Papá, ¿ya nos vamos?

Capítulo 18

LA VERDAD

Cuando ví por primera vez a Briar pensé que se trataba de una aventura de mi padre, obviando el hecho que seria la primera. Luego pensé que.. va, no pensé en nada. Y la verdad es que despues de tantos meses me importa muy poco si papá tiene algo con alguien, se lo merece, a su manera, pero luchó por hacer de mi la mujer que soy, y de Kenia, lo mismo, aunque en cierta manera con mi hermana sus cuentas fallaron.
La palabra traición es algo que los Viats no soportan, incluyendome. Aunque para ser sincera, Kenis rompe mis esquemas, olvidaria todo y la abrazaría como si no hubiera un mañana, perdonandola por haberse ido dejandome sola.

-Hoy vamos a un casino a dar una vuelta- oí decir a mi tia

-¿A un casino o a el casino?- ironicé
-Ya te estabas tardando- dije, haciendo que estallé de la risa, obviamente mis palabras le causaron gracia

-Si, al casino- acentó la voz en la última palabra. -Será bueno, conoceremos gente nueva y bueno veremos un par de cosas mas

-Ve al grano Briar, no necesitas ocultar tus ya evidentes emociones- la besé en la frente, rodeandola para salir de la sala

-Pa' que te digo que no, si si- dijo casi en un grito.

Miré el reloj de pared, y vi que eran las 7 de la noche apróximadamente, obviamente muy temprano para irnos asi que pensé que podia pasar a ver a mi novio por un par de minutos.

-Iré a ver a Billy antes, nos vemos

-Billy ya esta en el casino- afirmó
-Mariposa, el se adelantó hace una hora mas o menos, esta cubriendo la salida posterior, por donde entra el personal de servicio

-Y no me dijo nada- pensé para mi misma.
-Bueno, iré a ver a mi padre entonces

-Salió hace unas horas y no regresa, supongo que ya nos esperará allá

Todos hacen lo que quieren y soy la última en saberlo ¡genial!

-¿Algo más que deba saber Briar?

-Eh, de hecho si mi mariposa- avanzó un par de pasos, era ella la que me dejaba ahora. -Joel te llevará, yo iré en taxi, nadie puede vernos juntas por ahora, ya sabes solo por seguridad

Maldita sea, voy a matar a mi padre, se los juro.

-Asi que ve y ponte algo lindo ahora mismo, ya no hagamos esperar a tu padre que de seguro está allá

Dicho esto se fue en dirección a su cuarto, por lo que asumí que se transformaría por completo, asi que no dudé en hacer lo mismo.

Mirando mi reflejo en el espejo de mi comoda me doy cuenta que soy  digna de una fotografia. Con un vestido color mostaza, no tan ajustado, una sola manga y un vuelo  de encaje al final, unos tacones color negro y un bolso de mano del mismo color con lentejuelas, me doy cuenta que estoy bella, más de lo que quisiera admitir.

*****

-Buenos dias familia- saludó Briar.
-Todo ha quedado básicamente completo, estoy feliz por esto

-Buen dia tia- correspondí

-Hola Briar- murmuró papá. -¿Saben donde está Billy?

Han pasado varios dias desde que visitamos el gran casino, hoy finalmente llegó el fabuloso dia, va, todos los dias son fabulosos en la mansión pero este dia está cerca de ser una fecha festiva en el calendario nacional. El plan está listo, bueno tenemos un pequeño inconveniente, pequeñisimo en realidad: Kenia Viats.
Nos sorprendió muchisimo ver a Leo y a Kenia sentados en una de las elegantes mesas del lugar el mismo dia en que robé varias miradas con mi atuendo color mostaza. Parecian estar muy ocupados hablando sobre algo, porque pasamos totalmente desapersividos de sus ojos. Después de esa noche Joel ha seguido cubriendo las entradas del lugar, y para nuestra sorpresa ellos siguen yendo. Le dí mil vueltas al asunto y llego al mismo punto: Planean lo mismo que nosotros. Pero mi padre se niega a creerlo, pero la astucia que yo manejo me ha permitido decifrar hasta la mas inocente mirada, cosa que Briar me ayudó a perfeccionar claro.
Y hoy que vamos a ir, no puedo dejar de pensar que nos chocaremos con mi hermana y sus aliados.

-Aqui estoy, buenos dias a todos

Lo vi llegar con un aire muy preocupado, a pesar de que intentó desviar mi mirada, no pudo. Se sentó en una de las sillas, tomó su rostro con sus manos, jaló su pelo con desesperación.

Empiezas asustarme imbécil.

-Joel escuchó hablando a Dilan con Kenia- escupió sin pensar mas. -Anoche mientras vigilabamos las entradas, fui por una hamburguesas y al llegar el auto ya no estaba, bueno salí en busca de el y cuan..

-¡Habla ya, maldita sea Billy, termina ya!- le cortó mi padre

-Esta noche iran hacer lo mismo que nosotros, a la misma hora, en el mismo lugar, con el mismo objetivo

Todo pasó muy rápido, de un momento a otro vi la vajilla tirada en el cespéd, salió disparada a causa del jalón que mi padre le dió al mantel. Briar llevo sus manos a su boca en señal de sorpresa, Billy retrocedió unos pasos, ambos parecian asustados, todo lo contrario de mi, pues clavé mis ojos en mi padre con gestos desafiantes.

-¡Te lo dije!- escupí con rabia. Empecé acercarme a pasos agigantados
-Mirame, papá- tomé su menton obligandolo a mirarme. -Mirame y escuchame papá, te lo advertí, vi varias veces en Kenia esa mirada, esa maldita mirada

Lo solté y me aproximé a Briar, cuando estuve frente a ella, la tomé por los brazos y la sacudí con fuerza.

-Mirame tu también, te lo dije

-¿Cómo estás tan seguro?- Preguntó mi padre mirando a Billy, el cual se encontraba observando la escena impactado

-Señor, escuche y mire esto- dijo sacando su movil y ubicando un video en el. Efectivamente Kenia salia hablando del tema con Dilan. Se quedaron totalmente paralizados, menos yo, yo lo sabía, yo se los dije.

El desayuno se arruinó, todos salieron dispersados cada cual a su lado para planear supongo. Y yo me quedé hablando sola, Billy quiso acompañarme pero no se lo permití. Necesitaba tiempo, queria ubicarme, nuestro plan estaba bueno, pero quien sabe el de mi hermana estaba mejor, aunque no lo creo, nunca la dejé involucrarse en mis andanzas, pero si lo vemos desde otro punto de vista las ratas de Leo y Dilan pudieron hacer algo sorprendente.

Me subí al auto negro que mi padre me regalo por mis 22 años, que hasta el momento no habia podido usar como se debe. Salí disparada de la mansión. Al dar la vuelta para salir, mi novio me interceptó con la intención de detemerme pero lo ignoré y salí sin mirar atras. Alcancé a oir que gritó un "Mi amor, no has desayunado", pero eso no me detuvo.

Estuve hasta el medio dia rodando por la ciudad, me quedé en un parque bastante colorido y llenos de niños, pensando y aclarando mis dudas sobre ir o no al casino. Al ver todo ese acojedor ambiente mis ojos se llenaron de lágrimas. Muchas veces imaginé a papá y a mamá jugando a la pelota en un lugar como este, me hubiera gustado ver a mi padre riendo con mi madre, pero como ya lo he dicho: Para mi, la vida tiró a matar.
Mi destino y el de mi hermana fue otro, jamás pudimos compartir algo asi de bonito, asi de familiar e intimo. Sequé mis lágrimas y me dije a mi misma que fui hecha para ganar, para ser fuerte. Nada ni nadie podría conmigo, sería como un roble, asi de fuerte. Me puse de pie, y me encaminé hacia el auto, con los ojos hinchados de tanto llorar, y la nariz llena de mocos, me dispuse a volver y a dejarles claro que esta simpleza no iba acabar con una chica yo.

-Hola Joyce, todos aquí estabamos preocupados por ti- saludó Joel.

Joel es un gran amigo, para mi, y más para Billy, parte de toda esta locura de ser novios de la debemos a el. Es una persona que vale la pena conocer, y cuando digo conocer me refiero a compartir, explorar, indagar, en fin.. ser amigos, de verdad. Un amigo leal, amigo que no falla ni deja caer, Joel es ese tipo de hombre a quien siendo tu amigo, consideras tu hermano. Y vaya que le agradezco a su mamá haberle criado de esta manera. Saludos señora Antonia.

-Soy Joyce Viats ¿no?- sonreí. -Preparate Joel, esta noche es nuestra

-Lloraste, y no lo vayas a negar mariposa

-Si, lloré pero ya pasó. Volví Joel, unas horas bastaron para pensar bien, y tengo bien claro lo que haremos

-Dime que iras y le harás la guerra a Kenia- afirmó ansioso, con un gesto gracioso, por un momento quise reirme pero eso le quitaria lo mafioso al asunto

-Ya te dije Joel, abrochate el cinturon que lo que se viene es una bomba- respondí desafiante

-Te amo Joyce, eres mi idola

-Te amo Joel, apurate