Capítulo 6 "Huésped"

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-No ha salido tan mal.
-Mañana tendrás los pies hinchados por mi culpa.
-No ha dolido, la verdad es que es un precio justo por bailar contigo.
-¿Qué cosas dices?- me reí.
-Es la verdad, ahora platicame. ¿Qué has estado haciendo?
-Hacer guardias, salir de expedición cada vez que se me solicite y seguir entrenando.
-Uhmm nada mal.
-¿Qué haces?- no pude evitar la risa.
-Tu abdomen está lo suficientemente duro, veo que lo estás haciendo bien.
-Jamás olvidare las lecciones de mi mentor.
-A propósito, Mikasa... ¿No has pensado en unirte a mí?

No, yo sí quiero vivir- pensé.

-Estoy bien así, aunque gracias por tu oferta, Levi.
-Uff al menos lo intenté.
-¿Para qué me quieres en tu equipo?
-Necesito a alguien como tú a mi lado. Creo que así perdería a menos hombres, porque a diferencia de todos sé que puedo confiar en tus habilidades- suspiró y negó con la cabeza-. Tsk perdón... sé que esto es delicado.
-No, está bien. Gracias por considerarme.
-No es nada en realidad.
-Lo pensaré. ¿Okay?
-Haz lo que consideres mejor para ti siempre.
-De acuerdo.
-¿Y qué hay con tus planes de tu nueva casa?
-Ya tengo las llaves y en dos semanas me iré a vivir sola. Aunque aún no tengo muebles y tendré que estar pagandola ya casi es real para mí.
-Me alegra mucho eso, sabes que puedes pedirme cualquier cosa.
-Gracias, Levi.

Levi nunca ha dejado de estar para mí, desde que somos amigos, es extraño pero gracias a él me siento protegida aunque algunas veces me resulta demasiado compromiso, yo jamás he hecho nada por él.

Se quedó conmigo hasta que terminé mi guardia y quedó de llevarme a la casa de Eren.

Todo el camino estuve hablandole de mis ideas para amueblar mi nueva casa. Él me hacía aportaciones más en el tipo de material que sería mejor además de algunos trucos de limpieza... típico de él.

-Gracias por traerme, capitán.
-Sólo dime Levi- sonrio.
-Okay. Buenas noches, Levi.
-Nos vemos.

Él se quedó ahí incluso cuando yo ya había llegado a la puerta.

Eren me recibió y me pidió prestado dinero de mala forma.

-Espera, Eren... no hay dinero en mi bolso lo tengo en mi habitación.
-¿Qué es esto?

Sacó la llave de mi bolso y con una mirada severa se dirigió a mí.

-¿Qué significa esto?
-Eren... es la llave de mi nueva casa.
-No entiendo... ¿Vas a dejarme?
-No lo tomes así, es algo que iba a pasar en cualquier momento, estoy agradecida contigo por todo lo que has hecho por mí pero ya no somos unos niños... necesito crecer y hacer mi vida aparte.
-Ah es eso... pues sabes que... ¡Vete si tanto lo quieres!
-Eren...

Subió a lo que era mi habitación, saco toda mi ropa del clóset y la arrojó a una maleta. Tomó mis cosas del tocador e hizo lo mismo rompiendo mis perfumes.

-Eren... ¡Basta!
-Lárgate.

Sus palabras eran fuertes pero no podía reclamarle, después de todo sólo fui un huésped aquí.

Tomé la maleta y el resto de mis cosas para salir de su casa. Él no volvió a hablarme hasta estar en la entrada.

-Dame mis llaves.

Sin palabras sólo tomé las llaves de su casa y las puse sobre una pequeña mesita para luego salir de esa casa.

Sabía que iba a ser difícil pero jamás espere que me corriera. Y justamente en la madrugada cuando estoy expuesta con dos maletas y lo poco que me queda de dinero para sobrevivir.

-Tsk... ¿Qué voy a hacer?

Caminé con rumbo hacia la casa de Sasha esperando que tal vez ella me recibiera.

Eso hice pero fue en vano. Olvidé que había regresado a la casa de sus padres porque su casa está infestada de una plaga.

-¿A qué otro lugar puedo acudir? Mi casa está del otro lado de la ciudad, caminar hasta allá es un suicidio-. me resigne y comencé a caminar-. Tal vez Levi me de posada por hoy.

Sujeté bien mis maletas y comencé a caminar hacia su residencia.

Pasó la primer hora y mis brazos dolían, incluso estaba considerando dejarlas para ir más rápido pero justo antes de que cometiera esa decisión tan extrema alguien me llamó.

-Mikasa Ackerman... ¿Qué haces aquí?
-Yo...
-Sube.

Él bajó de su caballo y me colocó su sacó, nisiquiera había prestado atención al frío de la madrugada con todas esas emociones estancadas. Me ayudó a subir al caballo y se llevó mis maletas.

-¿Necesitas que te lleve a algún lugar?
-No sé a donde ir, en realidad...
-¿Qué?
-Tuve una ahh achu- estornude-. Perdón.
-Mi casa no está lejos, vamos.
-Pero...
-Por favor, vas a enfermar si sigues aquí.
-Gracias.

No mintió, su casa estaba en la siguiente cuadra. Entramos a su casa y me ofreció todas las atenciones para sentirme cómoda.

Bueno, estar en la casa del hombre que me ha gustado desde que recuerdo no es algo que pase todos los días.

Me sirvió una humeante taza de té de limón y me dejó su saco.

-Gracias.
-No es nada. Ahora, dime... ¿Qué pasó?
-Tuve una discusión con mi hermano y decidí salirme de la casa.

No podía decir que él fue el que me corrió frente a un oficial.

-Lo hiciste sin pensar.
-Si, pero lo iba a ser de todas formas.
-Llevas el uniforme. ¿Acababas de hacer guardia?
-Sí.
-Puedes quedarte por hoy o el tiempo que necesites aquí, eres bienvenida.
-Comandante eso...
-Erwin... sólo Erwin, por favor.
-Está bien - sonreí apenada.

No podía creer que enserio estaba pasándome esto a mí. Gracias estúpido Eren, gracias por esto.

Al terminar nuestro té me indicó donde era su habitación, dormiría ahí ya que las otras habitaciones de la casa no habían tenido mantenimiento en mucho tiempo debido a que vive solo.

-Si quieres acomodar tu ropa, estos cajones están libres.
-Gracias.

Abrí la maleta para sacar una pijama y el olor a perfume inundó todo.

-Creo que se han roto mis perfumes.

Maldito Eren Jaeger pagarás por cada uno.

-Es muy buena la fragancia pero será mejor que arregles eso mañana, puedes tomar una de mis camisas para cubrirte por esta noche, creo que tu ropa está mojada por el perfume derramado.
-Gracias, en verdad pero...
-Nada de peros... toma.

Me dió una de sus camisas, era suave al tacto y cuando me dejó sola para descansar comprobé lo bien que olía.

Saqué la ropa de la maleta y la intenté salvar. Al menos oleria bien estos días pero me sentía hundida de vergüenza con todos estos inconvenientes frente al comandante. Deberá pensar que soy una rebelde con mala suerte... Uff ya empezamos mal.

ONE GIRL TWO MENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora