WHITE PALACE [YOONMIN]

21 | JUST A LITTLE MORE BEFORE

21 | Solo un poco mas antes...

—JiMin tenemos que hablar—YoonGi me miró desde su lado de la cama, tenía los ojos oscuros y su piel pálida se veía más saludable, no había marcas de insomnio bajo sus ojos y estaba por marcharse del palacio blanco.

—¿Sobre qué? —pregunté separándome de su cuerpo desnudo junto al mío, su torso estaba frio mientras yo le transmitía calor.

— ¿Recuerdas la historia de los ángeles y los cazadores? —preguntó mirando el techo blanco con luces desgastadas mientras el sol de la mañana se colaba por la ventana.

—Sí—contesté distraído mirando la curva de su mandíbula al hablar.

—Cuando una persona debe seguir un camino, a veces los ángeles o cazadores tienden a intervenir para que no se separen de él.

—¿De qué hablas ahora? —pregunté sin entender.

—El asunto es que los que son perfectos, nunca se relación sentimentalmente cuando lo hacen, las fallas sí.

— ¿Y eso significa?

—Significa que cuando un ángel o cazador es una falla lo sabe cuándo tiene por su labor que inmiscuirse en la vida del alma a su cargo, es así como lo descubren.

Un ángel que se enamora de un humano ya no es un ángel, un cazador que no ve a las presas como presas, ya no es un cazador.

Es así como lo confirman, cuando odian, aman o sufren por un ser por el que no deberían.

— ¿Acaso los ángeles no conocen la empatía?

—Tienden a hacerlo, conocer y sentir por el alma a tu cargo no está mal, pero amar y sentir por un ser ajeno solo puede ser una falla ¿Un ángel dejaría de cuidar al humano a su cargo para irse con otra persona? Eso es una falla, es por eso por lo que solo el ángel o cazador puede saber cuándo es una falla.

— ¿Y tú te consideras una falla? —pregunté, sin saber la razón mi corazón comenzó a palpitar con fuerza sintiéndolo en mi garganta, los ojos de YoonGi se volvieron vidrio, vidrio impenetrable y nostálgico. Su sonrisa se volvió una mueca tan hermosa como dolorosa para mí, sentí su dolor en mi pecho y aunque en ese momento no sabía porque, todo lo que hice fue consolarlo poniendo su cuerpo desnudo entre mis brazos.

—No eres una falla, y si lo fueras, serias la falla más hermosa jamás conocida—sus manos se ciñeron a mi espalda, y el silencio me distrajo hasta que fue momento de separarnos, se suponía que solo vendría a saludar en cambio terminamos enredados entre las sabanas.

—Puedes venir esta noche—me dijo cuando estuve parado en la puerta, la propuesta no parecía feliz en general, parecía ansioso, pero no me negaría.