisa duró hasta que su móvil sonó, suponiendo quién era.

Y ahí Taehyung se echó hacia delante, apoyándose en sus piernas, mirando hacia el suelo, pensando rápidamente

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Y ahí Taehyung se echó hacia delante, apoyándose en sus piernas, mirando hacia el suelo, pensando rápidamente.

Jungkook acabó de comer el plátano y realmente le estaba comenzando a extrañar la actitud de Taehyung, pero estaba demasiado cansado y atontado como para preguntarle, aunque si no hubiera estado así, tampoco le habría preguntado.

Y entonces a Taehyung se le courrió una idea que no podría salir mal de ninguna forma. Su novio accedería... Suponía, porque no tendría que hacer nada, ni él ni su novio. Sonrió. Era todo un genio.

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Cielo estrellado ~ VKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora