No sé si en una carta te digo que te amo; pero sí, lo hago desde hace mucho tiempo. Y lo descubrí cuando comencé a escribirte cartas; no quería decirlo porque tenía miedo de despertar y darme cuenta que te has marchado.
Ya han pasado seis años entre altas y bajas, sonrisas y llantos, sé que estarías aquí hasta que yo decida marcharme, y yo seguiría aquí porque sería muy estúpido dejar ir lo que hemos construido a base de jubiladas de clase, sonrisas, a veces distancia, reclamos (siempre son míos), sinceridad, desvelos, hermandad, cuidar el bienestar el uno del otro (aunque a veces eso significa enmudecer los sentimientos)
Aquí estaré aún en medio de la distancia, aunque no causé la misma sensación. Aquí estoy para cuando vuelvas te abrazaré como si mañana no existiera, aquí estoy para que conozcas la nueva versión y no me preocupo de que te sientas orgulloso de mi, al parecer siempre lo haces y eso, me gusta de ti.
Cuento cada micro segundo que no estás aquí, para cuando vuelva a verte recordar todo el tiempo que no estuviste y aprovechar cada instante y no dejar colar ni un segundo con silencio.
Imagino constantemente que regresaras; un día estando en el trabajo, o en casa, estarás ahí a la puerta, aunque esta imaginación acabe por hacerme un poco de daño, pero puedo vivir con eso.
He vivido con peores cosas dentro de mi cabeza, que a corta edad dejo de ser hueca sino fría y pensante como gente grande. Así que... puedo, puedo con estos pensamientos que dañan de vez en cuando, pero cuando quieren me calman.
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A través de la Distancia.
Short Story"Estas letras van dedicadas a una de las mejores amistades. Aprender la paciencia ha sido parte de él, conocerme sin yo hablar de mí, es algo que constantemente él suele hacer. Una amistad reconocida como la más extraña, y que aunque es mí mejor a...