¿El Chico Perfecto Sólo Existe en los Libros?

Cap 34; Tres días.

Solo tres días.

Solo tres días más con Aline, y hola avión a Australia.

Cuatro días de la semana habían pasado en minutos para mi, y lo único que deseaba es que esos últimos tres días duraran siglos, es más, eternidades era poco...

Cada segundo a su lado me enamoraba más de ella y eso era algo que me comía por dentro al saber que no volvería a verla... Bueno, lo cierto es que estaba exagerando, volvería a verla, sí, pero en años, y tan sólo pasaba unos minutos sin ella y yo ya la echaba de menos.

-¡Jeeeeemmnmm!- Chilló desde la cocina.

-¿Síííííííí?- Dije apoyándome en la puerta observándola frustrada restregando sus manos en el delantal.

-Me rindo, tú ganas.- Lloriqueó como una niña de seis años.

-¿Llamamos a Telepizza ya?

-Sí... - Gruñó.

-No te enfades mi amor, las buenas mujeres no necesitan saber cocinar lasaña, con tal de saber hacer ColaCao o pastel de chocolate, como tú bien haces, no necesitan nada más.- canturreé abrazándola por la espalda apoyando mi cabeza en su cuello.

-Oh, claro claro, ¡y menuda madre seré si alimento así a mis hijos!- Exclamó enfurruñada, pero eso no fue lo que me hizo saltar y desprenderme de su cuerpo, si no más bien tres palabras; "madre" "seré" "hijos".

Aline no aguantaba a los críos, es más, siempre había dejado claro que no quería ser madre, ¿Desde cuando había cambiado de idea?

La miré con los ojos abiertos como platos y la boca entre abierta.

-¿Qué?- Dijo borde mirándome ofendida.

-¿Madre y Seré en la misma frase en la boca de Aline?

-¡Jem! ¿Qué insinuas?

-No insinúo nada, sólo digo que pensé que odiabas la idea de ser madre...

-Bueno, las cosas cambian... - Masculló sin mirarme a los ojos.

-¿Y por qué han cambiado ahora?- Pregunté divertido.

-A alguien le dio por ser el chico perfecto...- Murmuró mirando más allá de mi hombro.

No me esperaba esa respuesta ¿Realmente lo era? Bueno, obviamente no, pero ser perfecto para ella es para mi más grande que ser el más perfecto del mundo.

-¿A qué se debe esa cara de idiota?- Habló finalmente sacándome de mi trance.

-A que estás enamorada...- Sonreí mientras enrollaba mis brazos en su cintura desenredando el nudo del delantal.

-¿Sólo yo? es decir, yo no he cantado bajo ninguna ventana...

-Ni yo saltado de ninguna...-Espeté divertido.

-Eso fue un desliz... Al contrario que tus besos...

-Que siempre devuelves...

-No siempre...

-Comprobémoslo...- Antes de que pronunciara palabra la atraje fuertemente a mis labios, empezando a besarla apasionadamente, notando como se estremecía en mis brazos, no tardó mucho en devolverme el beso y finalmente la separé con cuidado.

-Te lo dije, pero tranquila, no se lo contaré a nadie princesa orgullosa.- susurré en su oído suavemente.

-Yo también te quiero Jem...- suspiró liberándose de mi agarre.

-Llama de una vez, tengo hambre.- Ordenó mientras caminaba rápidamente dejándome solo en la cocina.

-Tres días Aline... -Dije en voz alta casi gritando.

-Quizá menos...