~ Capitulo anterior ~
Comienzo a levantarme cuando me doy cuenta que Orphelia ya no se mueve, el brillo de sus ojos ya no está, son opacos. La mirada del individuo se encuentra con la mía y siento como mi cuerpo pide por moverse, pero no puedo. No logro hacerlo.
-Un gusto conocerte, Helena. - ríe amargamente mientras se acerca a mi.
Capitulo 20.
No debía ser ella, Orphelia no tenía que morir. Esa era yo. Y estaba segura que seríamos las dos.
Intento alejarme lentamente como si por alejarme lentamente el individuo se arrepintiera y me dejara. Pero no, claro que eso no va a pasar. Nunca.
-No tengas miedo, Helena. – puedo ver una sonrisa en su rostro y no se que da más miedo, si que está a punto de matarme, o su sonrisa que tiene los dientes como los de un tiburón. Muchas hileras de dientes afilados. ¿Cómo es que logró hacer eso? – Si te portas bien, no va a doler… será solo un segundo. – sigue acercándose hacia mi.
Choco contra una pared y me doy cuenta que estoy en la cocina, y no tengo escapatoria, a menos que intente tirarme por la ventana, pero mi cuerpo ya no reaccionar, ya no puede moverse, no contesta a mis mandos.
Él se acerca lentamente a mi pero no llega a donde me encuentro porque sale volando hacia la mesa, que se parte en dos. Logro visualizar a Kope agarrado del cuello a la sombra y golpearlo una y otra vez mientras el diente de tiburón se queda quieto y ríe fuertemente.
De pronto Kope choca contra el techo y cae estruendosamente contra el piso y el individuo lo toma del pie y lo tira contra el televisor que estalla. Intenta levantarse pero el encapuchado se lo impide colocando su pie sobre su cabeza.
-No deberías haber hecho eso, muchacho. – mira hacia donde me encuentro yo y siento que mis piernas comienzan a flaquear, caigo al piso y comienzo a arrastrarme hacia el otro extremo de donde se encuentran ello.
Kope advierte el descuido del hombre y lo lanza fuertemente contra el piso, se tira contra él y se escucha un fuerte “crack”. El hombre ya no se mueve. Quedo impactada por la rapidez con que todo sucede, intento no moverme y quedo petrificada en el lugar. Miro hacia la puerta de la cocina, decido levantarme y salir corriendo, escucho a Kope que me llama pero no puedo volver. ¿Dónde estaba mi madre? Debía encontrarla.
El living esta hecho un caos, y prefiero no mirar al lugar en el que esta Orphelia, todavía tengo la imagen de ella tirada en el piso, y no me haría bien volver a verla.
Subo las escalera lo más rápido que puedo, escucho golpes en mi habitación, la puerta esta cerrada y decido abrirla estruendosamente. Veo a Jack con una daga luchando con otro encapuchado y pareciera que tiene todo bajo control, mi presencia llama la atención de los dos y mentalmente me estoy golpeando la cabeza contra una silla de cristal. ¿Qué hiciste, Helena? Cierro rápidamente la puerta y vuelvo a escuchar golpes hasta que una daga atraviesa la puerta y se clava en mi brazo.
Siento un dolor agudo, me alejo lentamente y me apoyo contra la pared. Escucho un sollozo que proviene del baño, me muevo con la daga todavía en mi brazo y me asomo al baño, siendo silenciosa.
Veo a mi madre que esta acurrucada en la bañera temblando a mas no poder. Me acerco hacia ella en silencio. Tiene los ojos cerrados y pienso en la mejor forma de hacerle notar que estoy allí, sin que le agarre un infarto.
-Má, estoy acá. – digo susurrando, ella levanta su cabeza rápidamente y me mira con los ojos llenos de lagrimas, su mirada va hacia mi brazo y lleva sus manos hacia su boca en la que se formó una gran O.
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Caminos Distintos
AdventureUn error arrastra otro, y yo debía pagar el precio. Helena siempre amó aquello que le mostraban sus amados libros, pero cuando debe experimentarlo en sus pies, en su mundo... Ya nada será como ella creía. #7 en Aventura - 29/03/2016 #8 e...