Día 199 "Ya he sacado todo lo que queda de mi"

495 10 0
                                    

Buenas noches, soy yo nuevamente. Siendo sincera no quería escribirte otra carta desde hace un tiempo para acá, porque soy consciente de que estallaría en llanto y estaba intentando huir de este momento; pero he llegado del trabajo con una presión terrible en mi pecho que me corroe, con ganas de tirarlo todo, pero siempre me gusta pensar en esa perspectiva que tenías de mi, que podía con todo, auque a decir verdad no puedo con nada, ni con mis propios pensamientos, por eso comencé a escribir, necesitaba silenciar mi mente. Ahora, es una voz que grita por doquier, y que a muchos les gusta leer.

Sencillamente ya no se en donde conseguir fuerzas, ya mis reservas las agote, ya no se cuantas lágrimas he derramado ni cuantas heridas llevo, sólo sé que me estoy quedando sin aliento, entonces aproveche de escribirte porque de todos modos ya estoy llorando, pero tal vez el escribirte me impida que le haga daño a mi piel.

Decirte que te amo sería algo realmente estúpido, ya lo sabes, y los lectores también lo saben, porque... de no ser así no gastaría mi tiempo en sentarme en esta páginas a escribirte cartas, en este cuaderno un poco desecho al igual que mis absurdos sentimientos. Incluso mi sobrina de siete meses, encuentra en mi mirada lo mucho que te necesito aquí. Sí alguien lee estas cartas, verán que más que extrañarte mi alma se recompone cuando estas cerca y esto no es nuevo para nadie, el instituto entero lo sabía; estar estresada y malhumorada por los pasillos pero al otro instante reír cuando estabas cerca de mi, porque sencillamente era imposible pelear contigo, y no sé como lograbas esa sensación en mi o evitar ese momento entre nosotros.
Era como una conexión, que encendía mi pasión y terminaba derramando tintas de verdad, no como las cosas forzadas que ahora escribo.

Estas cartas, más que extrañarte, justo ahora es una necesidad de tenerte aquí para recomponerme, para seguir luchando; sólo un segundo, un abrazo será suficiente. No puedo evitar llorar y pensar que estoy atada a esto, escribir cartas sin control que seguramente nunca irás a leer.
Y si, sigo aquí escribiéndote como si esto cambiara nuestro destino.

Me lástima ver que estas cartas nunca me contestarán y tal vez, sólo tal vez, para cuando tú lo hagas, ya ni sienta lo mismo; esa sensación de agonía en la cual estoy justo ahora, esa sensación de necesidad de verte aunque sea por un instante. Tal vez, ya ni esté con vida, o simplemente ya nuestra amistad llego a su final. (Aunque sería probable miles de cosas, que la última opción. Al menos eso creo yo)

Me conoces, mucho más que yo misma, y lo sabes. No entiendo como has desarrollado esa capacidad de mirar lo que soy y del porque lo soy; esa extraña manera de ser observador al extremo, hace que me lleves al borde de la locura porque no entiendo como lo haces, es como si estuvieses viviendo en mi alma, que conoces cada herida, cada caída y cada victoria, que sabes como voy accionar y porque lo haría de ese modo; es como si habitaras en mi mente y sabría que pasaría por ella ante ciertas circunstancias. Conoces el motivo de cuando mis cachetes se inflan, y cuando guardo mucho silencio, sabes que algo sucede porque soy muy parlanchina, conoces cuando estoy muy feliz o cuando no puedo más sin necesidad de ver mis facciones, tan sólo con mi voz sabes distinguir en que sentimiento estoy parada justo en ese momento.

Esa conexión que me desajusta, pero me gusta.

¿Cómo lo haces?

No lo sé, pero me llevas al borde de la locura porque yo no te conozco lo suficiente, no al nivel en como lo estas conmigo, y siento que fallo en esto. Que sabes como sobre llevarme y cuando alguien te dice como cuidarme es estúpido; porque me has cuidado durante seis años mientras miles de personas se topan conmigo, algunos sin conocerme a profundidad se encantan de como soy, de las cosas que puedo hacer y muchos de esas personas locos por mis letras, pero ninguno saben como cuidarme, no saben como cuidar este ser un poco desarmado pero dispuesta amar, amarga como un limón, pero también sabe curar los males como un papelón con limón, caliente para el frío y fría para el calor. Muchos de estas personas no saben quedarse aquí, junto a mi, y cuando se van suelen decir que soy yo. No sé quién tenga la razón, si ellos, o sencillamente tú, que cada acción o forma de ser mía es un misterio para ti: sueles decir que mis razones tendré para cada decisión o la manera tan extraña en la que a veces me comporto y simplemente no quedas ahí, sino que terminas hallando la razón un tiempo después.

Sabes que soy muy impaciente, pero llega un punto en que espero tanto algo y no ocurre, entonces dejo de esperar y para cuando se hace realidad ya no es igual, no le tomo cuidado. Tengo miedo de que esto ocurra contigo, que encuentre un lugar o alguien que me haga recomponerme y para cuando llegues, estaré bien y no tendré tanta necesidad de encontrar tranquilidad y felicidad cerca de ti.

Realmente... ¡No quiero que suceda esto! Porque se que acabare por terminar en hacerme daño, nadie se queda mucho tiempo a mi lado.

¿Porqué te escribo cartas solamente a ti?

Porque has estado conmigo desde que era la persona más tímida del mundo, has visto como he cometido errores, como me caigo y me levantó, como he hecho niñerías y como me he convertido en una mujer.

¿Tienes un manual en tu mente de como sobrellevarme?

No todos tienen esa capacidad que tu posees, que te ha llevado a conocerme más de lo que yo te he permitido.

No quiero encontrar esa sensación de tranquilidad en otra persona y si lo llegara a encontrar sé que sería fantasía, porque un día despertaré y me hundiré más de lo que había podido estar, ya lo experimente una vez.
En tantos años, no he sentido esa sensación de decepción contigo, porque hemos estado el uno para él otro sin condición. No quiero otra herida, pero no estas aquí para que le generes calma he inspiración a mi alma.

Llenaré mi habitación de tantos escritos y cartas para ti, me convertiré en una escritora compulsiva de cartas para alguien que el destino no me ha permitido volverlo a ver. No entiendo como el destino puede ser tan egoísta, gente que me hace daño tengo que verlos a diario y quién me levanta el ánimo, no lo veo en meses.

Esta distancia me esta matando, y es del sentido literal; si alguna vez te preguntas porque del sentido literal, acércate a mi y yo te diré la verdad.

A todas estas, ésta será la última carta que escribiré. Me despegare de esto a lo que me he atado por dos años. Y seguramente el no escribirte me lleve al borde de la locura, pero he estado aquí sufriendo con esperanza de que me leas y es tiempo de dejar ir esa absurda idea.

A través de la Distancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora