Aceptación【 Kth + Jjk 】

24.

—El bebé… supuestamente no tenía que—Solté un quejido mucho más fuerte que el anterior y toque mi vientre.— El doctor me había programado una cesárea dentro de 10 días, pero parece que no será así

Era horrible, sentía que el bebé quería salir pero no podía.
Tomé la mano de Kim, el cual se había agachado a mi lado.

—Llévame al hospital, por favor…—Cerré los ojos con fuerza y apreté su mano.

Kim no dijo ni una palabra y me alzó como si fuera una princesa para comenzar a bajar las escaleras lentamente y con muchisimo cuidado.
Hae no sabía que hacer, pero lo primero que creyó correcto fue el entrar al departamento, supongo que buscaría la llave y cerraría la puerta.

Al llegar al auto, me sentó en el asiento del acompañante y me colocó el cinturón de seguridad.
El dolor no cesaba y era cada vez más intenso.
Las lagrimas que caían de mis ojos y las del sudor se mezclaban en mis rojas mejillas.

Kim no tardo ni dos minutos en arrancar el auto y salir a toda velocidad hacía el hospital más cercano.

—Creo que destrozara mi estómago, esta desesperado—Mi llanto se hizo muy audible y con mi mano, podía sentir como los pies del bebé intentaban atravesar mi piel, quería salir a toda costa.

—Tranquilo, estamos a tan solo unas cuadras, resiste—Tomó mi mano suavemente y la acarició con sus dedos. Yo mientras tanto, cerraba mis ojos y movia mi cabeza de un lado para el otro, molesto.

Una vez que llegamos al hospital, el bajo corriendo a pedir una camilla en la cual trasladarme, y a los pocos minutos, yo ya me encontraba en ésta siendo llevado a una sala de operaciones.
Kim iba a mi lado y le preguntaba a los medicos si el podría entrar, pero le negaron la petición.

Me desperté de golpe, algo mareado, estaba en ese momento en el que recien despiertas y no entiendes ni en donde estás. Hasta que reaccione que había tenido un hijo y miré a mi costado.
A mi lado derecho se hallaba una pequeña cuna, em la cual había una gran manta que tapaba su contenido.
Me repuse y me senté como pude en la camilla para poder tener una mejor vista. Acerqué mi mano y corrí la mantilla.

Un bebé, un hermoso y sano bebé estaba recostado en el interior, tenía un pequeño mameluco celeste y dormia como todo un perezoso.
Lo tomé suavemente con mis manos y lo alce para ponermelo encima de mi regazo, colocando mi mano detras de su pequeña cabeza para que a éste no le molestara ni le hiciera mal.
Con la otra mano, tome su manito y la acaricie suavemente. Estaba todo rojo y su cabello se veía algo rubio, ya sabemos de quien saco eso.

La puerta de la habitación se abrió y pude ver a Kim, estaba ahí parado, tenía la boca abierta de asombro y sus cabellos despeinados, me daba risa.

—¿No quieres verlo? Es hermoso—Volví a mirar a mi bebé y me agache un poco para dejar un beso en su minúscula manito.

El se acercó lentamente, no dejaba de observar al bebé con deteñimiento, parecía como si le tuviera miedo.

—Es un bebé, no te hará daño—Solté en forma de broma.

No dijo ni una palabra.
Se sentó a mi lado, en el borde de la cama.

—¿Puedo… cargarlo?

—Claro, tienes derecho a hacerlo

Con cuidado, le pasé a mi hijo, el cual se removió un poco pero, al sentir que unos brazos lo rodeaban nuevamente, volvió a quedarse quieto.
Yo contemplaba la escena como si fuera un drama, Kim sonreía ante las pequeñas manitos y piecitos del recien nacido, se veía en paz, relajado, se sentía como si estuviera viendo a la persona que más ama en el mundo.

—¿Y que te parece? Tiene tu mismo cabello—Corte el silencio.

—Es… tan lindo, tan indefenso

—Creo que me he enamorado por segunda vez al verlo—Acomode su despeinado cabello con mi mano.

Kim lo acerco más a su rostro para poder dejar un beso en su mejillita.
Lo abrazó tanto que crei que no querría soltarlo nunca.

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¿Piensan que el bebé los va a unir más o los va a separar?

🖤 Los loveo