Gҽƚ αɯαყ || Kookmin

Celos

Al amanecer Jimin revisó su celular, y se dió cuenta que tenía varios mensajes por parte de Taehyung quien le había mandado el link de una noticia en la que aparentemente confirmaba que Jungkook y él no estaban en una relación romántica junto con un audio de lo que dijo Jungkook.

Después de que Jimin terminara de leer aquél gran artículo, se quedó asombrado. Eso quería decir que Jungkook ya no tenía aquellos sentimientos hacia él.

Estaba muy feliz, pues según él se había quitado "un peso de encima".

No es como si Jimin odiara al menor, simplemente que de alguna manera ya se le comenzaba a hacer molesto tener que lidiar con él. Siempre le hacía pasar muchas vergüenzas y no es como que Jimin quiera que las demás personas los miraran como una pareja. O eso era lo que él pensaba, por el momento simplemente esperaba que el lunes todo marchara bien.

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Era una lastima que no fuera así, pues el lunes Jimin al entrar a la escuela se topó con Taemin besando a un chico pelinaranja, suponía que probablemente era su pareja del viernes.

Sintió como su pecho se comprimía, debía de admitir que eso había dolido demasiado, por lo que simplemente se retiró de ahí rápidamente.

Había llegado treinta minutos antes así que tomó asiento afuera de su salón donde pudo visualizar al castaño tomando fotografías ahora a Hoseok.

No sabía que era ese sentimiento pero en sus pensamientos jamás llegó la idea de que aquello eran celos al ver al chico muy cerca de Jungkook con una enorme sonrisa.

Desvió su mirada y al ver que ya habían abierto la puerta de su salón, decidió meterse para así no mirar más a Jungkook.

– Jimin.– Habló una chica una vez la clase concluida.

– ¿Qué pasó, Nayeon?

– ¿Es verdad que tú y Jungkook no están saliendo?– Preguntó con interés.

– ¿Acaso eso te importa?– Respondió indiferente pero luego se sorprendió. Él normalmente respondería que no eran pareja, pero ni él mismo sabía por qué no lo había negado al instante.

– Ya te dije que no lo somos.– Intervino una tercera voz con una falsa sonrisa y mirada rota.

– Entonces Jungkookie...– La chica se acercó atrevidamente a Jungkook y Jimin frunció su ceño desviando su mirada.– ¿Me podrías dar tu número de teléfono para conocernos mejor?

– Me parece bien.– El chico sonrió y cuando estaba a punto de dictar su número, Jimin inmediatamente lo apartó de la chica.

– Somos novios.

Los ojos de Jungkook se abrieron como platos, mientras Nayeon frunció ligeramente su ceño.

– Sólo que es un secreto.– Nayeon asintió comprensiva y antes de que Jungkook pudiera hablar, la chica se retiró.

Jungkook miró a Jimin buscando alguna explicación, pero el mayor sólo caminó hacia la salida.

– ¿Podrías dejar de jugar con mi corazón?– Habló Jungkook lo suficientemente alto para que el mayor lo escuchara. Ahora se encontraban únicamente los dos, pues el profesor al indicar que ya se podían retirar ocasionó que prácticamente los alumnos salieran corriendo y el maestro no tardó en salir, pues al parecer le había surgido una emergencia.

– ¿Qué?– Dijo Park deteniéndose para mirar a Jungkook.

– Se supone que me odias.– Sonrió ladino con sus ojos ligeramente cristalinos. Se maldijo mentalmente al sentir sus lágrimas caer.

– Kook, no te odio.–Jimin se acercó a él.– Yo... Lo siento, no era mi intención decirte eso. Eres una persona muy importante para mí aunque jamás te lo haya dicho.– Las mejillas de Jimin fácilmente podían ser comparadas con un tomate.

– Pero soy molesto.– Confesó Jungkook retirando sus lágrimas.– Siempre estoy detrás de tí y eso realmente fastidia.

– No eres molesto, Kookie. Yo diría más bien qué eres muy tierno. Me gusta tu presencia, siempre tratas de sacarme una sonrisa y estás conmigo en los momentos donde lo único que quiero hacer es desaparecer. Me haces sentir querido.– Confesó Jimin, él no solía decir ese tipo de cosas, pero era momento de hacerlo.

Jungkook sonrió tiernamente para después abrazar a Jimin y sentir como éste le correspondía.

– ¿Me quieres?– Preguntó el menor tímidamente.

– Te quiero, Jungkook.– Respondió Jimin dejando un tierno besito en la mejilla del más alto acelerando el corazón de ambos.

Al fin de cuentas Jimin decidió hacerle caso a su corazón y no decirle palabras hirientes a la persona que lo hacía sentir bien.

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– No. ¡Mal! Por favor, detengan la música.– Dijo el profesor del taller de danza con una mirada furiosa, Jimin lo miraba confuso luego de que uno de los alumnos le pusiera pausa a la canción

– ¿Hay algún problema, maestro?– Preguntó Park.

– Tú eres el problema. Vas descoordinado, ¿Has estado ensayando o en verdad bailas fatal?– Los chicos y chicas del taller rieron con burla, pero Jimin únicamente apretó sus puños. No era la primera vez que recibía este tipo de llamadas de atención por parte del maestro Choi.

– Créame que hago lo mejor que puedo.– Y era verdad, en su mente Jimin bailaba perfectamente bien, ¿cuál era el problema?

– ¿Realmente es lo mejor que puedes?- Dijo el profesor con una sonrisa irónica.– ¿Por qué escogiste este taller?

– Porque me apasiona mucho la danza. Es algo que realmente me gusta hacer.– Jimin tenía plantada una hermosa sonrisa de oreja a oreja.

– Pues no parece.– Dijo fríamente.– Y no participarás en la presentación final que se hará en la explanada si no tienes esa coreografía perfectamente pulida y bien coordinada.

– Profesor, yo digo que para qué perder el tiempo cuando fácilmente puede no presentarse.– Habló una chica y Jimin frunció su ceño.

– Tendrá una última oportunidad.– Dijo el profesor para después mirar a Jimin.– Si la coreografía no está bien para este viernes, no participas.– Dijo amenazante intimidando a Jimin quien inmediatamente asintió.– Pues largo, tienes mucho que practicar.– Dijo seco y Jimin le hubiera respondido sino fuera porque es su profesor a quien debía de "respetar". Sin más salió a zancadas azotando la puerta sin mirar atrás.