Capítulo 3

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Busco con la mirada a mis hermanas sin éxito alguno.

Max "el chico de ceremonias" y su famosa ruleta se coloca delante de las dos motos, de Sting y mía. Comienza ha hablar:

—Una bella mano inocente por favor. —una chica de pelo blanco y ojos azules se acerca al chico.— Gracias Lisanna, por favor mueve la ruleta.

Esto es de siempre. Una chica gira la ruleta en ella se decide si conducimos con una pierna menos, un brazo menos o ciertos tramos taparnos los ojos o por parejas y que conduzca el que va detrás pero nunca a la vez. Muchas veces han muerto personas una de las razones es porque nos obligan a quitarnos los cascos, pero por lo que a mí respecta no he tenido ningún accidente.

—¡Por parejas! —grita Max sacándome de mis pensamientos.

Como todos los viernes que nos toca correr por parejas las motos de los chicos se llenan en menos de un minuto. Por el contrario las motos de las chicas tardan en llenarse y sobre todo la mía, todo el mundo sabe que lo doy todo por ganar y que pueden morir al subirse a mi moto.

—¡Venga que necesitamos empezar!

Siento un peso detrás de mí y un torso cálido en mi espalda.

—Hola grosera. —me habla con una voz seductora que hace que mi pulso se disparé. Okey yo lo invité a venir pero no tenía que subirse a mi moto, está muy cerca.

—¡Fuera cascos! —me quito el casco y miro a quien dárselo no me queda de otra que dárselo al hermano de pelo rosado de Gajeel.— Escuchad las reglas. El motorista arranca y conduce cuando suene la bocina la pareja coge el manillar pero antes el motorista tiene que soltarlo. 2 vueltas de ida y vuelta

—El manillar va a estar suelto por unos segundos. —afirma Gajeel detrás  de mí.

—Esa es la gracia.

—¡Preparen motores!

El chico sale de la pista y solo se queda Lisanna con un pañuelo en alto. Hago rugir el motor deseosa de mis 1500€ semanales.

En cuanto baja el pañuelo suelto el freno y salimos los primeros disparados. Él se agarra a mi cintura con fuerza, puedo sentir su fibroso cuerpo contra el mío y puedo jurar que eso hace que mi temperatura corporal suba unos grados. Pongo la moto a lo máximo que da al mirar por los retrovisores me doy cuenta que Elfman intenta adelantarnos y me coloco delante suya. Justo cuando pasamos la mitad del circuito la bocina suena suelto el manillar y coloco mis manos en su nuca mientras él las coloca en el manillar. Escuchamos un golpe.

—No mires atrás. —le digo mirando hacia delante y manteniendo su cabeza al frente.

—¿Hay que pasar por detrás de ese poste? —pregunta mirando hacia adelante.

—Sí.

Justo en la curva de vuelta suena la bocina. Coloco una pierna en suelo cuando él suelta el manillar y bajo mis manos al manillar. Vuelvo a subir la pierna y noto como me arde la suela de la bota. Esquivo a Rogue que venía de frente llego al punto de salida. Al dar la vuelta veo a Sting dando la vuelta para la venida.

—Vamos a cambiar de puestos. —le informo. Creo que no ha entendido la gravedad del asunto. — Sin parar la moto.

Noto como se tensa detrás de mí pero creo que se va a sentir más seguro delante. Levanto las piernas y me siento como una india. Me pongo de pie mientras mantengo la mirada en el frente. Hago el pino sobre el manillar intento levantar la rueda y con el impulso me coloco detrás de él soltando el manillar y vuelvo a cogerlo por los lados de Gajeel. La gente grita mi nombre. Vuelve a sonar la bocina y aprovecho para ponerme de rodillas para poder ver mejor. Justo cuando vamos a coger la curva la bocina suena y me pasan en mi turno. Muevo el manillar de un lado a otro para perder el control. Freno lo mínimo y en mitad de la curva vuelvo a subir el motor al máximo en plena curva y salimos de ella más rápido de lo normal. Antes de llegar todo el mundo celebra mi victoria.

Al llegar mis hermanas me abrazan con lágrimas en sus mejillas. Tirándome de la moto, me ayudan a levantarme y me dan mi dinero. Me bañan en cerveza.

Desde ese momento la noche se vuelve borrosa, echo la culpa al alcohol.

Me levanto de la cama blandita y me quedo pálida al no reconocer esta habitación. Y para colmo estoy completamente desnuda. Me levanto de la cama y busco mi ropa para acabar encontrando un condón usado.

Maldigo a la bebida mil y una veces.

Consigo ponerme mi ropa excepto mi tanga que no lo encuentro.

Salgo de la habitación y en cuanto piso el pasillo me muero de vergüenza al encontrarme a los hermanos de Gajeel con unas sillas de jardín comiendo palomitas.

Creo que me estaban esperando.

—Ehm Hola. —saludo algo incómoda.

—Hola. —contestan a la vez.

Una de las puertas se abre y veo a Gajeel con una toalla en la cintura.

—¿Sabes? Todavía no me sé tu nombre y nos hemos acostado. —me llevo la mano a la cabeza confundida.

—Tengo que irme. ¿Mi moto?

—Aparcada en el jardín.

Salgo por la puerta casi corriendo y me subo en la moto viendo como Gajeel está en la puerta mirándome sonriendo. ¿Por qué tengo el presentimiento de que me voy a arrepentir de esto?

Al llegar a mi casa dejo el dinero, las llaves de la moto sobre la mesa y me tumbo en el sofá.

Me he acostado con un chico que no conozco de nada. Por dios que pasó, necesito saberlo. Me concentro intentando recordar, besos contra la pared y subida en el escritorio de su habitación, él entre mis piernas desnudas.

—¡Levy! —un grito me trae de vueltas de mis recuerdos pervertidos. Abro los ojos, me encuentro a mis hermanas y mi madre

—¿Dónde has pasado la noche? —me pregunta mi madre muy enfadada. La miro con una expresión aburrida.

—No te importa. —digo mirando la mesa vacía. Ahí estaba el dinero y las llaves ¿no?

—Pues hasta que no me lo digas no vas a volver a coger la moto. —dice mostrándome las llaves y subiendo las escaleras.

Me levanto para seguirla pero mis hermanas me agarran, hecho que solo aumenta mi furia.

—Dejadme que la mato. —digo tirando para que me suelten.

—Levy, es tu madre tiene derecho a saber dónde y con quién has estado. —refunfuño recostándome en el sofá.

La miro y suspiro.

—Tenemos qué decirte algo importante. —Lucy hace una pausa dramática.— Estamos en guerra.

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¡Hola mis queridos lectores!

¿Qué tal?  ¿Les gustó? ¡Con esto me refería a más humanos! Nosotros los humanos cometemos errores y mis queridos amigos lo que ha hecho Levy es un ERROR.

Pude editar este capítulo entre descansos wuajajaja soy una genia.

Nos vemos cuando pueda.

Saludos y besos de Noa-chan

Chicos vs ChicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora