Capítulo 1 "El dilema de la rosa"

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Otro día y lo mismo de siempre. Suspiré resignada ante el ramo de flores que un chico me ofrecía.

-Buenos días. ¿Es Mikasa Ackerman?
-Sí.
-Las han enviado para usted.
-Gracias.

Las tomé y regrese a mi casa cerrando la puerta de golpe. Busque la nota entre las flores pero sólo conseguí pincharme el dedo con las espinas.

Me lo merezco... odio las rosas porque funciono igual que una. La gente se detiene a ver mis pétalos, mi aroma y los usos que puede darme... un perfume, un bonito adorno, un regalo que después se marchitará. Y si se encuentran con mis espinas me arrojarán... nadie se fija en el tallo de una rosa.

Tiré las rosas a la basura junto con las otras. Esta semana fue de tonos carmesí y una que otra blanca.

Deben pensar que me gusta el color rojo por ésta bufanda pero la verdad es que prefiero el azúl pero todos saben que las rosas azules son imposibles.

Nisiquiera la gran Hange podría crear una rosa azul, quizá le de mi amor a quien me ofrezca una sola... eso nunca pasará.

Me cubrí el dedo con un trozo de tela después de lavarlo.

-Uff y justamente hoy que nos evaluarán.

Tomé mi chaqueta y toque en la puerta de Eren para salir juntos.

Dos toques, tres toques, cuatro toques...

-Mikasa... Buenos días, ya voy.
-Okay.

Tiene el cabello desordenado y huele a perfume de mujer otra vez.

-Hola, Historia.
-Ah... Mikasa.
-Si te importa un poco Eren, déjalo atender sus prioridades.
-Eso hace.
-Hey Mikasa, no me hagas berrinches otra vez.
-¿Nos vamos?
-Adiós, cariño.

Se dieron un beso delante de mí y yo sólo pude comenzar el paso hacía el cuartel donde ya debería estar esperandonos Armin.

Él sería mi pareja si no se pareciera tanto a la odiosa de Historia. Desde que Eren  se volvió famoso por sus proezas como titán todas lo miran de mejor forma, yo sólo puedo sentir que pierdo a mi hermano lentamente.

Y será así, se ha comprometido con Historia desde hace dos meses. No para matrimonio sólo estar juntos de vez en cuando.

Hundida en mis pensamientos, mirando sin mirar, atravesaba el mercado del distrito sintiendo mil espinas clavarse en mi piel blanda.

Hay quien me mira como una heroína, como una candidata al matrimonio y también hay quien me ve como un demonio por mis rasgos.

Todas tienen ojos azules, cafés o verdes, los míos de algún modo son grises. Su pelo va de tonos rubios, castaños y pelirrojos pero nadie tiene el cabello tan oscuro como el mío. Además pueden dejarlo largo, en mi caso ya me acostumbré a tenerlo tan corto que si no fuera por mis curvas bien podría ser hombre.

Sus pieles son de tonos morenos, almendrados y claros pero a mí me preguntan todos los días si estoy comiendo bien, mi piel es tan blanca que parezco un cadáver.

Ellas tiene cinturas delicadas o grandes... yo tengo marcado el abdomen como si fuese un chico.

Ellas aspiran al matrimonio, yo huyó de el todos los días.

-Vaya... ¿Qué pensarías de mí ahora mamá?

Entré al cuartel y Armin me llamó desde lejos para ir donde estaban los demás... los que quedan.

-Mikasa creímos que no llegabas.
-Eren no se apuraba.
-¿Y dónde está?
-Uhmm debe venir atrás.
-¡Soldados a su escuadrón!
-Mierda, ya llegaron.

Los líderes llegaron, incluido el famoso capitán Erwin Smith. Siempre le he admirado aunque sólo por su determinación... el reconoce que para llegar a la victoria se deben hacer sacrificios.

Esas cejas... son tan grandes por encima de ese bonito azul claro en sus ojos.

No escuché las indicaciones por estar viendo las cejas de Erwin... Uff que hombre, a su edad está bien conservado y es hermoso, me gusta ese porte, es tan distinto a los mocosos que me envían flores o los viejos que me siguen.

-Vamos, Mikasa.
-Sí.

Nos adelantamos para ir por nuestros caballos pero al salir del salón principal sólo me llevé un trago ligeramente amargo.

-Esto te enseñará a ser puntual, Jaeger.
-Sí... capitán.

Armin me sujeto del brazo para evitar que fuese a armar un lío.

-Mikasa... no te metas, es el capitán Levi.
-Sólo iré a levantarlo, se hace tarde.

Otra vez... ese sentimiento de proteger a Eren... maldita sea, mi cuerpo se pone tenso y mi razón se vuelve polvo. Es obvio que Levi me hará añicos pero esto es instinto.

-Tranquila...
-Uff ya.

Eren idiota... siempre te metes en líos que me ponen así.

Caminé hacía Eren para ayudarlo a levantarse, Levi seguía ahí mirando su obra. Con éste hombre... estoy agradecida, espero que con esto aprenda la lección.

-Deberias cuidar mejor a tu amigo especial.
-Lo sé, gracias de nuevo.
-Por nada.

Mi amistad con Levi comenzó el día en que me salvó de la titán femenina, fue por mí que arriesgo todo, me ayudó cuando más lo necesité. Desde entonces lo he visto como un aliado y por bobo que parezca seguimos frecuentando por culpa de las estupideces de mi hermano.

Él también tiene un color único en la mirada y es en esos escasos minutos que siento que no estoy sola.

Tomé a Eren y lo llevé a que lo revisaran.

-¿Por qué dejas que me pegue?
-Porque te lo buscas siempre.
-Te odio, Mikasa.... contribuyes con mi enemigo.
-No es el enemigo, si te golpea es por las tonterías que haces.
-Sólo llegué un poco tarde.
-Sabes que con esto no se juega.
-Chicos... ya debemos partir.
-Si, ya vamos.

Llegamos después de un rato, mi dedo a dejado de sangrar pero si me retiró la tela se me podría infectar con la suciedad.

Hoy tendremos entrenamiento fuera de los muros y se nos estará supervisando para elegir a los candidatos para ser de élite.

Necesito el dinero... la vida independiente es difícil y si me vuelvo de élite mis posibilidades serán mayores.

-Soldados en línea.

Erwin se puso enfrente y fue dando un número del 1 al 8 para clasificarnos. No tuvimos tiempo de cambiar y yo quedé en el tres mientras Armin en el 4 y Eren en el 2...

-Formen sus equipos.

Me toco con gente que no conozco para mi mala suerte pero la pregunta es ¿Nos evaluarán en grupos o de forma individual?

-Ocupen sus posiciones las reglas son simples... cruzar el bosque, se les evaluará en conjunto y de forma individual.
-¿Qué aspectos?
-Manejo del equipo de maniobras tridimensionales, destreza, agilidad, titanes caídos, espíritu de equipo, estrategia, velocidad y sentido de protección.

Tomé mi puesto, nos dirigimos una mirada de apoyo entre los tres para salir.

-¡Entreguen sus corazones!

No podía faltarte eso Erwincito... daré lo mejor de mí hoy... lo haré.

ONE GIRL TWO MENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora