- ¡Scott! - gritó el profesor de biología, alcé los ojos para mirarle - ¿Le parece aburrida la clase? - preguntó mirándome enojado
- Yo no diría aburrida - contesté - más bien, poco instructiva - sonreí inocentemente
- Pues, esto es lo que este año toca dar pero si le parece poco instructiva podría hablar con el rector para que le cambie de asignatura
- Sabe, ya lo he intentado más de una vez pero no me ha hecho caso - puse mi lápiz encima del libro que estaba abierto - oh, vamos Mcnovan, esta vez no estaba haciendo nada para que se moleste
- ¿Nada? - preguntó incrédulo y sacó mi cuaderno de dibujo que tenía bajo el libro de biología - pues yo creo que al rector le va a encantar ver sus dibujos que hace en esta hora
- ¿Usted cree? - dije sorprendida - bueno, tampoco soy tan buena dibujante
- ¡Scott, al rectorado ahora! - gritó más fuerte - y muéstrele sus dibujos
- Pero si no estaba haciendo....
- ¡Dije ahora! Y espero no volverla a ver en mi clase hasta que tenga ganas de atender
- Vamos Mcnovan, si usted bien sabe que lo que esta dando, nosotros sabemos más que usted - sonreí y miré a la pizarra donde estaba el título de "Sexualidad"
- ¡Scott, no haga que le ponga una sanción! - dijo exasperado
- ¿Chicos, quién no sabe cómo hacer un bebé? - pregunté en voz más alta, miré a mi profesor que estaba con la cara roja de la ira y mis compañeros soltaron pequeñas risitas - ya ve, yo creo que todos saben eso - sonreí tratando de contenerme la carcajada que estaba por salir
- ¡Al rectorado! ¡Ahora!
- Está bien, ya me voy - dije colocándome la mochila en mi hombro - no se enoje, Mcnovan
Salí del salón y solté una carcajada, es tan fácil hacer que se enoje Mcnovan, caminé por los pasillos hasta llegar al rectorado, entré y vi que estaba la secretaria haciendo algo en la computadora.
- Hola Eli - saludé con una sonrisa lo más inocente que pude
- Hola Casandra - me miró y vi que sus ojos me sonrieron
- ¿Está Marco? - pregunté señalando con la cabeza a la puerta del rectorado
- Si y ¿ahora qué hiciste?
- Nada importante - respondí encogiéndome de hombros
- Pasa, Cas
- Gracias - toqué la puerta un par de veces y la abrí luego de que escuché un pase desde adentro
- Casandra - dijo mirándome reprobadoramente el rector y luego suspiró cansado - ¿Qué hiciste ahora?
- Es que no le puedo visitar - respondí sonriendo
- A esta hora no, todos están en clase - me miró con una ceja enarcada y yo sonreí de lado - ya, suéltalo, ¿qué hiciste?
- Es que estaba en clase de biología y estaban dando sobre sexualidad - le miré a sus ojos castaños - y yo me aburrí ya que yo ya sé sobre eso y me puse a dibujar... - no me dejó terminar ya que él habló
- Y supongo que el profesor te llamó la atención y te mando para acá, ¿no?
- Si y fin de la historia
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La Princesa del Infierno
De TodoCasandra siempre pensó que su mejor amigo a veces se comportaba raro, porque parecía que a él no le importaba su vida mientras ella estuviera a salvo. ¿A qué grado llegaba su amistad para qué él siempre estuviera pendiente de ella como su guardaespa...