Capítulo 2

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Ha sido uno de los fines de semana más trágicos de toda mi vida, no he querido comer, no he dormido, no he salido, apagué mi celular y no he estudiado nada para el examen del martes. Ya hoy es domingo y creo que me voy a desmayar si me levanto de lo débil que estoy, he sido puro llorar y es que los recuerdos de Sebastian invaden mi mente, ¡DIOS! Lo amo mucho, todavía lo amo, me duele el pecho, me duele la cabeza.

-Cariño come algo por favor. Me duele verte así, tu papá ha pensado en ir a la casa de Sebastian y darle su merecido si tu no mejoras... ¡Come! por favor.

-Vete de aquí mamá no quiero ver a nadie, me quiero morir.

- Voy a romper la puerta sino me abres Emma Estefania Anderson Pierce.- Oh rayos! Ese es papá, Robert Anderson con su carácter del coño.

Abro la puerta antes de que papá cumpla con su amenaza y escucho el chillido de mi mamá al ver mi aspecto y lo siguiente que veo es como mi vista se va a poniendo más borrosa y borrosa hasta ver todo en negro.

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Me duele absolutamente todo el cuerpo, y no puedo abrir los ojos pero puedo escuchar todo lo que hablan a mi alrededor, estoy escuchando aparatos clínicos y huele a medicinas, es un hospital. He pasado los últimos meses metida aquí pero no como paciente sino como pasante, y a diferencia de ahora supongo que estoy como paciente.

-Emma mejorate por amor a Dios, juro que quiero matar a ese infeliz en estos momentos, eres la mas dulce y cariñosa persona del mundo. No mereces estar así por alguien como el...- Esa voz es de James... Si, de James. Y mi mamá debió haberlo puesto al tanto de mi situación y debe estar hablando de Sebastian.

-James, cariño. Descansa, tienes aquí todo el día. Yo cuidaré de ella.- No James, no te vayas... Tu compañía me reconforta mucho, digo en mi mente pero no emito palabra alguna y tampoco abro los ojos.

-Sra Rose, me quedaré hasta que despierte. ¿Ya le aviso a sus amigas?.

-¡Oh! no les he dicho nada, te avise a ti porqué cuando encendí su celular ella tenia muchas llamadas perdidas tuyas.

-No se preocupe yo mismo les aviso.

Escucho la puerta de la habitación cerrarse, y lucho contra mi misma en abrir los ojos, y lo logro hacer.

-¡Mi vida! Se me hizo una eternidad la espera a que despertaras.

-¿Cuanto tiempo he estado así mamá?.- Mi mamá ve el reloj.

-Cariño desde el domingo, al mediodía tocamos tu habitación. Al abrir la puerta de desmayaste, te traímos aquí y estamos a lunes y son las 4pm.

-Mamá!! Carajos!!! Mierda!!! Mañana tengo examen!

-James se encargo de eso.

-¿Que hizo qué?

-Suspendieron tus exámenes hasta que te sintieras mejor.

-Oh tengo que agradecerle, ¿donde está?

-Afuera, llamando a tus amigas.- Intento levantarme pero me mareo al instante.

-Hija, tuviste un cuadro de deshidratación. Llorabas y llorabas, y no te alimentabas, ibas al baño y no tomabas casi agua desde el viernes, ni siquiera tomabas café.

Mientras Te Olvido©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora