Versos hechos de Insonmnio

11. La sociedad y sus leyes

Me estresa el tráfico y el ruido de la rutina, la luz de los semáforos, el amanecer adelantado y el olor a gasolina y humo, las prisas, las carreras por la calle, los atascos y las colas kilométricas en el asfalto, los trajes de chaqueta y corbata, las faldas pegadas y los tacones de aguja, los uniformes, las mochilas, las carpetas y los libros, los timbres y los horarios. Odio el día a día en las noticias, los telediarios, y la prensa rosa, los cotilleos de gente sin vida privada, de tíos cachondos y mujeres desnudas en las portadas de las revistas. Estoy cansada de las colas en el banco y el paro, de la gente sin trabajo, y los desahucios. Estoy harta de arte hecho delito, y animaladas hechas para ser aplaudidas, de vandalismo en las calles pidiendo paz, y de agentes que ponen orden a base de hostias. Es irónico que en el mundo se pase hambre, mientras gastan dinero en campos de fútbol, que limpien calles de chabolas para hacerlas más bonitas y tiren mierda a los ríos, de las pateras buscando libertad y los negros corriendo por la calle con una bolsa llena de CDs a cuestas para llevarse algo a la boca, de los cortes en las muñecas por una perfección irreal, y las sonrisas de niños con cáncer a cambio. Es muy triste que alguien que se está muriendo sea más feliz que alguien que lo tiene todo, y que alguien que no tiene nada, dé más que a quien le sobran los millones. Es patético que se ponga de moda un estilo de ropa y llamen raros a los demás, que lo caro sea mejor que lo que es un poco más económico y que la gente sea juzgada y señalada con el dedo. No tiene sentido que ahora sea mejor llenarse los pulmones de mierda, joderse el hígado, y parar poco a poco el corazón, que ser sano, mientras que, a cambio, todo sea gimnasio y una figura perfecta para que no corra la sangre. Es absurdo que ahora la verdad se diga a través de una pantalla, en vez de decirlo a milímetros de una boca, que tu cuerpo sea capaz de ser conocido por toda una ciudad y tu reputación se vaya a la mierda, que ser una guarra esté mal visto, y ser un capullo sea elogiado. Es una auténtica atrocidad que manden a las mujeres cuidarse de ser violadas en vez enseñar a los hombres de no violar, que ahora la vida de un bebé se pueda pagar con dinero, y que si no se quiere, se deje en el cubo de basura de debajo de tu casa, o tal vez hacer un viaje a Portugal para poder abortar por ser un irresponsable. Que horror comer mil bocas, desnudar a mil y una mujeres, y conocer mil cuerpos desnudo, y decir mil te quieros, sin conocer si quiera ese sentimiento, que se multiplica por mil. Que tontería que ahora importe que clase de música escuchas, y aparentar lo que no eres, porque las apariencia importa más que lo que realmente pienses. Que la sociedad es una mierda, y ahora es más importante estar a la última que ser una buena persona. Mierda de sociedad, y mierda de personas que siguen sus leyes.