Borrador IX: Humanamente piedra.

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La percepción taciturna de un mundo comenzó desde que nuestras yemas probaron un rastro de aire en las paredes de una común existencia en esta sólida luz; pasado que heredamos. Era de texturas donde nunca sentimos la ignorancia de aquellos que tomaron masa luminosa y petrificaron nuestro olvido. Cuando éramos uno sólo en la revolvedora; vientre de pensamientos no natos que trazó el contorno de dos siluetas en el polvo que mezcla la existencia que desconocen.

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