Aceptación【 Kth + Jjk 】

35.

No pasó mucho tiempo hasta que Kim apareció por detrás de él hombre y lo tomó del cuello de su remera para quitarlo de adentro del auto y tirarlo de espaldas para seguido, patearle el estómago, cosa que no me parecía bien porque pensando en que el hombre se veía como un vagabundo, quizás podía tener problemas y no sabía lo que hacía.

Me apresuré a bajar del auto y corrí hasta donde estaba el señor y me agaché a su lado para comenzar hablarle, debía ver si se encontraba bien. Kim me miraba como si yo no supiera lo que estaba haciendo, no me entendía.

—Dios, no puedes simplemente pegarle así, quizá es un sin hogar—Miré a Kim mientras intentaba ver si el hombre respondía bien.— ¿Señor? ¿Esta usted bien?

El hombre abrió los ojos y se sentó en el suelo mientras sobaba su estómago, al parecer claramente le dolía debido a la patada que recibió.
Se dio cuenta de que yo le estaba hablando y comenzó a decir cosas que no tenían sentido, no lograba entenderle porque además hablaba en voz baja.

—Lo siento, señor, ¿Ya me puedo ir? No llame a la policía... no, no la llame—Llevó sus manos a su cabeza y empezó a temblar.

El hombre se sentía mal por haberme asustado y yo me sentía mal porque lo había golpeado Kim, él no quería que yo llame a la policía pero de todos modos la llamé y le conté la situación y que lo ayudé.
Una vez que terminamos con el tema del señor éste, nos volvimos a subir al auto y continuamos con nuestro viaje, no sin antes revisar cómo estaba el bebé por las dudas.

Luego de una hora más de viaje, llegamos a la mansión del viejo, la cual me dejó increíblemente asombrado por su gran magnitud. Y uno comiendo comida chatarra en cuatro paredes que están a punto de caerse.

El personal de seguridad nos preguntó el apellido y luego llamo al dueño de casa para preguntarle si debía registrar nuestro auto, pero el viejo dijo que pasemos igual.

Bajamos de nuestro auto y llegó un chico joven a pedirnos las llaves, el lo iba a estacionar y cuidar toda la noche, algo que me pareció un poco exagerado debido a que nada le pasaría dentro de este terreno bien vigilado.

Ya cargando con mi bebé, me acerqué a Kim.

—Éste viejo esta forrado en dinero, es increíble

—¡Shh! ¿Puedes hablar más bajo?—Se dio la vuelta para mirarme y apretar uno de mis brazos.—Más te vale no arruinar esta noche- —Miré como tomaba mi brazo sin cuidado y el al parecer se dio cuenta que estaba siendo un poco rudo así que me soltó.—Mira, esto es una gran oportunidad para mi y mi trabajo, te traje porque a el señor le caíste bien, además no pasaré vergüenza solo recordando lo de los preservativos que metiste en nuestro carrito de compras

Quise soltar una carcajada al recordar lo de los preservativos, la verdad me había olvidado completamente que lo había hecho pasar por ese momento.
Kim me ignoró y puso sus ojos en blanco antes de dar unos pasos más y poder tocar la gran puerta de madera de roble que había frente a nosotros.

El señor mismo nos abrió la puerta con emoción y tenía  una gran sonrisa en su rostro, se veía que nos estaba esperando hace tiempo.
Nos hizo pasar y me quedé contemplando todo el lugar, las escaleras de mármol, las paredes con hermosos tapizados, el suelo reluciente con algunas alfombras y la increíble iluminación que había.
Estaba tan compenetrado que no me di cuenta que el señor me estaba hablando.

Kim me dio un codazo disimulado para que vuelva en mi.

—¿Cómo esta el pequeñito? ¿Su nombre es?—Tomó la mano del bebé.

—Se llama Kwan, ya está bastante grandecito desde que lo vio por última vez

—Oh, Kim, tienes una familia adorable, un hermoso hijo y un esposo increíble, y muy buen mozo por cierto—Kim me miró y yo solo pude sonrojarme debido a las palabras que el viejo dirigía hacia mí persona.—Bueno, pasen al comedor, ya casi va a estar servida la comida, el menú de hoy es platillos afrodisíacos

Seguimos al viejo hasta el comedor y nos ubicamos en nuestros asientos asignados con anticipación.
Habían muchísimos cubiertos y ni sabía para que se usaban, ¿Para qué diablos quiero 5 tenedores diferentes? Miré a Kim en busca de ayuda pero el estaba acomodando su corbata, una vez que capté su atención y su vista se cruzó con la mía, me tomó de la mano por debajo de la mesa y la colocó sobre su pierna para comenzar a darme unas pequeñas caricias, supongo que era su manera de decirme que me calme.
La verdad estaba muy nervioso.

Llegó la mujer de viejo a la habitación y con Kim nos paramos enseguida para saludarla. Ella se veía muy joven para la edad que seguro tenía.
Le indicó a una chica de la servidumbre que se encargara de cuidar a mi hijo por esta cena, así podríamos comer en paz, igual en una hora debía darle su leche así que la tendría vigilada.

Nos volvimos a sentar y los dueños de casa nos imitaron.
La mujer aplaudió y una cantidad de empleados entraron desde la cocina con platos en sus manos.
Apenas llegaron a la mesa, lo primero que hice fue sentir el olor de la comida, el cual se podía sentir desde que llegaron a la habitación.
El viejo me miró de manera extraña pero yo solo le sonrei de manera forzada por la vergüenza de que me haya visto hacer eso.

Pasaron 45 minutos, ya todos habíamos comido nuestro plato de entrada, el principal y el postre, y la verdad ya estaba casi por explotar, parecía un embarazado nuevamente.

Comencé a sentir calor por el cuerpo y sacudí mis manos cerca de mi cara para darme un poco de aire, ¿Otra vez me estaba por bajar la presión?

Me disculpé y me levanté de la mesa para poder ir a donde mi bebé, ya necesitaba tomar su leche o se le pasaría la hora y luego no podría hacerlo parar de llorar.