Eternamente no eres, no somos.
Lo sabía.
Claro que sabía que te iba a perder,
Un día cualquiera cuando nadie lo espera.
Pero lo que sí no sabía, era la intensidad de dolor que está perdida iba a ocasionar en mi interior.
No somos eternos, eso ya lo sé, eso ya lo sabemos.
Lo único que no sabemos, ni aprendemos es como vivir con una pérdida.
Porque de vez en cuando duele en el pecho, unos días más que otros, pero siempre duele un poco.
A mi me guarda, me calma la esperanza de volverte a ver, es mi ventaja, que aún miras un cielo, y aún no vives en él.
Pero hay personas que no volverán jamás, ni miraremos más; y esto, duele más..
Y todos quisiéramos que dejará de doler.
Pero hasta hoy me pregunto.
¿esa persona querría que dejará de doler?
Porque de ser así, entonces ya no la recordarás, extrañara, necesitarás.
Contigo, aún guardo la esperanza, el suspiro por la mañana que tal vez, sólo tal vez, es un día menos para ese día en donde te volveré a ver.
Pero otros, pierden la esperanza, porque ese suspiro es un quejido de auxilio, porque están muriendo por dentro, y nada, ni los kilómetros le devolverán lo que algún día perdieron .
Me quejo porque ya no estas.
Pero hay personas que no, nunca volverán, y eso, duele más.
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A través de la Distancia.
Short Story"Estas letras van dedicadas a una de las mejores amistades. Aprender la paciencia ha sido parte de él, conocerme sin yo hablar de mí, es algo que constantemente él suele hacer. Una amistad reconocida como la más extraña, y que aunque es mí mejor a...
