Eran los golpes, con las manos
Más duros que la piedra,
Más doloroso que las púas
Que fue clavando al ritmo
Que se fueron infectando con el tiempo.
Ya no creía en el amor,
Esa mierda que llaman amor,
Que a mi no me supo a amor.
Cada grito, cada vez que alzaba la voz
Para insultarme
O tal vez decirme que era suya
Que nadie se acordaría de quién fui
Y que nadie me echaría de menos.
Ni si quiera él.
En la cama me follaba sin compasión,
Me decía que me amaba,
Me ataba a la cama y me amordazada,
Gritaba mi nombre como un salvaje.
Yo no quería follar
Porque lo único que hacía era fallarme a mí misma
Como él me fallaba a mi tantas veces
Cada vez que se enfadaba y la pagaba conmigo.
Convertía mi piel Inmaculada
En un auténtico desastre,
De moratones y cicatrices
Manchada por su ira.
Pero él, como siempre decía,
Me quería como a nadie.
Y yo tenía que contestar 'y yo'
Porque si no volvía a desenvolver esas manos largas,
Se quitaba el cinturón,
Se calentaba las manos,
Y me ponía en su regazo.
A mí, sinceramente,
Los latigazos ya no me dolían,
Ni si quiera los bofetontes,
Ni las hostias contra la nevera.
A mí me dolía el alma,
Me atravesaba la garganta
Con un nudo que me ahogaba.
Aquello era una cárcel,
Un infierno.
Y acabe por terminar de destruir
Aquel muro de Berlín que aquel hombre
Al que llamaban caballero
Y al que a todos decían bueno
Destruyó con sus manos
A base de golpes y pocos besos,
A base de luchas y amenazas,
A base de querer de una manera, que,
Para querer así, mejor que no se quiera.
Me quería demasiado a mí misma
Como para dejar que él acabase conmigo.
Yo hice el trabajo sucio.
La policía lo llamo suicidio.
Yo ahora lo llamo libertad.
ESTÁS LEYENDO
Versos hechos de Insonmnio
ПоэзияPoesía, en verso o en prosa, pero no deja de ser poesía. 2014-2015.