ONE GIRL TWO MEN

Capítulo 15 "Ahora o nunca"

Mi decisión se redujo a aceptarlo o rechazarlo, cualquiera de las dos significaría algo nuevo para nosotros. Tan sólo era unirnos o alejarnos, arriesgarnos a ganar o a perder pero ninguna de las opciones me hacía sentir lo suficiente segura.

¿Por qué estoy dudando justo ahora? ¿Qué es lo que siento? ¿Podré amarlo? ¿Tengo miedo?

-Mikasa no quiero presionarte a tomar una decisión, te conozco y sé que tu rechazo es automático, justo por eso... déjame mostrarte más de lo que puedo ser por ti.

Maldición, sus palabras me están desarmando, me dejan indefensa y sólo quiero volver a sus labios para perderme de esta tensión.

-Gracias por entenderme.
-Descuida.

Tomó mi mano y la besó, después de eso volvimos con mi escuadrón. Él me dejó con ellos y se marchó.

Los días siguientes cumplió a su promesa como dijo y me dio mi tiempo pero eso fue más que suficiente para pensar dándole mil vueltas a la casa. Aún cuando no nos veíamos todos los días, él no me descuido en absoluto, todos los días me enviaba flores y dulces.

-Tampoco hay un rosa azul aquí... nisiquiera Levi puede hacerlo.

Si, la vida comenzaba a dejar de preocuparme tanto hasta que recibí su carta en medio de un ramo de tulipanes rosas.

Nos veríamos sobre la costura de la muralla para hablar a solas. Seguramente querría una respuesta para tomar esto enserio.

Sé lo que voy a decir y es que... por esta vez quiero arriesgarme porque la duda se intensifica en mi corazón cada día que pasa tanto como el miedo a tirar a perder, así que al final sólo hay un camino que tomar para mí y será mejor así aunque las emociones justo ahora son asfixiantes.

Tomé mi uniforme limpio y me puse un poco de perfume para ir con él, hecha nudos.

Alguien tocaba mi puerta, pude escucharlo mientras estaba mirándome en el espejo repasando mi diálogo por quinta vez.

Abrí y de nuevo ese peso sobre mis hombros se hizo presente.

-Erwin... hola.
-Hola, Mikasa. Tiempo sin verte.
-Si... ¿Quieres pasar?
-Gracias.

Le dí café y me senté con él en mi sala de estar sin saber cuales eran las intenciones de su visita.

Uff de nuevo a confundir mis sentimientos con estos hombres de ojos azules.

-¿Has pensado en lo qué te dije?
-Si, un poco.
-Lo que te dije eran sincero... pero he escuchado los rumores.
-¿Uhm?
-Rivaille y tú...
-Somos amigos.
-No es así, él te mira de distinta forma... le ha dicho a todos en la legión a quien le estuvo enviando flores todos estos días y ahora confirmo que efectivamente eres tú quien las recibió.
-¿Y cuál es el punto?
-Me doy por vencido en esto, hay cosas por las que debo enfocarme y tú todavía eres una niña que no sabe lo que quiere.
-Eso es algo precipitado... me he tomado mi tiempo, eso es todo.
-Pero jamás me hiciste caso a mí.
-Fuí cortes con ambos, pero Levi fue constante y me trató exactamente como quería sentirme... como una mujer, no como un arma para la humanidad.
-Yo...
-Fue así Erwin... siempre que decías algo dulce para mí, lo terminabas todo al referirte a mí como un soldado y no como una mujer que te interesará por otras cualidades.
-¿De verdad sonaba así?
-Si.
-Oh... he cometido ese error de nuevo.
-¿Uhm?
-Mi prometida... Marie, ella me dejó por una razón similar a esta.
-Lo siento.
-Está bien, ya es hora de abrir los ojos pero... ¿Ya es tarde para nosotros?
-Erwin- tomé su manos- eres un hombre increíble, dejó admitir que me encantaba verte a distancia pero nosotros somos muy distintos, queremos diferentes cosas y no veo factible inciar algo que podría terminar mal. Te quiero... pero sólo podemos ser amigos.
-Es una pena pero fue mi error. No me preocupe por lo más importante para conquistarte... tú, lo que tú necesitabas.
-Ya pasó.
-Gracias por enseñarme algo nuevo y discúlpame por lo que dije antes.
-Uff quizás estés en lo cierto, no sé que es lo que quiero... que complicados son ustedes los hombres.
-¿Problemas con el corazón?
-Bastantes.
-Me gustaría ayudarte pero... soy pésimo.

Se levantó del sofá y se despidió de mí.

-Es mejor que me vaya... te deseo mejor suerte en eso.
-Gracias.
-Uff adiós.

Él se fue con los hombros bajos, una cara de decepción y tristeza, combinando con una voz rota.

Un hombre como él... no ha ganando una batalla en el amor pero se levantará, de cualquier forma lo que mejor se le da es preocuparse por la humanidad.

-Uff al menos eso no terminó tan mal... me preocupa como lo tomará Levi al decirle mi diálogo que he enseñado seis o siete veces.

Salí de la casa y tomé la ruta más corta hacía el lugar donde me vería con Levi. Hablar con Erwin redujo mis tiempos al límite pero ya es un problema menos de que encargarme. El verdadero ya me está esperando en la costura del muro.

-Levi.
-Hola, querida. Me alegra que estés aquí.
-Uff fue difícil pero es mejor hablar de esto ahora o nunca.
-Estás segura de tu decisión por lo que veo.
-Si, parece que si. Así que, te escucho... ¿Qué tienes que decir?

Él me sonrió pero en sus ojos aún había preocupación y eso me pone los nervios de punta pero mi decisión ya está tomada y debo acabar con esto.