SEMPITERNO.
Que durara siempre; Que habiendo tenido principio, no tendrá fin.
Shoto Todoroki, lo tiene todo, una esposa hermosa a la cual ama, una empresa prospera que creo a base de sacrificios, unos buenos amigos que a pesar de su carácter soso y...
"Sus rostros brillan de hermosura, mas de esas caras solo sale basura"
Gente de juguete - Enjambre.
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—Maldita gente sin clase, mira que hacer un espectáculo tan vulgar— Musite con frialdad.
—Yaoyorozu, no digas eso, tal vez no me llevo de lo mejor con Bakugo, pero lo que le hizo Uraraka no esta para nada bien —Murmuro Todoroki.
—Es tu culpa por trabajar con gente que no tiene nada de clase — Dije indiferente.
Mi esposo se paro en seco y volteo a verme —No me gusta que hables así de mis amigos, Bakugo es de buena familia, al igual que Denki e Iida, en cuanto a Kirishima y Shinso, ellos se han esforzado, todo lo que tienen lo han logrado en base a su trabajo , no voy a permitir que hables mal de ellos —Gruño con enojo y se dio vuelta rápidamente para dirigirse a la sala de juntas, que es donde estaba su amigo.
Suspire fastidiada y lo seguí, pues mi deber como esposa del gran Todoroki Shoto, era acompañarlo cuando sus amigos se encontraban en problemas.
—Inútiles — Murmure con odio.
La verdad era que no soportaba a los amigos de mi esposo, aunque al que mas detestaba era a Denki y su maldita familia, no me importaba que fuera el novio de mi amiga, mi odio por toda esa gente no disminuía con el pasar de los años, era una suerte para mi que fuera Bakugo al que teníamos que apoyar.
Llegamos al lugar donde se supone estaba Bakugo, entramos sin tocar, grande fue mi sorpresa al encontrarme a una chica que definitivamente nunca podría olvidar.
—Bakugo, pensé que estarías solo aquí —Musito mi esposo con frialdad.
—Te Importa una mierda eso, ¿Que sucedió con Uraraka? —Pregunto con molestia el rubio cenizo.
—La despedí, también mande llamar a seguridad para que la sacaran de aquí, ¿Puedo hablar contigo a solas un momento? —Pregunto Shoto mientras lo miraba fijamente, se notaba molesto, cosa que no entendía.
—Tsk, esta bien vayamos a otro lugar —Dijo con fastidio Bakugo antes de irse se giro hacia la peliverde, le murmuro algo contra el oído, ella asintió mientras se sonrojaba y ambos hombres se marcharon dejándonos solas.
La chica estaba a punto de marcharse pero la detuve agarrándola del hombro.
—Creí que habíamos quedado en que no ibas a regresar a la ciudad — Murmure conteniendo mi enojo.
La chica giro el rostro para verme, sus ojos verdes me miraron sin mostrar una pizca de emoción o miedo — Efectivamente, eso era lo que usted quería que yo hiciera, pero como se dará cuenta eso no es lo que yo deseaba, tengo el derecho de andar libremente donde me plazca, no le debo una explicación, así que si me permite, suélteme por favor, tengo cosas que hacer.
