31. Mi deseo más bonito

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Estoy aquí, cerquita del mar, donde todo se siente más a dentro, donde el frío quema y se me hielan los huesos. Porque el alma aquí abriga poco, no abriga nada y el calor humano me falta, por no decir que me faltas tú, para resumir un par de palabras. Hoy la vida escribió un nuevo capítulo en el que un sueño se antojaba sin sábanas, de madrugada. Allí también hacía frío y el mar estaba a unos pasos, la playa me recordaba a ti, el mismo lugar donde caímos, como ángeles, de un cielo lleno de nubes que anticipaba tormenta.
Me desperté sobresaltada, no estabas en la cama, ni en el sueño y tampoco te sentía en el alma. No sé qué fue, que ocurrió, si aquel capítulo, aquel sueño, era el tiempo que pase a tu lado, o la playa y la tormenta que avecinaba, no sé si era el frío que me atrofiaba la cabeza y el corazón, o la noche que me confundía entre tanta maraña.
Yo sabía que las caricias que estaban tatuadas en mi piel no eran imaginarias, que los besos en la nuca que me erizaba desde la espalda no eran relámpagos de adrenalina que regresaban, que los sentimientos a flor de piel en una noche adelantada a medio día en una habitación casi vacía no eran imaginaciones mías, que te quiero, y que si te quiero no es porque sea un sueño, que te oí decir te quiero, siendo mentira o verdad, pero que siempre era lo que más me gustaba escuchar. Repito, no sé que pasó, si desapareciste porque si, si me dejaste sola, si no estabas o simplemente te soñé, pero corazón, fuiste el sueño más bonito que jamás logré cumplir.

Versos hechos de InsonmnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora