Ella es mia

Verdad y Secuestro [ 11 ]

Narra Candela :

  Me despierta y veo a Alejandro mirándome.

—Buenos días mi muñeca —me dice dulce y me besa tiernamente.

—Buenos días Ale —nos sonreímos.

Toc, toc, toc.

—Pasa —dice Alejandro y entra la ama de llaves deja el desayuno en la mesa de noche.

—Con permiso —y se va.

—Muñeca vamos a desayunar —me dice y pone la bandeja del desayuno en la cama en el medio de lo dos.
Nos sentamos y empezamos a comer.

—Esto esta delicioso le digo mientras comemos y el sonríe.

—Rosa es una gran cocinera —me dice.

—Claro esta . Cuando yo tenga hijos creó que van a morir de hambre, tengo que decirle a Rosa que me enseñe a cocinar —digo entre risas y el me mira serio.

—Cuando tengamos nuestros hijos seras la mejor madre del mundo —yo me río nerviosa.

—Tu quieres ser padre —le pregunto sorprendida.

—Por supuesto, pero por ahora no te quiero compartir con nadie —me dice sonriendo pícaramente.

—Bueno y cuantos niños quieres que tengamos.

—Un varón primero que va a ser el heredero del negocio y una princesa que va a ser la consentida de papá y luego cuantos más queramos —me dice seguro.

—No me gustaría que mi hijo o hija se dedicará a la mafia —le digo seria.

—Muñeca , es el heredero y si el no quiere quedarse en la mafia lo puede hacer la princesa o otro de nuestros hijos pero alguno tiene que ser —le dice serio.

—Pues a mi no me gustaría que fuera ninguno, pero si ellos quieren no me voy a oponer.

—Y que nombre les quieres poner     —me pregunta.

—Alexa y Daniel —le digo sonriente .

—Alexa por Alejandro —me dice pícaro .

—No tonto —le digo y cogo una almohada y se la tira. El la esquiva y se ríe.

—Bueno a mi me gustaría Andrea y Diandro.

—Esos me gustan más —le digo contenta.

—Bueno esos serán.

Mi teléfono suena, miró es mi madre y rápidamente contestó.

—Dime —le digo fría.
Mi madre a cambiado bastante desde hace dos años, ya no me trata igual de cariñosa que antes, al principio pensé que era por la muerte de mi papa, pero nunca fue así.

—Hija, necesito que vengas ya de casa de Cassandra, tenemos algo serio de que hablar —me dice seria.

—Voy a salir para allá —le digo y  suspiro.

—De acuerdo, apresurate —me dice tajante y cuelga.

—Quien era —me pregunta con curiosidad Alejandro.

—Mi madre me tengo que ir dice es urgente.

—ok —se limita a decir Alejandro.

Después  de desayunar me bañe y vestí y Alejandro me dejó en la casa.

—Can mi princesa se que en estos momentos nuestra relación no es la mejor , pero quiero que nos llevemos mejor mi niña, ven sientate —le dice cuando voy entrando por la puerta y me siento a su lado en el sofá.