Capítulo 10 "Azúl cielo"

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Los días pasaron tan lentos como si estuviera petrificados, durante cada unos de ellos no vi a Levi por ningún lado, parecía que se lo había tragado la tierra pero días después me enteré de que había salido a una expedición que duraría varios días.

Esperaba con cierto nerviosismo por el jueves. ¿Qué es lo que quería decirme? ¿Acaso él... me mira de esa manera?

Erwin me acompañaba a la hora del almuerzo, comencé a conocerlo mejor con esas charlas que compartimos, se volvió uno de mis amigos especiales... como Levi hace un año.

Y todo eso, aunque era agradable y me hacía sentir bien, al acordarme de Levi mis pensamientos volvían al mismo punto de incertidumbre como el día en que ambos me ofrecieron su mano para bailar.

Erwin era un hombre maduro, inteligente, atractivo pero con muchos secretos detrás de él, secretos que aunque me interesaba descubrir, me costaba trabajo averiguar... porque la mayor diferencia entre una charla con él y Levi era el nivel de confianza que existe entre ambos.

Con Levi costo un poco por mis instintos locos de protección con Levi pero hoy en día somos tan cercanos que no hay nada que ocultar entre nosotros pero con Erwin, aún falta mucho camino por recorrer.

El solía ser mi hombre de ensueño pero no sé si sigo pensando lo mismo al sentir estas sensaciones por la cita de Levi que se acerca.

Después de todo, es un poco apresurado pensar en ellos de esa forma cuando aún desconozco las intenciones de cada uno.

-Mikasa... ¿Quieres salir conmigo un rato?
-Oh yo...
-Ven, conozco un lugar que te encantará.
-Bueno.

Subí al carruaje y partimos a un lugar, de aquellos que son muy elegantes y exclusivos para los altos rangos.

Entrar a lado de Erwin fue todo un desafío, las miradas de los generales y sus acompañantes apuntaron a mí.

Yo una soldado que porta el uniforme y acaba de salir de su jornada de trabajo, en un lugar donde todos visten elegantes o portando gran número de insignias en los sacos.

Yo no soy como las mujeres que acompañan a esos sujetos. Ellas llevan vestidos elegantes, peinados altos y joyas preciosas, en mi caso, sólo porto de valor una insignia de plata y un diamante incrustado en mi chaqueta que recibí por esa prueba para indicar mi rango.

Esto es diferente... con los otros soldados de mi edad, yo parezco ser la mejor, la que tiene el mayor rango pero aquí me siento muy por debajo, además todos aquí son mayores por mucho.

Tomamos asiento en una de las mesas y pronto apareció la carta. Ordenamos y la noche se fue en medio de una charla sobre estrategias para la siguiente expedición.

-Vaya Mikasa... no lo había pensando, pero es un buen plan por el cual se podría apostar.

Jugar ajedrez con Armin está rindiendo frutos.

-Es grato ver a una joven belleza ser tan lista como fuerte.
-Gracias.
-Mikasa... ¿Puedo preguntarte algo?
-Oh... claro que si.
-¿A ti te interesa alguien en especial?
-No, por ahora no.
-Ya veo...
-¿Por qué la pregunta?
-Una chica tan bella como tú debe tener muchos pretendientes detrás de ti.
-Nadie especial hasta ahora me ha declarado sus intenciones.
-Así que eres difícil.
-No difícil, sino selectiva... no me gusta perder el tiempo.
-No hay duda de que eres sorprendente.
-Gracias, Erwin- me reí- ¿Y qué hay de ti?¿Alguien especial?
-Si... sólo una persona que me ha robado el aliento con sus hazañas.
-Oh mira que eso sí es interesante. ¿Quién es?
-Tú... Mikasa Ackerman... tú eres la mujer que pienso todo el tiempo.

Tsk... eso fue muy directo... tenía sospechas pero me la ha dicho así, sin reprimirse y con palabras claras. No cabe duda, es un hombre decidido.

ONE GIRL TWO MENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora