Taehyung tenía una vida completamente feliz. Al lado de alguien muy especial para él.
Jungkook en cambio, estaba mal consigo mismo. No estaba bien con alguien a quien se suponía que amaba.
Y no parecía que sus caminos fueran a cruzarse alguna vez...
Taehyung se fue a dormir con una sensación extraña en el cuerpo. ¿Habría ocurrido algo con Jimin? ¿O era que Jungkook realmente no quería ser su amigo? ¿Le habría molestado el día en el que estaban en su casa? Se comió la cabeza pensando en las razones por las que no podría hablar con aquel niño. Y así fue como se durmió, esperando verlo al día siguiente en el colegio, de eso sí que no podía librarse. Tenía que aclarar con él.
(...)
Mientras que Taehyung se había quedado dormido plácidamente, Jungkook se despertó cuando su novio llegó hasta la habitación. El menor le hizo sitio en su cama y Jimin se acostó dándole la espalda, cosa que no tardó en hacer también Jungkook, procediendo a mirar la pared, así, como todas las noches.
(...)
El chico del pelo azul despertó a la mañana siguiente más cansado de lo habitual, por lo que se quedó sentado en su cama mirando hacia la nada mientras dejaba a la alarma sonar. Cuando la canción que tenía programada para que le despertara de buen humor acabó, se revolvió el cabello y bostezando, se dirigió al baño para asearse, vestirse y arreglarse. Una vez acabó, vio que tenía un mensaje de su novio, cosa que le hizo sonreír por primera vez en la mañana. Amaba que sus primeras sonrisas del día fueran por su causa.
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Taehyung contestó haciéndose el desayuno, comenzando a hablar con él un rato antes de verse en unos pocos minutos en la escuela, aunque realmente ahí no podían pasar mucho tiempo juntos debido a no estar en el mismo curso.
Quedaron de verse en la entrada del colegio como siempre, y Taehyung cogió sus cosas para luego irse de casa e ir caminando hacia la escuela.
(...)
Igual. Todas las mañanas eran iguales. Jimin se levantaba antes que Jungkook sin saber que el contrario estaba despierto siempre, que le escuchaba cada mañana bostezar e ir al baño. El menor aprovechaba esos momentos de soledad para cambiarse y esperarle para después ir él a asearse al baño.
Cuando los dos estaban listos, bajaron a desayunar en la compañía del padre de Jungkook. Todo era alegre con Jimin, siempre le decía eso su padre. Pero ojalá conociera la verdad de cómo era el chico que estaba pasándose una semana bajo su techo.
Jimin tomó a Jungkook de la mano sonriendo para decirle que si no se apuraban llegarían tarde. El menor asintió y trató de escapar de su agarre, no lo quería, no le apetecía siquiera mirarle. Aún le dolía la nuca y la mejilla de los golpes. No estaba resentido, pues sabía que eso solo traería más problemas, pero su "cariño" cada vez le repugnaba más.
Llegaron a la escuela e inmediatamente fueron rodeados por los amigos del mayor, aunque uno no fue hasta Jimin, sino hasta él.
-Qué, ¿te castigó mucho?- Preguntó Yoongi caminando al lado de Jungkook con las manos detrás de la cabeza.
El menor metió las manos en la chaqueta del uniforme sin decir palabra. No quería recordar.
-Por el color del cardenal en tu mejilla me parece que sí- Dijo Yoongi, antes de irse riendo hasta donde se encontraba Jimin.
