Cápitulo 13

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POV KENIA

-Basta, basta de tonterias Dilan, Kenia se quedará aquí conmigo, si no lo aceptas, me iré con ella- Oí decir a Leo

-Eres un idiota, ¿como vas a mantener a esa niña? Los dos son unos niños, ella debe regresar con su familia. Jamás tuve problemas con los Viats como para que ahora dos mocosos calenturientos vayan a formar distorsiones en mis negocios con Max Viats, asi que Kenia debe irse de aqui- gritó Dilan aún más furioso

-No somos unos niños, queremos y vamos a entrar en el negocio- se defendió Leo

Aproveché el silencio que se formo por un instante para aparecer en la sala, los miré fijamente a ambos y por la cara que pusieron debieron asustarse mucho y no los culpo llevaba un par de semanas en la casa de Leo y nada fue fácil, estaba desmaquillada, con una camisa de Leo y su pantaloneta, mi ropa interior estaba siendo lavada y secada con fuego de la cocina. Era un desastre, toda desaliñada, y fea, todo hay que decirlo.

-Ve a dormir Kenia, Leo ya va- me dijo Dilan más calmado, obviamente sintió pena por mi

-Vamos princesa, tenemos que hablar- dijo Leo y tomó mi mano para dirigirnos a su cuarto que ahora era el mio también.

Sacó una funda del armario y se sentó junto a mi en la cama, estaba a punto de llorar, cada pelea que tenian por mi culpa me hacia querer volver arrepentida a la casa de Briar, junto a mi padre donde nada me faltaba. Extendió sus manos dandome un vestido hermoso color azul, largo, y con una leve abertura en un lateral, strapper. Perfecto. Ropa interior nueva, y unos zapatos plateados, no muy altos. Perfectos también.

-Mañana haremos un trabajo Kenia- me dijo. -Te prometo que todo saldrá bien ¿ok? Perdoname por todo esto que te he hecho pasar, pero yo no...

-No contabas con que Dilan no estaria de acuerdo- le interrumpí. -Y me votara de su casa, entiendo

-Perdoname Kenia, te juro que no fue esta mi intención

Se notaba realmente triste, igual y si era cierto lo que Dilan decia, solo somos dos niños queriendo pasar por encima de todos. Y es que no lo acepto,  maldita sea, ¿porque Joyce a mi edad hacia las cosas que yo no puedo hacer? La noche en que llegué a casa de Leo, me recibió Dilan, pues llegué antes que Leo el cual recién salía de mi casa. Lo esperé ahi, Dilan dijo que solo un par de dias, pero ahora estabamos ya dos semanas aquí, juntos, como pareja, cosa que no somos y estamos lejos de serlo, o eso pensé. Me abrazó fuerte y nos acostamos, mirando para el techo, muy timidos como las noches anteriores, a pesar de ser quien era, Leo me respetaba demasiado, cosa que agradezco porque no queria sentirme presionada.

-Hablame del plan- dije, rompiendo el silencio

-Ah si, perdón, estaba distraido- le sonreí. -Mañana iremos a un bar Kenia, quiero que envuelvas a el dueño del lugar, debes llegar hasta su oficina

-¿Que quieres decir con que envuelva? Yo no puedo envolver a nadie- respondí a la defensiva, muy asustada para decir la verdad

-Kenia, tienes que hacerlo. En su oficina hay una caja fuerte y se la clave, solo debes envolverlo y al llegar ahi, lo duermes con esto- me dió una fundita con un polvo amarillento. -Entraré yo y tomaré el dinero, nos iremos y todo estará bien ¿de acuerdo?

-¿Como sabes que es la clave? ¿Y sus guardias? ¿Y si abusa de mi antes de que se duerma? ¿Y si no llegas pronto? ¿Y si me toca?- grité fuerte, mis lágrimas empezaron a salir.
Justo ahora esta odiando más a Joyce, al decirme esto, Leo me estaba dando a entender lo que a diario hacia mi hermana para que yo viva como vivía. Con los juguetes más caros, la ropa más linda, las vacaciones de ensueños y todos los lujos que me dió desde que fui una niña. La odiaba por amarme tanto, la odiaba por no ser valiente como ella, justo ahora la odiaba más que núnca.

Papá, ¿ya nos vamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora