Abro los ojos lentamente para encontrarme el techo blanco y la fea lámpara del salón de mi casa.
Me siento en el sillón y veo el gran problema.
—¿Estás embarazada? —pregunto con un hilo de voz.
—De seis meses. —dice sonriente acariciando su enorme barriga. Me acerca dos sobres. — Y me caso con Jellal
—¿Y el otro sobre? —digo mirando los dos sobres en mis manos.
—La boda de nuestra madre. —contesta Lucy sonriente pero en cuanto nota mi mueca de asco la borra.
—Iré a darme una ducha. —camino hacia la puerta principal.
—Gajeel te llevó la bolsa a tu habitación. —la voz de Juvia suena a mi espalda.
Salgo corriendo a mi habitación pero es tarde, veo a Gajeel con una sonrisa burlona en sus preciosos labios sentado en la cama con Gajeel Jr en la mano, mi vibrador, no entiendo porque me tuve que poner una etiqueta con su nombre.
—El tamaño no me hace justicia para nada. —dice mirándolo fijamente.
—No te creas... —se levanta de la cama y levanto una mano para que pare.— Prácticamente somos hermanastros.
Una sonrisa zurca su semblante y mi corazón se acelera desesperado por tenerlo cerca.
—Nena, si tengo que elegir entre que se casen o nosotros... —se acerca a mi hasta tenerme entre sus brazos para susurrarme al oído.— Nos elijo a nosotros mil veces.
—No hay ningún nosotros. —me separo con gran pesar de él.
—Si lo hay, pero no quieres verlo. —agarra mis mejillas y me mira directamente a los ojos.— ¿Qué te han hecho? Estás extraña.
Me doy un manotazo a su mano para que me suelte.
—Lárgate, quiero tomar una ducha.
Sin decir palabra sale de mi habitación y yo aprovecho para adentrarme en el baño, en cuanto observo la ducha un recuerdo llega a mi cabeza:
"Después de un largo día de estudiar y hacer deporte como si me fuera la vida en ello me apetecía tomarme una ducha. Me sorpresa fue enorme al darme cuenta que eran compartidas.
Al menos había 20 chicas desnudas ante mí. Intentaba taparme como podía.
Error.
Como los animales salvajes olieron mi miedo. En seguida me vi rodeada de 4 chicas más altas y más robustas que yo.
—Vaya un nuevo corderito. —dijo la chica de pelo castaño por aquel entonces no sabía que sería mi mayor enemiga, Minerva.
—Carne fresca en el rebaño. —dijo otra con el pelo verde. Bisca la mejor amiga de Minerva, igual de brujas pero no lo averigüé más tarde.
—OK, dejadme en paz. No quiero problemas. —dije apartando a Minerva para poder dirigirme a las duchas.
Con lo que no contaba es que esas chicas llevaban 2 años allí y estaban en una condición física muy por encima de la mía. Entre las dos me inmovilizaron, allí tumbada en el suelo sin poder hacer nada, me sentí humillada mientras tocaban mi cuerpo, reían, hacían fotos y arañaban mi santuario.
Mi primera ducha no fue nada agradable, cuando acabaron de humillarme no fui capaz de levantarme del suelo, todo mi cuerpo estaba entumecido.
Fue entonces que aparecieron mi salvación, Mirajane y su hermana ambas se sentaron a mi lado.
—Aquí es donde mejor se entiende la Ley de Darwin, o te adaptas o no te depara nada bueno. —dijo Lissana.
—Mi hermana tiene razón mantén un perfil bajo y sobrevive. —dijo Mirajane mientras me ayudaba a sentarme.
—¿Sabes? mi padre también me recordaba mucho esa Ley pero te diré lo mismo que le decía. Prefiero revolucionar todo y vivo de la forma que yo veo más correcta.
Después de eso me levanté. Sin saber que esa no sería la última vez que tuviera problemas con Minerva y su grupo."
Salgo de la ducha y me tumbo en la cama. Cuanta falta me hiciste Gajeel si tú hubieras estado conmigo hubiera sufrido muchísimo menos.
El móvil comienza a vibrar en mi mesita de noche y descuelgo sin mirar.
—Una carrera. —dice mi mejor amigo al otro lado de la línea.
—Hola Jet. Yo estoy bien ¿y tú? —le digo sonriendo al techo.
—Yo también estoy feliz. Hazme el favor de participar necesito ganar dinero y desde que no estás tú es imposible saber quién ganará. —hace una pausa. — No te volveré a pedir nada.
—Vale, pero tendremos que revisarme la moto lleva meses sin arrancarse. —le comento mientras me pongo una chaqueta y abrochando mis botas.
—Vale, traémela. —es lo que dice antes de colgar.
Bajo al salón y me encuentro con mis hermanas y mi madre.
—Levy tienes que conseguirte un vestido para la boda de mamá. —dice Erza y por su mirada sé que tengo que ir si o si.
—Lo haré. —digo sin más mientras camino hacia la puerta.
—La boda es el sábado. —me informa mi madre con un tonito que me gustaría arrancarle la cabeza.
Hoy es jueves lo que me indica que tengo solo un día para buscar vestido. Tiempo vs yo ¿Quién ganará?
Me colocó el casco y los guantes a continuación me subo en mi hermosura.
Salgo hacia la casa de Jet, en el camino el observo que la gente se me queda mirando incluso muchos parece hacerme fotos. A este paso toda la ciudad va saber que estoy aquí.
Al llegar casa de Jet toco el claxon para que abra la puerta del garaje. Una vez dentro mi increíble amigo me da un abrazo de oso que hace que mis pies se separen del suelo. Le cuento como he vivido en el internado mientras tensa la cadena y le mete presión a la rueda.
—Levy eres una monstrua, yo hubiera salido de allí el primer día vaya. —dice limpiandose sus manos llenas de grasa.— Esto está listo
—Nos vemos mañana en la carrera.
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¡Hola mis queridos lectores!
¿Qué tal? ¿les gustó?
Os quería informar de que está historia está llegando a su fin. Para que se hagan una idea la historia acabará en la boda de la madre de Levy.
La siguiente historia, la verdad es que no sé qué voy a hacer, la chica que me hacía las portadas cerró la cuenta y no me gusta subir la historia sin portada si saben de alguien que haga portadas o ustedes quieren intentarlo háganmelo saber.
De momento os dejaré el título '' El príncipe y la doncella'' ¿qué les parece? ¿Les suena interesante?
Nos leemos el sábado.
Saludos y besos de Noa-chan
