Capítulo 8 "Dulce hogar"

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Erwin fue caballeroso conmigo hasta que me dejó en la puerta de mi nueva casa.

-Es muy bella tu nueva casa.
-Gracias.
-Si necesitas algo... no dudes en pedírmelo.
-Está bien. Espero contar con su visita algún día.
-Tenlo por seguro.
-Nos vemos pronto, Erwin.
-Buenas noches.

Cerré la puerta tras de él y me dejé caer al suelo para descansar de un muy pesado día.

-Eren... ¿Pensarás en mí? ¿Estarás preocupado por mí?- llevé mis rodillas hasta mi pecho- no... sólo estás por ahí teniendo sexo con cualquiera de tus conquistas. A veces me pregunto si... las cosas entre nosotros hubieran sido distintas, si yo hubiese aceptado en ese momento tu propuesta- ese pensamiento entro y salió para provocarme la risa- ¿Sexo con mi hermano? - mi risa era incontrolable- eso hubiese sido tan enfermo, quiero experimentar el sexo pero... quiero hacerlo con un hombre de verdad, no un niño.

¿Ese hombre... sería como Erwin o Levi? Ambos son esquistos por donde se les mire.

Yo... siento calor de sólo pensarlo... son tan elegantes y sensuales que me derrito al imaginar a cada uno...

 son tan elegantes y sensuales que me derrito al imaginar a cada uno

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-Tsk... estos pensamientos... son sucios pero no hay nada de malo en imaginarlos así... ¿Verdad?

Fuí al baño a lavarme la cara, mis mejillas ya estaban muy rojas que parecía un tomate.

-Fuera de mí esos pensamientos... bueno una última vez y ya. Ahora si, a dormir.

Al día siguiente...

Mi vida continúo con normalidad excepto por dos cosas...

1. Eren me ignoraba y estaba en su tonta actitud de reina del drama.

2. Erwin me dirigía miradas cómplices algunas veces, sin querer logré acercarme a él lo suficiente para obtener esa confianza.

No todo está tan mal, supongo.

Me integré a mi entrenamiento y hice lo que debía hacer hasta que me llamó cierta persona.

-Nada mal.
-Ah... Ufff Levi.
-Descansa, soldado.
-Gracias.

Me dió agua y una toalla limpia para secarme el sudor.

-No pensé encontrarte hoy, me enteré de tu situación. Mikasa... ¿Qué pasó?
-A ti no te puedo mentir... Eren me corrió de la casa porque se enteró de mi plan, encontró mis llaves y todo se volvió una locura, me echó de la casa después de que me llevaras a casa y Erwin me dio hospedaje por esa noche.
-Erwin...
-Si, me lo encontré de casualidad y me dejó quedarme en su casa.
-Mikasa. ¿Por qué con él? - me miró fijamente- sabes que eres bienvenida en mi casa y que puedes quedarte todo el tiempo que quieras. ¿Por qué no fuiste conmigo?
-Levi... basta, no armes un alboroto por nada.
-Eso es importante para mí, Mikasa... cuando necesites algo, así sea la mínima cosa... ven a mí, yo estoy para ti siempre.
-Yo... yo tengo que irme- desvíe la mirada- Uff que cansancio, iré a la enfermería creo que voy a desmayarme. Nos vemos luego.
-Mikasa...

Lo dejé tras de mí y yo salí deprisa hasta la enfermería para encerrarme.

-¿Por qué lo que dijo Levi hizo que mi corazón se sintiera de esa manera?- me llevé las manos a mi acelerado pecho-¿Por qué me siento así? ¿Por qué él reaccionó de esa manera?

-Mikasa... ¿Estás segura de que es el cansancio lo que te hace sentir así?
-¿Eh?- ahoge un grito dentro de mí- me asustaste.
-Lo siento, pero no podía dejar eso así nada más.

Tomó mis manos y me acercó a él, el espacio y el tiempo se estaban disolviendo sobre nuestros pies. Quería huir pero al mismo tiempo mi curiosidad me mantenía firme ahí.

-Es tan hermoso- tan sólo eso pasaba por mi mente en ese momento.

Sus ojos azules me vuelven loca, esa expresión en su rostro es tan adictiva... me gusta, me gustaría tanto estar más cerca...

-Mikasa necesito que sepas algo, yo...
-Hey soldado Ackerman. ¿Qué tal la mudanza?
-Tsk.
-Oh muy bien, gracias.

Rayos nuevamente estoy entre ambos y de verdad siento que voy a caerme.

-Me alegro mucho, iré a visitarte pronto.
-Muchas gracias.
-Yo también iré a visitarte, Mikasa.
-Oh son bienvenidos ambos.
-Yo iré, hoy mismo.
-Yo la llevaré a su casa terminando la jornada.
-Yo puedo llevarla también.
-Pero irá conmigo.

¿Estos dos... se están peleando por mí?

No puede ser, tengo que arreglar esta situación antes de que se arme un lío.

-Hey... yo puedo regresar sola a mi casa, ambos están invitados a una cena esta noche a las nueve, ni un minuto antes, ni un minuto después. Nos vemos.
-Ahí estaré, por ti.
-No faltare por nada del mundo.

Los dejé atrás y me acosté en la cama de la enfermería para descansar de tan difícil situación.

-Dos hombres en mi casa... ¿Por qué siento que todo se pondrá salvaje?

Me cubrí con la almohada y me puse a meditar que cocinaria, no he hecho las compras y la casa apenas tiene los muebles indispensables. Creo que debí medir mejor mis palabras ahora no sé que hacer.

¿En qué me metí ahora?

ONE GIRL TWO MENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora