Capitulo 16

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Emma.

Han pasado 6 meses desde que James se fue y yo me he dedicado a mi trabajo y a estudiar, habló con el todos los días así como también visito a sus padres de vez en cuando. Hoy es domingo y no tengo trabajo en St Marie así qué invité a mis padres a almorzar en el apartamento y no, ya se que se imaginaran que vamos a comer pizza, pero ya estoy comenzando a cocinar gracias a los tutoriales en youtube.

Creanme que me han servido de mucha ayuda, ya sé cocinar muchas cosas que antes no sabia. Mis padres vienen con mi hermana en un rato y estoy cocinando pollo a la naranja, tengo el leve presentimiento que ellos creen que comerán pizza.

Es un día muy bonito, el sol brilla mucho y esta fresco el día en Londres. Mis padres vienen en un rato, yo llevó un vestido blanco holgado de tirantes y mi cabello en una trenza a medio lado.

No soy la misma que usaba lentes de montura en la secundaria y la que tenia el cabello corto. He cambiado mucho, algunos pacientes que me toca atender en emergencia que resultan ser adultos dicen que parezco una doctora de película porno. Pero ya saben, son los pacientes mas pervertidos mayormente suelen ser jóvenes adultos y nos los juzgo porqué quizás y si lo parezco.

La diferencia de una actriz porno de mi es que no tengo sexo a diario, mejor dicho no tengo sexo desde Sebastian. Es tan extraño que siga siendo el primero y el único hasta los momentos.

El sonar del timbre me saca de mi trance así que me lavo las manos para ir a abrir la puerta a juzgar porqué ya es mediodía deberían ser mis padres. Al abrir la puerta no observo a nadie y me molesta porqué pueden ser los niños de la familia Patterson que son unos demonios, pero cuando bajo la mirada me encuentro con una caja de chocolates acompañada de una nota escrita a mano.

«Siempre tuyo... Sebastian»

¡Yo no se que hice para merecer esto!, tenia meses sin molestarme, ¡MESES! Y viene a hacerlo hoy para perturbar mi paz mental. Sebastian yo no se que diablos se trae, pero cada vez que alguna de sus parejitas le termina viene a buscarme a mi. Gracias al cielo tengo un buen autocontrol de mi misma y ya no cedo a sus juegos... 

No puedo negar que le he hecho uno que otro favor, le he prestado dinero, me ha hablado como gente civilizada y todo ha marchado de maravilla así que no me quejo en ese aspecto pero es un poco molesto que venga a decirme cosas que no debería cada vez que una pareja lo deje.

Estoy frunciendo el seño con los chocolates en mis manos, mientras miro a ambos lados en busca de algún indicio de que estuvo aquí y al no encontrar nada decido que lo mejor será entrar y cerrar la puerta con llave. Mejor me como estos chocolates antes de que llegue mi hermana y mi mamá y me los quiten. ¿Que? ¿Pensaron que no me iba a comer los chocolates? Están equivocados, puedo botar cualquier otra cosa menos una caja de chocolates.

El timbre me saca de mis pensamientos, seguro se deben encontrar mis padres afuera. ¡Emma esconde la caja de chocolates! Repito, escondela y la escondó debajo de mi cama antes de abrir la puerta y encontrarme con unos sonrientes padres y una amargada hermana.

La cena transcurre con toda calma, mi padre echando uno que otro chiste, mamá sacándole cualquier desperfecto al pollo a la naranja y mi hermana comiendo en silencio mientras observa todo como una ermitaña. Hasta que de un momento a otro la conversación toma un giro un poco radical.

-Emma, cariño...- Mierda ojalá no salga con la cantaleta de que quiere que me consiga un novio.

- Dime madre - Le digo deteniendo mi bocado.

Mientras Te Olvido©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora