El Zorro y el Escarabajo

Capítulo 12. Una familia a la que proteger

Asuma les dijo a sus alumnos que se quedarían en Hiashi hasta el día siguiente para descansar, por lo que Ino se fue directa al hostal para tomarse una ducha tras una semana viajando, dejando a Fū libre. La morena estaba un poco mareada con la experiencia.

- No te preocupes. Todo aquel que habla con Ino la primera vez siente lo mismo.

La niña se giró hacia la voz, viendo a Naruto junto a otros dos chicos-. Fū, estos son Shikamaru Nara y Chōji Akimichi. Dos amigos míos.

- E... encantada.

Shikamaru levantó una mano indicando que la había oído, y Chōji asintió con la cabeza. Naruto sonrió-. ¿Quieres venirte con nosotros a ver el resto del pueblo? ¡Apenas lo hemos visitado, y eso que llevamos casi una semana aquí!

- ¿Explorar Hiashi? De acuerdo...

El rubio levantó un puño-. ¡Muy bien! ¡Nos vamos!

El grupo se adentró en el pueblo, observando los escaparates con curiosidad. Fū estaba ligeramente más atrás del resto, distraída. Naruto se acercó a ella mientras los otros dos seguían hablando entre sí-. ¿Qué te pasa, Fū?

- No estoy acostumbrada a que la gente me trate así. Me pongo nerviosa cuando las personas se me acercan.

- Eh, no te preocupes. Te prometimos que estarías bien, ¿verdad?-. Mientras decía eso, esbozó una sonrisa-. ¡Sólo relájate y disfruta del momento!

La morena se quedó callada unos segundos, y luego habló-. Ahora mismo, creo que esto es lo más parecido a tener una familia. Está el ermitaño, que aunque sea un pervertido, cuida de nosotros y nos enseña como un padre o un abuelo, y tú serías como mi hermano. Es la sensación que me da, aunque os conozco desde hace poco tiempo.

Naruto se sorprendió al oír la respuesta de la morena. El rubio volvió a sonreír-. ¡Por supuesto! Ahora somos tu familia y nos cuidamos unos de otros, ¿no es cierto?

Fū se limitó a asentir con la cabeza, mucho más animada. El grupo desconocía el hecho de que estaban siendo seguidos por varios ninjas que poseían una bandana con un símbolo de flecha hacia abajo.

Los cuatro se adentraron por una callejuela donde vendían Dango, y se sentaron en el suelo tras comprar un poco. Naruto lo miró intensamente-. Nunca había probado dango, la verdad.

Shikamaru asintió con la cabeza-. Tú pruébalo, seguro que te gusta. Tienes que comenzar a comer más cosas aparte de ramen.

El jinchuriki se ofendió al oír ese comentario-. ¡Eh! ¡El ramen está delicioso y es barato!

Fū se limitó a reír contemplando la escena mientras Chōji sonreía comiendo su comida.

De repente, Shikamaru y Chōji sintieron cómo si unas cuerdas inmovilizaban sus cuerpos, dejándolos con sus cuerpos en forma de T, manteniendo los brazos levantados, alarmando a los cuatro. Aparecieron varios ninjas a cada lado, cortándoles las vías de escape. Fū y Naruto se pusieron en tensión al ver sus bandanas ninja.

Uno de los que se encontraba de frente a ellos habló con una voz aguda, claramente de mujer-. Ven con nosotros, Jinchuriki. Si lo haces nadie saldrá herido.

Antes de que pudiera responder, Naruto se levantó de un salto y creó tres clones-. ¡Que te lo has creído!-. El original creó un rasengan con la ayuda de una copia y se lanzó contra uno de ellos. Sin embargo, la que parecía ser la líder hizo un sello, y de la tierra a los pies del rubio aparecieron manos de roca, inmovilizándole las piernas y brazos, parando su avance. El Rasengan ddsapareció en su palma. El otro que estaba de cara se acercó a Naruto y le dio un puñetazo en la cara, haciendo que escupiera sangre.

- ¡No p...!-. Una mano enguantada proveniente de sus espaldas le tapó la boca a la morena mientras intentaban sujetarla por el cuello y los brazos con mucha fuerza, dificultándole la respiración cada vez más con la mano. Cerró los ojos por el dolor que le provocaba el fuerte agarre. Uno de los ninjas parecía ligeramente confundido-. ¿Qué hacemos con el resto de mocosos? Se suponía que estaría sola.

La mujer se encogió de hombros-. Matadlos. Sólo nos interesa ella-. El otro ninja siguió golpeando al rubio repetidas vecesm Fū era incapaz de hacer nada por la diferencia de fuerza entre ella y sus captores-. "¡Maldita sea! ¡Esto es mi culpa...! No puedo... ayudarles... Soy... demasiado débil..."-. Sus pensamientos se fueron apagando mientras comenzaba a perder la consciencia por la falta de aire, hasta que escuchó una voz grave de mujer. Era incapaz de identificar su origen. Parecía provenir de dentro de sus oídos.

- Pobre larvita desconsolada. Van a quitártelo todo otra vez... ¿Quieres poder para salvarles? ¿Poder para vengarte de esos desalmados que arruinaron tu vida? Sólo tienes que pedirlo y dejarte llevar...

- "Yo... Quiero ayudarles..."-. Fū entreabrió los ojos  y divisó jna especie de criatura gigante con aspecto de insecto, la cual parecía sonreír, abriendo sus mandíbulas y mostrando sus afilados dientes.

De repente, la morena comenzó a sentir cómo si su sangre hirviera por dentro y su cuerpo aumentase de temperatura. No sabía qué le pasaba, pero los sentimientos de ira, rencor y miedo que había mantenido bajo raya todos esos años salieron a flote sin nada que pudiera pararlos.