Hoy no tengo más nada que decir.
Sólo esa palabra que ya tanto conoces.
Te extraño como en la primera carta, como en la segunda; pero espero que no sea igual para cuando escriba la última carta.
¿Has imaginado tu regreso?
Espero que si, porque yo lo hago constantemente y siempre te imagino alegre.
Y discúlpame si ese no es tu estado actual, he incluso puede que tenga una idea de como te sientes o ni me acerque a ella.
Pero...
¿No es suficiente ya, con el dolor que sentimos?
No tan sólo por esto, por la distancia. Se que hay más dolores en ti, más dolores en mi, que no sólo son estos. No todo nuestro mundo son estas cartas, eso lo entiendo perfectamente.
¿No crees que es hora de ser feliz?
Aunque sea que lo imaginemos, pero ser feliz por un momento.
Por eso suelo imaginar que mañana te veré, aunque si, me lastimo. Pero eso me hace sentir feliz y amanezco con una nueva esperanza, aunque termine por acabarse cada fin de semana. Y esto es lo de menos, porque tu ausencia pueda que dure bastante, pero siento que no será para siempre.
En fin.
Ya conoces esta palabra.
¿O no?
Creo que más que yo, o menos.
Por ahora no tengo a casi nadie quién extrañar; tal vez tu si tengas a muchas personas del cuál hubieras querido despedirte.
Hoy quiero que seas feliz, así sea que te acuestes en tu cama, cierres los ojos he imagines todo lo que te haga sentir bien. Eso lo necesitas, eso lo necesita el mundo entero.
Tal vez así, olvidamos tantos problemas y comenzamos hacer feliz, así sea antes de ir a dormir.
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A través de la Distancia.
Historia Corta"Estas letras van dedicadas a una de las mejores amistades. Aprender la paciencia ha sido parte de él, conocerme sin yo hablar de mí, es algo que constantemente él suele hacer. Una amistad reconocida como la más extraña, y que aunque es mí mejor a...
