WHITE PALACE [YOONMIN]

12 | SOME CHANGES HURT

12 | Algunos cambios lastiman

—Te ves diferente—comentó Donny con la cabeza entre las almohadillas y la calma de otra de las salas blancas me resulto triste.

— ¿A sí? —pregunté desde la silla cerca de la camilla, había estado estudiando mientras ella dormía.

—Sí, tomaste la pasantía que dijiste que rechazarías y le estas poniendo esfuerzo extra a tus clases, sin mencionar lo otro—sabía que se refería a nuestra ruptura, le di una sonrisa labial, o un intento.

—Creí que la pasantía me ayudaría cuando tenga mi título.

— ¿Y desde cuanto te importa eso? —desde que dejé de preocuparme del mañana y comencé a pensar hacia años en adelante, seria horrible mencionarlo.

—Desde que pagare mis cuentas por mí mismo—Comenté parándome para estirar mi cuerpo entumecido.

—Pudiste esperar a que muriera—jugó con sus manos, no quería decir que la triste verdad era que eso había estado haciendo, acostumbrándome a perderla mientras intentaba hacerla feliz.

—Podía hacerlo, podría incluso ahora, pero estaría mal.

—No me importaría—me mordí el labio inferior sintiéndome culpable al verla conectada a una máquina.

—Estaré contigo siempre solo...

—No del modo que yo quiero—terminó por mí, con los ojos cubiertos en lágrimas.

—Donny...—intenté de nuevo. Como la primera vez, esta seria más dolorosa incluso.

—Deberías irte. Déjame aquí si no te importo—bajo la cabeza limpiándose las lágrimas con la única mano libre y escondiendo el rostro al ver al lado contrario.

Dolió. Más que la primera, segunda o tercera vez porque esta era la última y de alguna manera supuse que ambos lo sabíamos.

— ¿Qué no me importas? —Susurré—Crees que no me importas ¿Por qué? Si me quedé contigo cada noche, si lloré por ti cada noche, cada vez que viniste aquí no dude en dejarlo todo para estar contigo, has sido mis ojos, mi vida entera y nunca fue suficiente, no puedo hacer nada—estaba tan dolido que no supe que estaba comenzando a subir la voz.

— ¿Y qué quieres que diga? ¿No pudiste hacerlo un poco más? Estoy muriendo, cada vez que vengo aquí soy yo la que está muriendo, tu tendrás una vida después de mí y yo no tendré nada más que polvo — sus gritos me desgarraron tanto que lo único que pude hacer fue caminar hasta su camilla y abrazarla. Sus ojos me dijeron que me fuera, que ella no me quería cerca nunca más porque le negué algo que ella siempre tuvo y que yo nunca me di cuenta qué le estaba dando, mi vida.

—Lo siento, lo siento—susurré contra su cabello, ella me abrazó con su única mano libre tomándome del nacimiento de mi cabello para inclinarme sobre sus labios.

Vi como nuestros cuerpos se acercaban y no pude.

—Lo siento, pero algunas cosas—susurre con mi frente contra la suya y las lágrimas queriendo escapar desde mi alma hasta las cuencas de mis ojos—pero algunas cosas tienen que cambiar.

Y me alejé, hasta que terminé en algún pasillo igual de blanco que los demás con la cabeza entre las piernas y mis sentimientos arrastrándose por el suelo, no me di cuenta de que tan audible eran mis sollozos o si alguien, alguna mujer de blanco o alguna persona en pijamas me estaba observando. Solo quería hacer lo mejor para todos, pero esta vez incluyéndome a mí. 

Nadie me da su opinión, no se si les gusta mi libro ;-;