Capítulo 3 "Baila conmigo"

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La tarde-noche era presente en éste momento, me acomodaba las medias para después ponerme el vestido color vino que elegí para esta noche.

El cierre subía ligero, ajuste mis senos dentro del corset, para terminar cepille mi cabello y rocíe un poco de perfume en mí.

-Mikasa. ¿Estás lista?
-Sí, vamos.

Tomé el brazo de Eren y salimos de nuestra casa para ir en dirección al cuartel donde se celebraría nuestra integración al cuerpo de élite.

-Te ves muy hermosa.
-Gracias.
-Pero espero que no pienses en buscarte un marido ahora.
-No me conoces nada, hermanito.

Ésta será de las últimas noches que esté con Eren. Necesito avanzar por mi cuenta, sé que lo tomará bien, es incómodo cruzarme con Historia cada vez que viene a acostarse con mi hermano. Además si vivo sola, al fin tendré mis libertades.

Entramos al lugar, Armin estaba charlando con Jean, con una amplia sonrisa nos recibió.

-Gusto verlos.
-Mikasa te ves muy bien.
-Gracias.

Aquí vamos de nuevo... miren cualquier cosa que no sea yo. No miren a alguien como yo, no vale la pena arriesgarse.

Se llevó a cabo una pequeña ceremonia antes de que dieran pasó a la celebración entre los nuevos miembros de Élite y los superiores entre otras personalidades importantes en el gobierno.

Mis dos mejores amigos se habían colocado a cada lado para protegerme de cualquier sujeto con intenciones de acercarse a mí.

Disfrutaba de su compañía, de su protección y de su atención. Quizá me llevo bien con ambos porque los dos no están interesados en mí.

-Ahora vuelvo, voy al tocador.
-¿Quieres que te acompañe?
-Descuida, además ya llegó tu novia.
-Ay cierto, ya que...
-Nos vemos. Armin acompañala...
-Está bien, sólo son unos metros.

Caminé entre la multitud buscando algo interesante que mirar pero nada llamaba mi atención realmente.

Excepto quizás... un par de ojos azules debajo de unas grandes cejas.

-Comandante, Erwin.
-Hola, Ackerman.
-¿La estás pasando bien?
-Sí, le agradecemos.
-Quiero que mis soldados de élite sean bien reconocidos, pronto vendrán exploraciones importantes.
-Lo sé, considere mi apoyo a vuestra causa siempre.
-Eres fenomenal, Ackerman... en todos estos años no conocí a una soldado tan hábil como tú, excepto, claro... por Levi.
-Él ha sido mi mentor en este último año, creo que le debo mucho.
-Son tus méritos por los que te reconozco.

Tomó mi mano y la besó... yo sólo podía sentirme extasiada. No puedo negar que me parece sumamente atractivo un hombre como él. Es alto, fuerte, guapo, su presencia es difícil de ignorar y ese azul en sus orbes me vuelve loca.

-Comandante, Erwin.
-¿Sí?- nuestras miradas al fin se desprendieron después de sostenernos en algo cómplice.
-Lo necesitamos por aquí.
-Hasta luego, Mikasa... No dudes en venir conmigo si necesitas algo.
-Gracias. Nos vemos.

Él se fue y yo me sentía victoriosa al sentir que más allá de los ordinarios, podría conquistar a alguien que realmente me interesa.

Todo lo que necesito en alguien es ese toque de madurez y masculinidad.

Dejé caer un par de gotitas de agua fría sobre mi piel. Estoy algo tibia.

Salí después de comprobar mi aspecto y relajarme un poco de esa tensión.

-Hola.

Sentí el roce de una mano pasando por mi brazo.

-Levi, que gusto verte.

Lo saludé con un beso en la mejilla bastante fugaz para no llamar la atención de los presentes entrometidos.

-Creí que no habías venido.
-Estoy aquí desde hace un rato.
-Me alegra haber venido, te sienta bien ese vestido.
-Gracias- me ruborice un poco- también te debo las gracias por recomendarme a tu sastre.
-No es nada. Ven conmigo.

Lo seguí, él tomó dos copas, ambas con solo ponche de frutas, sabe perfectamente que odio el alcohol así que se limita a darme lo que me gusta.

-Somos tan elegantes tomando simple ponche de frutas en cristal.
-Demasiado, pero es mejor que ese licor.
-¿No prefieres un té negro justo ahora?
-Me conoces bien.

Levi es mi compañero de charlas favorito, sabe lo que pienso, sé lo que él piensa, defendemos los mismos ideales y todo fluye sin presión entre nosotros. Aunque lo vea muy poco, hemos formado algo sólido, lo suficiente para entendernos tan bien.

-¿Y tú amigo especial?
-Debe de estar por ahí.
-Escuché que sale con Historia.
-Así es, por eso quiero irme de la casa cuanto antes... es molesto por las noches.
-Ya entiendo- se rió- puedes quedarte en mi casa cuando quieras.
-Gracias pero no gracias, se podría malinterpretar y ya tengo suficiente con las habladurías de la gente.
-Aún así, sabes que eres bienvenida.
-Gracias, Levi- le sonreí.

Una noche la pasé a su lado después de una discusión con Eren, en aquel entonces era más inmadura y dejaba que todo me afectará pero lo relevante de esa noche fue un sólo hecho, Levi me ofreció un lugar para quedarme sin pedir nada a cambio. Me encontró en la calle andando sin rumbo y sólo colco su abrigo sobre mí y me llevó con él sin que pudiera decir que no.

Confío en él, pero de pronto no sería tan correcto que nos vean juntos, sus fanáticas me odiarían a muerte seguramente.

Hange llegó con nosotros y rompió con el ambiente que se creaba entre nosotros.

-Tsk... otra vez tú.

La pobre mujer siempre encuentra la forma de irritar a Levi, pero casualmente siempre llega cuando estamos juntos. No dudaría que ella fuera parte el club de fans de Levi.

Me alejé de ellos lentamente para volver con mis amigos.

La música comenzó y todos tomaron pareja sentí un gran nerviosismo al verme desprotegida en medio del lugar más peligroso para mí.

-Huye de los caballeros- me decía a mí misma.

Lo estaba logrando hasta que me sentí aturdida ante una invitación doble a bailar.

Erwin Smith estaba de mí lado derecho ofreciendo su mano, y Levi Rivaille del otro.

¿A quién aceptar?

ONE GIRL TWO MENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora