Cápitulo 16

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POV KENIA

La humillación que sentí cuando mi padre me negó la alianza entre mi hermana y yo, no quisiera volver a sentirla núnca. Me dejé guiar por Leo y fui hasta la casa Viats para proponerle a mi padre que trabajemos juntos, pues Leo tenía un grandioso plan: El casino. Sin embargo dijo que no, asi que volví como me fui, sin nada. Pero no me daria por vencida, hablaria con Joyce, aunque a juzgar por la última vez que hablamos no quiere ni verme, que la odio no es una noticia nueva pero sé que es ambiciosa al igual que yo y seguro aceptará. ¿Lo hará verdad?

Llegué a casa despues de hacer compras para la cocina y una que otra vanidad para mi, estaba cansandome de cocinar, así que le propuse a mi pareja, a Leo, que consigamos a una chica para que me ayude con el quehacer de la casa, porque cuando no estabamos trabajando estaba metida en la cocina lavando ollas o trapeando la casa. Contratamos a una joven de la edad de mi hermana mas o menos, se sentia raro darle ordenes pero tenia que hacerlo, por algo le pagaba.

-¿Melany? He llegado, ¿donde estas?

-Aquí- salió de la cocina con las manos mojadas. -¿Como le fue?- sonrió.

Inconsientemente veia en Melany a mi hermana, aveces me olvidada de que era mi empleada y la trataba como a una amiga, y vaya que sabia dar consejos. En ocasiones me ponia ayudarle con los quehaceres de ella, cocinabamos juntas. Como si Leo me hubiese contratado una acompañante.

-Ya te dije que me trates tú- me senté en el mueble largo de la sala, me saqué las zapatillas y subí mis piernas, finalmente me acoste. -Me fue bien, traeme agua porfavor, y deja lo que estes haciendo, pon una pelicula y ven aquí, traje nutellas y galletas.

Asintió.

Esa tarde nos envolvimos en risas, y tras horas y horas de ver peliculas me di cuenta que anocheció, lo más oportuno era que Melany empiece a cocinar pues Leo y Dilan no tardarian en llegar. Y se lo hice saber.

-Mela, es hora de cocinar, has algo liviano, no te demores y vuelve aquí ¿si?

Asintió.

Cuando llegarón los varones de esta casa fue imposible seguir con nuestra maratón de peliculas, pues estos dos se pocisionaron frente a la pantalla de 52 pulgadas y ya no se levantaron jamás. Así que opté por ayudarle a servir a Melany, y llamarlos a merendar lo más rápido que pude, se veían hambrientos, en especial Dilan, ya que su trabajo de vendedor lo agotaba.

-¿Que tal el trabajo Dilan?- pregunté mientras tomaba un pedazo de carne con mis manos

-Bien cuñada, el almacén estuvo lleno hoy- sonreí

-Buenisimo, y a ti ¿como te fue?- miré a Leo

-Mucho mejor mamacita- hice una mueca. Detesto que me diga asi
-Tengo planes para este fin de semana

-Melany, estas invitada- sugirió Dilan.
Obviamente estaba atraido por mi chica de servicio, me daba igual, ya hasta pareciamos dos parejas viviendo juntos.

-¿Lo del casino para cuando?- inquirió Dilan nuevamente

-En cuanto consigamos una persona más, somos tres y necesitamos cuatro- respondió Leo
-Si conseguimos lo que queremos no volveremos a trabajar núnca hermano- miró a Dilan. -Nos iremos de Ankara, es más, nos iremos de Turquia, volveremos a nuestros pais y nadie sabrá de nosotros, nos cambiaremos hasta el nombre

-Suena bien, solo falta alguien más- dijo Dilan

Un destello de gloria se me pasó por la mente haciendome ver a Melany. ¡Bingo! Es la indicada para ser esa cuarta persona, por lo que sé, vivia sola antes de vivir conmigo, sus padres estan en Estambul, es la persona perfecta. Trabaja conmigo desde hace un mes mas o menos y hasta aquí ha sido una gran amiga y trabajadora por su puesto. A mi parecer, entre menos la conozcamor es mejor.

-Melany

-¿Si?

-Melany, tu eres esa cuarta persona.

Los dos hombres me miraron dudosos, obviamente les sorprendió mi declaración pero tengo que admitirme a mi misma que es la mejor idea que se me ha ocurrido en mis miserables 15 años de maldita vida.

-¿Yo?- tosió para aclarar su voz. -La verdad no se muy bien cual es su trabajo pero..

-¿Estas segura Kenia?- preguntó Leo cortando la frase de Melany

-Si, vamos, tenemos un plan que realizar- respondí.

A partir de ese dia empecé a tratar con Melany de una manera diferente, como una socia. Ibamos y veniamos del casino, mi objetivo principal era que Maleny trabaje en el casino, sería ella quien nos ponga al tanto de horarios, guardias, cambios de meseros, ingreso y salida de camareras, todo, todo lo que tuviese que ver con el "Gran Casino Ask".
Según mis cálculos nada podia fallar, solo de imaginar la cantidad de dinero que habia en las casillas de la bodega del casino, sentia escalofrios y deseos de llorar de la emoción. Avanzamos de esa manera en el plan, los cuatro estuvimos de acuerdo en todo lo que se habló. Dilan y yo concordamos en que despues de todo el operativo, todos obtendriamos un veinticinco por ciento de todo el dinero y de lo que hubiese en la caja, pero Leo se opuso, claramente el menor siempre fue más ambicioso, penso que debiamos tener un treinta por ciento nosotros tres y dejar lo restante para Melany.

-Kenia, tengo buenas noticias- oí decir a Melany

-¿Si? Pues ya dimelas y ven ayudarme con este pollo, me voy a volver loca.

De un tiempo acá Melany se habia pasado de habitación, ahora dormía junto a Dilan, obviamente ya eran pareja o algo parecido, al igual que Leo y yo, aunque lo nuestro no fuera tan intenso, con pocas palabras pero con mas actos que demostraban que esta locura de jovenes funcionaba a la perfección.

-¡Me aceptaron como mesera en el casino!- grito. -Empiezo hoy a las seis de la tarde- corrí hacia ella soltando el pollo que estaba despresando

-¡¿Qué?!- grité más fuerte que ella. -Lo hicimos- me abrazó. -Lo hicimos, lo hicimos, lo hicimos- empezamos a saltar y a dar vueltas agarradas de las manos. Sé que Melany estaba tan feliz como yo, si esto salia bien ella podria darle una mejor vida a su familia que se encontraba en Estambul.

-Si, Kenia ¡por Dios! estamos un paso adelante- llevó sus dos manos a la boca. -Quiero llorar

-Cuentamelo todo, hasta ayer no habian vacantes- le dije jalandola hasta el mueble para acomodarnos a chismear

-Digamos que es mejor que eso, el jefe de los meseros se ha fijado en mi desde hace dias, el me ofreció el trabajo y pues..

-Ay no, no me jodas, Melany es mejor de lo que pensé.

Cuando Leo llegó, le dí la nueva noticia, al igual que yo, casi llora de la felicidad, ni que decir de Dilan, a pesar de que la idea de que el jefe de los meseros se haya fijado en ella no le hacia ni puta gracia.
La cuartada era fácil, o bueno, fácil como la decíamos cuando estabamos planeandola: Melany nos dotaba de toda la información necesaria de hasta los circuitos que funcionan en el casino y se iba a casa, Dilan irá la por la madrugada junto con Leo, mientras yo espero en la camioneta lista para arrancar, cada vez que llegabamos a esta parte del plan recordaba a mi hermana el dia que viajamos a Ankara y me ordeno que manejara para huir del patio de comidas. Bien, Leo distraía al guardia aparentando estar borracho, en su camisa llevaria un par de bolsas de escopolamina para regar en el aire mientras hablaba con los o el guardia, de ese modo los dormiria, Dilan ingresaba por la bodega hasta llegar al punto indicado por Melany, tomaba el dinero y salia, las alarmas previamente desactivadas por Melany no sonarian, las cámaras no registrarian nada pues sus conexiones tambien serian victimas de las tijeras de Melany. Se suben a la camioneta y yo manejo hasta llegar a un vacio donde estrello la camioneta, en el aire los tres saltamos, y la camioneta debe hacerse polvo. Pues las cámaras de la siguiente calle si grabarian. ¿Fácil no? Pues solo nos quedaba hacerlo y salir victoriosos, la que menos riesgos corria era yo, idealicé un plan grandioso que dejó a todos impactados, y obviamente traté de dejarme a mi lo más fuera posible si en caso algo no salia bien.

Heredé la astucia de mi zorra hermana.

Papá, ¿ya nos vamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora