XXI. Constante y confundido

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Los temores se van confirmando, cuando mira a Hoseok lo percibe, es algo raro y distante, le dan ganas de decirle "¿ves que olvidarlo no es la solución?", entonces como contraataque se dispara un "¿y cuál sería la solución? Hablarlo ¿y luego qué? ¿Qué le dirías a Hobi si te dice que está enamorado de ti?". Y Yoongi termina por sumarse a la petición inicial y tratar de olvidarlo, aunque queda en evidencia que es imposible para ambos, porque con el pasar de los días no siente que las cosas retornen a como estaban. A las risas, a las noches en el sofá con su dongsaeng escuchando sus críticas y humor ácido respecto a los programas televisivos, a esas horas del café y quejas del día o simplemente disfrutar de la compañía mutua con alguna canción de fondo.

La relación está extraña y se alejan. Hay barreras entre los dos.

Fingir normalidad es difícil para una persona frontal. Le desespera compartir sonrisas apagadas como si nada, mientras que Hoseok esquiva el contacto visual. Cada interacción se percibe tensa y Yoongi no sabe qué demonios hacer al respecto. Por dónde partir. Todavía está aturdido mirando el desorden, como una habitación de alguien con mal de Diógenes, ¿cómo se organiza un cerro de cosas acumuladas?

El único alivio tras cumplir con su parte del terrible trato que lo tuvo sometido a largas horas adicionales de estrés, es que pudo confirmarle a Hobi dónde, cuándo y cómo sería el fanmeeting, ya estaba garantizado su acceso. Logró arrancar una sonrisa sincera y un ruidito agudo de alegría reprimido sin éxito, pero duró demasiado poco. Volvió a notar culpa y dolor en esos ojos oscuros.

Quería decirle "no, no esa mirada, se supone que esta noticia te alegraría".

—No sé cómo agradecértelo, hyung —dijo tímido con la vista a los pies.

Su Hobi debería estar contento, colgándose de su cuello, sacudiendo sus hombros y riendo. Exclamando a viva voz las preguntas que por años había anhelado hacerle a las chicas que idolatraba. Celebrando que luego de montones de sorteos perdidos ahora tenía su oportunidad dorada.

—Ve, disfrútalo, divierte, con eso basta.

Se le aprieta el estómago sentir que ha apagado a Hoseok, aunque Seokjin le haya recordado que las tensiones se construyen de a dos y que no pretenda asumir culpas que no le corresponden.

Es inevitable sentirse un poco —o bastante— responsable. Quizás emitió señales ambiguas.

Quizás él transitaba en una ambigüedad sin notarlo. Es que su relación con su mejor amigo siempre fue tan confortable que sentía la confianza para hacer y decir todo, sin censuras, aquello que no ha podido experimentar con otra persona. Incluso el contacto físico le resultaba cómodo y eso ya decía bastante sobre un sujeto reticente a las muestras de afecto, en especial las corporales.

Quiere imperiosamente retroceder, volver una semana atrás. Retornar a la normalidad.

Extraña que no sea Hoseok quien lo espere para los almuerzos o los recesos. Con el correr de los días esos espacios los comparte con Jimin, aunque menos veces porque su tiempo ha parecido abocarse por completo en la audición y un par de evaluaciones restantes. Namjoon también lo acompaña en los almuerzos y después de las prácticas, si bien no lo dice directamente, deja entrever que tanta distancia repentina con su novio estresado le apena y no sabe qué hacer para apaciguar los ánimos con el bailarín rubio.

"Bienvenido a mi mundo"

¿Qué hacer? es una pregunta que lo ha acompañado durante días.

Cuando Nam está triste su expresión le recuerda a la de un cachorrito herido.

Bueno, en realidad proyecta esa expresión en cada amigo que se presenta ante él con cara triste por los embates de la vida.

Cliff's Edge [TaeJin/NamMin/YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora