Duele buscarte y no encontrarte.
Duele estar aquí, pensando en querer contarte mil cosas pero ni siquiera sé de tu paradero.
Esto me duele como no tienes idea.
De qué quiero abrazarte.
De qué quiero escuchar tu voz.
Y que de vez en cuando, sólo encuentre tu rostro en mis sueños.
Duele ver como mis amigos han tomado caminos tan distantes, no importa lo diferente al fin y al cabo no somos morochos, pero si esa distancia me esta matando la sonrisa y el buen espíritu joven.
Es tan loco como nunca me apegue a amistades de la escuela, sólo con lety ¿la recuerdas?
Ella es una gran amiga, aunque no hablamos casi. Cuando nos encontramos por casualidad no paramos de hablar, y a pesar que está en el misma aldea, no es una necesidad de verla.
¿ Por qué contigo? ¿Por qué todos esto sentimientos para ti, y nada más para ti?
Porque a veces entro en un estado de rabia, de impotencia el no poder tomar tu ruta.
Y duele; duele conformarme solo con los recuerdos. Duele el tiempo extra que tengo para contar cada hora, cada micro segundo que perdí por mera estupidez mía, y que ahora me doy cuenta lo importante que es hacer todo el tiempo que tengas para ello y no dejarlo para después.
¿Y si no existe un después?
¿O si existe pero no lo suficiente como para hacer lo correcto?
Esto sucedió, y creo que te extraño tanto a ti, porque siento que había más que dar. Más allá de aquellos grandes muros y el portón de madera inmenso del Instituto. Más allá de unas simples mesas, que no significaban nada y ahora lo significa todo.
En cambio, con los demás salí, se quedaron en mi casa a dormir. Vivimos momentos de momentos.
Y siento que eso, fue lo que faltó.
Tal vez, sólo tal vez estas letras nunca serán suficiente para calmarme, para dejar de extrañarte y lo único que calme está alma sedienta es verte, decirte lo que nunca fui capaz de hacer, reír en vez de molestarme porque si y porque no, observarte más, amarte con la misma intensidad pero sin miedo de expresar.
Y es que te quiero, también lo siento, por nunca haberlo dicho, y de seguro ya es muy tarde.
Pero descuida, me siento bien con ello, con lo único que no me siento bien, es no saber nada de ti.
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A través de la Distancia.
Conto"Estas letras van dedicadas a una de las mejores amistades. Aprender la paciencia ha sido parte de él, conocerme sin yo hablar de mí, es algo que constantemente él suele hacer. Una amistad reconocida como la más extraña, y que aunque es mí mejor a...
