Nochu

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Jimin es un chico normal de quince años de edad, él no considera su vida interesante, de hecho no suele ser una persona muy popular pero así se sentía bien. No necesitaba tener muchos amigos ni chicas detrás de él para ser feliz.

– ¡Jimin!

Ese era Jungkook. Actualmente y para su suerte estudiaba en el mismo salón que él a pesar de ser dos años menor que Park pero, ¿qué hacía Jungkook de tan sólo trece años en primer semestre de preparatoria? Fácil, sus padres lo metieron muy pequeño a la escuela debido a su grado de "inteligencia", pero también cuando iba en tercer grado de primaria, sus conocimientos eran los mismos a los de un niño de cuarto año, razón por la cual fue cambiado de salón y ahí fue cuando conoció a Jimin.

La primera vez que entró a su nuevo salón de clases le llamó la atención un pequeño rubio con mofletes rechonchos y labios carnosos, ojos rasgados de color miel, y piel blanquecina. Era hermoso.

Jungkook siempre era muy atento en las clases, siempre participaba y se sentaba en el asiento de la fila de enmedio hasta enfrente mientras que a su lado derecho se encontraba la persona más hermosa del mundo- a parte de su madre- para él.

Hablarle al rubio fue muy sencillo, pues él es ese tipo de personas que pueden entablar una buena conversación con alguien. Al principio Jimin le hacía caso y hasta lo consideraba su amigo pero luego llegaba a ser muy celoso cuando lo veía con sus otros amigos, especialmente Taehyung, un chico de otro salón muy popular debido a su característica personalidad "4D" además de que era muy sociable. A pesar de que Jimin se enojaba con el menor, Jungkook jamás dejó de quererlo ni dejar de demostrarlo abiertamente, cosa que a Jimin no le gustaba e incluso le parecía molesto.

– ¿Ahora qué quieres Kook?– Dijo con poco interés.

– Te invito a...– El castaño estaba a punto de terminar su frase, pero una tercera voz lo interrumpió.

– Jimin.

– Hola Taemin.– Respondió sonriente.

– ¿Te gustaría ir al baile conmigo de este viernes?

– Yo le iba a decir prim...- Intentó de hablar Jungkook, pero nuevamente fue interrumpido.

– Me encantaría.

– Genial, entonces paso por ti, ¿de acuerdo?

– Claro.

El chico de cabellos rubios se marchó dejando a Jimin con una boba sonrisa de oreja a oreja.

– Es increíble. Jungkook ¿escuchaste lo que Taemin acaba de decirme?– Preguntó con emoción poniendo sus manos en los hombros del menor, quien asintió al recibir esa pregunta.– Es hermoso. Taemin y yo en un baile. El primero de hecho...– Susurró con un leve sonrojo.

– ¿Te gusta Taemin?– Se atrevió a decir encarnando una ceja.

– Así es.– Respondió inmediatamente.– Oh, pero es un secreto.– Puso su dedo índice en sus labios mientras guiñaba su ojo y para Jungkook era la mejor imagen que había visto el día de hoy, era una lástima que Jimin se ponía así por Taemin.

– Comprendo.– Sus ánimos se le bajaron al instante, eso era muy notable por el tono de su voz tan decaído a comparación de cómo había actuado cuando recién saludaba a su hyung.

– A propósito, ¿me ibas a decir algo?

– Yo... Umm no.– Murmuró cabizbajo.

– ¿Seguro? Por cierto, ¿irás al baile?

– No.– Sonrió ladeado mirando al chico.

– ¿Y por qué?

– Me aburren esas cosas.

Gҽƚ αɯαყ || Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora