Cielo estrellado ~ VKook

25.

Jungkook sintió miedo al acordarse de la amenaza que le había hecho la semana pasada el mejor amigo de su novio. Tendría que haberle dejado antes del viernes, pero no lo hizo. Tenía demasiado miedo, y la noticia de Taehyung le había puesto tan mal que se le había olvidado por completo. 

No quería ir al lugar que le había indicado Yoongi, quería quedarse en su cama y llorar hasta cansarse, pero sabía que las consecuencias podrían ser peores, por lo que optó por levantarse de la cama y vestirse. Se puso una camiseta roja con unos pantalones blancos y salió hacia aquel parque que le había dicho Yoongi. Se estaba preparando mentalmente para los golpes que posiblemente recibiría. Le dijo a su padre que saldría con Jimin, cosa que su padre aceptó por lo que Jungkook salió temeroso.

El menor tenía realmente mucho miedo. No sabía qué era lo que podía hacer el mejor amigo de su novio. 

Hacía bastante calor fuera, otra razón más por la que quedarse en casa. 

Jungkook estaba cruzando la acera para llegar al parque en el que habían quedado Yoongi y él. Estaba terriblemente asustado, pero no quería tener más consecuencias. Llegó y se sentó en un banco a esperar a que apareciera el chico que le había citado allí. 

Cuando apareció, se levantó inmediatamente. No le agradaba verlo, pero tendría que hacerlo si no quería más consecuencias. 

-Hola- Dijo Yoongi saludándole fríamente. 

-Hola...- Contestó temeroso Jungkook.

-Creo que sabes el motivo por el que te cité aquí- Comentó Yoongi.

Jungkook podía hacerse una idea, ya que era viernes y no se había atrevido a dejar a Jimin, le tenía miedo, no podía hacerlo. Se puso a pensar en las maneras más crueles en las que podría golpearle por no haber dejado a su novio. Cerró los ojos y agachó la cabeza.

-Jimin no me ha dicho nada de que le dejaste, por lo que supongo que no lo has hecho. ¿Recuerdas lo que te dije? Debiste haberlo hecho. Jimin no es para ti, Jimin tiene que ser mío. No puede estar con un ser tan miserable y horrendo como tú- Dijo escuetamente el mayor. 

Jungkook sintió cómo sus ojos comenzaban a arder. Él sabía que era alguien horrendo, que no servía para nada, pero escuchárselo decir a alguien más, quemaban por dentro. 

-¿Q-Qué me vas a hacer?- Preguntó Jungkook en un susurro, temiendo la respuesta. 

-Mmmmm... Creo que por hoy, nada. Puedes marcharte- Dijo Yoongi para después darse la vuelta e irse. 

Jungkook se quedó quieto en el lugar en el que estaba. ¿De verdad le había dejado ir así, tan fácilmente? No se lo podía creer, había salido ileso de aquel secuaz de su novio. Estaba demasiado extrañado, por lo que, aún con una mueca de confusión, decidió volver a su casa. 

Estaba caminando por aquel parque para salir, mirando a su alrededor intentando disfrutar de la noche que se aproximaba, una noche que parecía ya de verano. Les quedaba poco para acabar el curso. Y lo que él deseaba que se acabara, era sobrehumano. 

Se encontraba cruzando la calle arrastrando los pies, sintiéndose todavía confundido por aquel encuentro tan extraño, cuando de pronto, una luz y un pitido le sorprendieron.