༻𝓕𝓵𝓸𝔀𝓮𝓻𝓼༺ [𝓕𝓮𝓵𝓵!𝓟𝓸𝓽𝓱]

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— Lotus. . . Hey, Lotus. —Le estaba llamando pero al parecer su contrario no estaba poniendo mucha atención que digamos algo raro a decir verdad ya que Lotus siempre le ponía atención. 

En cambio en Lotus, el estaba perdido en sus pensamientos se notaba algo preocupado pero trataba no tomarle importancia a tal asunto que estaba teniendo en estos mismos momentos. Ah, era muy normal en el que siempre tratara de ocultar todo lo que pasara.

— ¡Lotus! —Su enfado ya estaba siendo notable ya le había llamado como seis veces y nunca obtuvo respuesta. Algo que a decir verdad Rurik no toleraba demasiado.

— ¿Eh? ¿Pasa algo Rurik? —Por fin había salido de sus pensamientos después de muchas llamadas pero eso no quitaba el hecho de que aun estuviera del todo bien, haciéndole caso como siempre.

— El que debería preguntar eso soy yo, estas actuando algo extraño. . . Bueno, más de lo que normalmente sueles comportarte. —Sin más que decirle soltó un suspiro para darle unas suaves palmaditas en su espalda, en un intento de que se tranquilice o algo por el estilo.

Ya habían regresado a ese Au en donde solo la sangre y el genocidio era lo único presente, no había nada pacífico y nadie lo esperaba. Más bien se lo tomaban como un símbolo de debilidad pero otros se lo tomaban como un símbolo de valentía.

— Supongo que si. —Dejo que el mayor le diera aquellas palmaditas aparte de que no le hacía daño así que no tenía que preocuparse demasiado que digamos.

Pero su preocupación era que quizás mañana o pasado mañana deje de ver, si, aquellas flores ya estaban a punto de dejarlo ciego permanentemente. Algo lamentablemente pero tenía que aceptarlo, así era su destino y tenía que conformarse con aquello.

Al fin en cuentas las palmaditas se detuvieron por lo que Lotus soltó un leve bostezo tenía sueño pero no dormiría, quería aprovechar el mayor tiempo que le quedaba para mirar a Rurik.

— ¿Crees que es sea muy horrible ver pura oscuridad? —Cuestiono Lotus quién solo se acomodó en el pecho del mayor mientras soltaba otro leve bostezo si que el sueño le estaba ganando pero se resistía el esqueleto.

— Bueno. . . A decir verdad no tengo la más mínima idea de cómo se siente, pero creo que no tanto, digo, te puedes basar en el sonido y así imaginarte bien las cosas. Creo, bueno, solo esa es mi opinión al respecto. —Dicho eso le empezó a dar suaves caricias en la espalda de su contrario como también lo miraba de vez en cuando notando como esas flores poco a poco se lo andaban consumiendo.

— No lo sé, ya no puedo mover tres dedos de mi mano izquierda y en la derecha no puedo mover uno. Aparte de que pronto perderé la vista de mi única cuenca funcionable. —¿Se notaba su tristeza? Si y demasiado, el no quería esto pero no podía hacer nada al respecto por lo que tendría que aguantarse.

— Entonces me encargaré de que no pierdas ninguna detalle de lo que pase, seré tus ojos. —Le sonrió levemente provocando que el menor se sonrojara.

—. . . Me agrada la idea. —Se acercó al rostro del mayor para darle un beso en su pómulo.

Serás mis nuevos ojos, Rurik.