Capítulo 10 (2/3)

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Me siento al final de la clase. Junto con mi hermana, Juvia. Saco el archivador y Juvia pone el libro en medio.

—Hoy vamos a hablar de vosotros, de vuestros gustos literarios. —nos dice la profesora Minerva.— Empecemos por su libro favorito.

Después de que toda la clase dijera su libro favorito le llega el turno a mi hermana dice un libro típico de amor "Cumbres borrascosas". Y yo digo "Drácula".

—Bueno ahora seguramente nadie haya leído uno pero aún así me voy a arriesgar. —hace una pausa dramática.— Poema favorito.

Todos se quedan en silencio y mi voz se alza sobre ese silencio:

—Déjame en paz, Amor tirano. —todos me miran sorprendidos y cuando digo el autor ahogan una exclamación.— Luis de Góngora.

Era el poema favorito de mi padre y que ahora había pasado a ser el mío.

—¿Podrías recitar algunos versos? —me pregunta la profesora.

Asiento y pienso en esos versos que se quedaron marcados a fuego en mi corazón. Veo como muchos sacan el móvil para grabar por debajo de la mesa pero me concentro en el hermano de Gajeel que está con su teléfono en la mano.

—"Amadores desdichados,
     que seguís malicia tal,
     decidme, ¿qué buena guía
     podéis de un ciego sacar?
     De un pájaro ¿qué firmeza?
    ¿Qué esperanza, de un rapaz?
¿Qué galardón, de un desnudo?
De un tirano ¿qué piedad?
Déjame en paz, Amor tirano,
Déjame en paz." *

Todos comienzan a aplaudir incluso la profesora.

—Esta clase era para concenciados de que vosotros los jóvenes deberíais leer más poesía. La verdad es que no creía que alguien hubiera leído poesía. Mucho menos uno de los grandes poetas. Este tema trata precisamente de poetas. Abran el libro por la página 20.

Veo a Juvia limpiarse las lágrimas coloco mi mano en su muslo y le doy un pequeño apretón de consuelo.

—Lo has recitado como él. —susurra con la voz quebrada.— Cada día te pareces más a él.

Trago saliva con dificultad

Aunque todos crean que voy de chica dura, la verdad es otra y es que solo he aprendido a ocultar mis sentimientos de las personas por dos motivos:

El primero no herir a las personas que tengo a mi alrededor. Me explico, pienso que tengo que ser fuerte para que mis hermanas puedan apoyarse en mí, si me pusiera a llorar y quejarme seguramente ellas no podrían apoyarse en mí.

El segundo motivo es que cuanto más muestras lo que sientes más facilidades le das a la gente para que te ataquen.

Después de Biología y Matemáticas toca el recreo. Al salir al patio busco a mis hermanas mientras como otra manzana, las encuentro sentadas en un banco con Jellal y el chico del pelo rosada que va a mi clase. A mí la verdad no me apetece estar con los hermanos perfectos después de la escena de esta mañana.

Antes de que me vean me largo y vuelvo a entrar al edificio. Encontrándome una escena de desagradable y propensa al vómito para estómagos sensibles. En un banco me encuentro a una chica en el regazo de Gajeel comiéndole la boca en plan "te toco la campanilla de la garganta" asqueroso. Para rematar la jugada son del grupo de Evergreen, decido alejarme antes de que me vea esa perra y seamos sinceros no estoy para pelearme con nadie con dos costillas en no muy buen estado.

No sé a dónde ir, así que me siento en el suelo al lado de los baños que para mí desgracia es el único sitio más calmado y saco mi teléfono.

Jet: "ya tienes reparada a tu bebé" 😜

Yo: "Llévala a mi casa sobre las 4 y nos damos una vuelta"

Jet: "Ok"

Una notificación salta en mi teléfono para un vídeo en directo en colaboración.

"Más de un mes sin saber de ti ¿Cómo está nuestra motera favorita? Creo que todos queremos saber cuando vas a volver a competir"

—Dentro de unas semanas.

"Danos más detalles. Necesitamos saber cuando vas a competir de nuevo con Jellal Fernández sois unos máquinas"

Así que Gajeel se apellida Fernández. Interesante información.

—No puedo decir más, tengo que irme. Gracias a toda la gente que se ha preocupado por mí y los que deseaban mi muerte que sepáis que se necesita más que una carrera para deshacedos de mí.

Cierro el directo justo cuando suena la campana para volver a clase. Después de otras tres horas de explicación en las que me las paso dormida:

—Levy. —el profesor de tecnología, Laxus me llama.

—Adelántate Juvia. —le digo a mi hermana mientras avanzo hacia el profesor.— Dígame profesor.

—Quiero ser claro contigo. —lo miro fijamente a los ojos. Cosa que nadie hace porque todos le temen.— No tengo nada con que evaluarte y el trimestre acaba en una semana. He pensado que hagas un trabajo de una maqueta de una ciudad y cada casa se tiene que iluminar cuanto más trabajado lo tengas más nota tendrás. —saca un papel de la carpeta y me lo da.— Hay tienes las instrucciones que tienes que seguir además del número personal de mi mejor alumno de último curso, él me informará del progreso también contará para la nota.

Miro el teléfono y solo pone Redfox con un número al lado. Pues no lo conozco.

—Gracias por la oportunidad.

La verdad es que prefiero esto a que me la suspendan directamente o me hagan evaluación continua como en las demás asignaturas.

Salgo de la clase y voy al aparcamiento donde no está nuestro coche. En cambio veo a Gajeel apoyado en el lateral de su coche mirando hacia mí.

Voy a matar a esas tres.

Saco de mi mochila las gafas de sol camino hacia él con la cabeza alta, a lo diva. Me meto en su coche mirando el papel que me ha dado el señor Laxus. Marco el número del chico y el móvil de Gajeel suena.

—Hola grosera. —dice con el aparato en su oreja y mirándome con una sonrisa arrogante.

De este imbécil depende mi nota

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¡Hola mis queridos lectores!

*Explicación del poema: el autor pregunta a los enamorados, que cómo puede fiarse de cupido que tiene una venda en los ojos y más referencias. Y dice que a él lo dejen en paz que no se enamora más.

¿Qué tal? ¿Les gustó? ¡Les toca un trabajo juntos! Mmmm se viene lo rico.

Nos vemos en unas horas.

Saludos y besos de Noa-chan.

Chicos vs ChicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora