32.

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—¿Qué, porque no?—Lo miré confundido y fruncí mi ceño.

—Porque no, en verdad no se como estás mentalmente luego de todo eso que hiciste y sufriste, no puedo dejar que te lleves al bebé, quien sabe lo que puede pasar

Me levanté rápidamente de la cama, me sentía ofendido por las cosas que estaba diciendo de mí estabilidad mental.

—¡Eres un idiota!

—Lo se—Me respondió con total sinceridad y el tambien se levantó de la cama para acercarse a mí.—Te quedaras aquí en mi departamento por un tiempo, hasta que yo vea que estas progresando

—¿Qué? ¿Quedarme aquí? ¿Esa te parece la mejor opción?

— Si, así podré cuidarte a ti y al bebé

—¿Cuidarme? Si tu fuiste el primero en arruinar todo lo que tenía, ¿Y encima ahora dices que quieres cuidar al bebé cuando nunca le diste importancia y intentaste hacerle daño?

—No lo sé, yo no fui el que le pegó en la cara—Cruzó sus brazos y caminó hasta la puerta de la habitación para cerrarla con pestillo.—Te quedaras aquí y punto final

—¿Y tu estupida prometida que? ¿Ella no te dirá nada?

—No porque está de viaje, y jamás se enterará, llega dentro de unas semanas—Comenzó a mover sus dedos inquietamente y cerró sus ojos mientras dejaba que un leve suspiro se escape de entre sus labios semi abiertos.—Eso no importa, no me hables de ella ahora

—Eres un asqueroso, odio a la gente que es infiel—Miré al bebé y comencé a mecer mis brazos un poco para intentar hacer que quede dormido.

—¿Te crees que soy el único en esta pareja que le es infiel al otro? Te equivocas, ella no está en un viaje de familia como dice, y lo sé, está con su amante

—Como…—Me quedé pensando en la situación, ambos saben que están siendo engañados pero no dicen nada y siguen estando juntos a pesar de eso.—No lo logro entender, ¿Por qué ambos saben que están siendo engañados pero no se dicen nada?

—Es qué no estamos juntos por amor, más bien es por conveniencia, su padre es importante y el mío también lo era, cada uno en su rubro y decidieron que lo mejor era juntarnos desde pequeños—Kim se veía un poco incómodo mientras contaba éstas cosas, no me miraba a los ojos, su vista viajaba por la habitación.—Yo no quería estar con ella y me negué mucho tiempo pero finalmente acepté y cedí a comprometerme con ella, total que podía perder, mi vida es una mierda, aburrida e insulsa

—Pero no debes hacerles caso, vida tienes una sola y debes vivirla como quieres, haciendo lo que más te gusta y con las personas que en verdad quieres que te rodeen por el resto de tu vida—Dije estas cosas sin pensarlo, solo me salió apoyarlo e intentar hacerlo cambiar de parecer sobre su perspectiva de su propia vida.—Sabes que yo estoy pasando por momentos que me sacan de quicio un poco y que estoy enfrentando situaciones inesperadas, pero estoy pensando en seguir adelante e intentar mejorar, volveré a estudiar, sea como sea y trabajaré nuevamente, ahora que tengo a este pequeño no puedo darme por vencido

Kim finalmente se decidió a mirarme y se acercó un poco más a mi. No me había dado cuenta que estaba prestándome atención y escuchándome, rápidamente sentí  como mi rostro se calentaba a gran rapidez de la vergüenza.

—Ugh, soy un idiota—Me di la vuelta rápido para darle la espalda y hacer que me dejara de mirar tan fijo.—No sé que hago diciéndote estas cosas, tu deberías saber llevar tu vida sobre rieles y no descarrilarte

—Lo sé, ¿Por qué te crees que estoy cambiando? Intento ser mejor persona, quizá eso me ayude a vivir mejor—Siento que se acerca por detrás mío y me da un pequeño golpecito en la cabeza.—Bueno, quieras o no, vamos a tener que convivir juntos un tiempo, por el bien del bebé

—Me haces quedar como el malo de la película que trata mal a su propio hijo, pero está bien—Suspiré y me di la vuelta para verlo de cerca.— ¿Me abres la puerta? Debo ir a buscar a casa las cosas del bebé, prometo volver

—Eso no es necesario, todas las cosas que necesitas están aquí

Kim se acercó a un gran armario de madera que había en frente de su cama y abrió uno de sus últimos cajones para comenzar a sacar ropa de bebé de color rosa pastel y amarillo. La verdad es que tenía bastante.

—¿Por que tienes tanta ropa de bebé?—Pregunté atónito mientras el comenzaba a doblar la ropa y a dejarla en la cama con cuidado.

—Agh, no me hagas contartela, es una idiotez—Nego con su cabeza unas cuantas veces hacia cada lado, su mirada se veía un tanto triste, sus ojos resplandecían y tenían un pequeño destello de melancolía. Ni bien se dio cuenta de cómo estaba actuando, se dispuso a salir de la habitación.—Vamos, dale un poco de leche al bebé, si no no se dormirá

Tenia razón, el bebé comenzaba a inquietarse y por más que me meciera de un lado a otro no lograba hacer que se duerma.



Aceptación【 Kth + Jjk 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora