Capitulo 50

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“¡Un médico!” 

“Tranquilo, estarás bien, te lo prometo…”

“¿Travis? ¿Me escuchas? Estarás bien… confía en mí por favor” 

“Ha perdido mucha sangre, por favor mantenga la calma” 

“Travis… mírame, por favor… por favor tienes que ser fuerte”

La sala de espera estaba completamente vacía. Solo el llanto de ___________ se escuchaba en el pasillo. A estas alturas, no le importaba si alguien más la veía o escuchaba llorar de esa manera. Necesitaba desahogarse a base de gritos y lágrimas saladas. Sus mejillas las dejaban caer. Esto era mucho… demasiado para una persona… se tapó el rostro con ambas manos. ¿Qué iba a hacer? Todo estaba perdido. Todo… no había nada que le ayudara a solucionar lo que acababa de aceptar. Estaba en Tentation una vez más. Debía robar una vez más. Debía joder su vida una vez más. 

- ¡Mierda! – gritó golpeando su espalda contra el respaldo de la butaca. Su mente estaba nublada por la maldita depresión. 

Su móvil empezó a sonar de repente. Esperó a que este sonara tres veces para poder calmar su llanto y contestar con discreción. 

- ¿Dónde estás? – la voz de Justin sonaba desesperada, casi como si estuviera gritando. - ¿Dónde mierda estás? – preguntó una vez más. __________ podía escuchar el sonido de varios autos y el rugido de un motor, estaba conduciendo. 

___________ tragó saliva, al mismo tiempo, un nudo grande se le formó en la garganta. 

- ¿Qué ha pasado? – a Justin se le enfrió la sangre. Podía reconocer sus jadeos. - ¿estás llorando? 

- Travis está en el hospital. – respondió ella, con las palabras entrecortadas y llenas de sollozos. Volvió a gemir llena de ira. – maldición, perdóname por desaparecer de esa forma… 

Justin soltó un suspiro. La tensión había pasado. Lo único que deseaba era que __________ estuviera bien. Se reclinó en el asiento y bajó la velocidad del Mustang. 

- Ya pasó nena. – dijo tragándose todo el discurso que tenía preparado para cuando encontrara a ___________. De todas formas, una parte de él todavía estaba cabreada. - ¿tú estás bien? ¿en qué hospital estás? 

- En el central… - dijo aturdida, con suerte había recordado el nombre. - Y Justin… no… - susurró y se fregó la nariz. – no estoy bien, te necesito. – susurró afectada. Un ráfaga de todos los sucesos de hoy se le vinieron a la mente. Una imagen de tantas reflejaba a su mejor amigo en una camilla, desangrado y sin poder mirarle, sin poder hablarle. 

Volvió a sollozar fuerte… golpeando su espalda contra el respaldo. 

Él cerró los ojos, sintiendo en esa milésima de segundo el dolor que ____________ trasmitía en su voz. Su corazón se estrujó.

- Voy a ir para allá, mi vida. – le dijo, escuchándola llorar contra el teléfono. – no te despegues del móvil ¿si? Estoy ahí, imagina que estoy ahí. 

Presionó el acelerador y condujo a toda velocidad. Su corazón latía muy rápido mientras sus oídos acogían el llanto de _________ en el teléfono. Sabía que al llegar tendría muchas explicaciones al respecto, y era justo lo que necesitaba.

- No quiero separarme de ti otra vez… - dijo _________ entre sollozos fuertes. – no de nuevo por favor… - rogó desesperada. Justin frunció el ceño, no iba a pedirle razones de lo que decía todavía. 

- No pasará. No pasará nunca más, nena.
Giró en la esquina y se estacionó en el aparcamiento del hospital. Bajó del Mustang con rapidez y corrió hasta la sala de urgencias. Esquivando, saltando y buscando con la mirada. 

El largo pasillo de espera estaba casi vacío, solo el bulto de una persona sentada en la última banca del pasadizo sobresalía. 

- No llores. – la consoló todavía hablándole por el teléfono, mientras caminaba a pasos lentos en el pasillo, acercándosele cada vez más. Con cada paso podía notar más lo afectada que estaba. Tenías las piernas encogidas y las enredaba con un brazo. – oye… - la llamó y se quitó el móvil de la boca. – aquí estoy. 

_____________ levantó la mirada y no tardó en ponerse de pie y abrazarle. Abrazarle como si el mundo se terminara en los siguientes segundos. Aunque era casi lo mismo… 

Sus brazos delgados apretaron el cuello de Justin con fuerza, sollozando con la misma intensidad entre su cuello. Cerró los ojos y se dejó hacer por él, que la cargó entre sus brazos e hizo que enredara sus piernas entre su cintura. Verla de esa manera le estremeció. Nunca antes la había visto llorar tanto como en esa noche. ¿Tanto podía importarle Travis? Por Dios, tenía que entender que se trataba de su mejor amigo, no podía comportarse como un maldito egoísta justo ahora. Tomó asiento en la misma butaca en la que ella había estado sentada, pero con ________ sobre él. 

- Basta ___________, por favor… - le rogó en un acto de desesperación. Dios mío, no sabía qué hacer para que dejase de llorar. Le limpió las lágrimas con ambas manos y enredó su rostro con las mismas. - ___________, mierda… basta por favor, deja de llorar mi amor. – le pidió, acariciándole el rostro con los dedos. – Travis va a estar bien ¿sí? Es un tío fuerte, lo que le haya pasado no va a derrumbarle. 
Ella asintió… ¿Cómo decirle que había más que solo el asunto de Travis? Maldita sea… las palabras no le salían de la boca. 

- Te quiero. – susurró él. - __________... – le dijo, y apretándole el rostro con las manos, hizo que lo mirara. – escúchame, te quiero ¿lo entiendes?

- Sí… - farfulló ella. – te quiero Justin… - bajó la mirada y sus ojos volvieron a empaparse en lágrimas. – es que… esto no tenía que pasar… - trató de buscar las palabras. Pero por fin su mente nublada pudo dar resultado a su preocupación. - ¿Dónde está Sofia? - __________ abrió aún más los ojos, alerta, asustada. - ¿Dónde está Justin? - dijo casi en gritos. 

- Hey… shhh… tranquila… - los brazos de Justin se estiraron, abrazándola casi a la fuerza. – he tenido un mal presentimiento y pensé que sería una buena idea dejarla con Emily.

Sus ojos pequeños por el llanto miraron los de Justin, repletos de desesperación y susto. Tenerlo era suficiente consuelo. Tocarlo. Poder verlo. Poder escuchar la forma en la que la consolaba era eternamente suficiente. ¿Cómo podría despegarse de él una vez más? ¿Cómo iba a dejarle una vez más si se había vuelto su maldita vida? Si se había vuelto todo… si se había robado su corazón como de costumbre. El pensamiento de estar lejos de él le horrorizaba. No poder tenerlo había sido la peor experiencia de toda su vida, ¿repetirla? ¿dejarle? ¿otra vez? ¿por qué después de tantas cosas tenía que dejarle de nuevo? Mientras él acariciaba sus mejillas con los dedos, __________ observaba su rostro. Lo observaba a él. A todo él. A todo lo que había logrado convertirse con el paso de los años. Y pensar que se habían conocido hace tanto tiempo, y pensar que ambos eran tan diferentes. Mientras ella lo llenó de fe y un buen corazón, Justin la hizo más fuerte y sin miedo a nada. Y pensar que habían pasado por tantas cosas. Hoy, tenían una hija de dos años. Hoy, habían gritado y llorado tanto… hoy, habían hecho el amor tantas veces… ¿por qué dejar a lo único que le da sentido a tu vida? 

- Tengo algo que decirte. – ambos sostuvieron la mirada por primera vez en toda la noche. 

- Te escucho pero… no llores más ¿si? Me pone… me pone muy tenso verte así. – dijo tragando saliva. ¿Cómo una persona le podía producir tantas cosas al verla llorar? 

Suavemente le acarició la espalda con los dedos. De arriba hacia abajo. Haciéndola bajar la tensión. Varios minutos después, seguían callados, él acariciándola y besándole la frente mientras ella descansaba después de tanta adrenalina junta, aún sin decirle nada. El pasillo seguía desolado, solo con la presencia de ambos.

- ¿Qué tienes que decirme? – preguntó él suavemente en un tono nada insistente, sin dejar de acariciarle la espalda. ____________ se acurrucó entre su torso. Relajándose con el aroma de la ropa de Justin. Su olor, su delicioso olor… 

- Han venido por mí. – empezó a contarle, esta vez sin demostrar sentimiento alguno mientras hablaba. – Tentation ha venido por mí una vez más. – se mordió el labio. A pesar de que no asimilaba lo que decía, las lágrimas se instalaban en ella automáticamente al mencionar el nombre de la mafia. – secuestraron a Travis, lo han golpeado y lo llevaron a un lugar abandonado casi a las fueras de New York. - se quedó callada. La escena de Travis envuelto en sangre y prácticamente inconsciente volvió a su memoria. Cerró los ojos tratando de dejar ir ese recuerdo. – utilizaron su celular para ubicarme y llegué al lugar en donde estaba.

- ¿Por qué no me has dicho que te acompañara? – preguntó casi al mismo tiempo que ________ terminaba de hablar. El tono de su voz delataba su preocupación. 

- Lo siento yo… no sabía qué hacer… - contestó ___________ sobándose la nariz. – nunca sé qué hacer. – se mordió el labio y sintió como Justin acariciaba sus piernas. 

- ¿Te hicieron algo a ti? 

- No… - susurró ella. Se inclinó sobre las piernas de Justin, logrando separársele unos centímetros para poder mirarle. Justin frunció el ceño, expectante. Le acomodó un mechón de cabello tras la oreja, intentado descifrar al máximo su expresión. – pero he tenido que hacer algo para nosotros. – lo miró a los ojos. La tonalidad de ellos habían cambiado de color. Era sorprende como podía pasar de estar envuelta en lágrimas a ser esa mujer decidida que no había quién podría hacerle cambiar de opinión. – estoy en Tentation.

Automáticamente, Justin bajó ambas manos de la cintura de __________ y las dejó caer a ambos lados. Su cuerpo estaba bajo la nube de recuerdos. Hace dos años. Hace tiempo… esas eran las mismas palabras que había utilizado cuando le abandonó. Mierda. No otra vez… no por favor… 

- ¿Por qué? – logró preguntar con el rostro horrorizado. Sin darse cuenta, su garganta se había vuelto un nudo grueso que no le permitía hablar con su tono original. Estaba tenso. Cabreado. Dolido. Quería llorar y sabía que se debía al recuerdo que las palabras de _________ le ocasionaban. – vas… ¿vas a dejarme de nuevo, no es así?

- No. – negó ella fugazmente. Verle así le estremecía totalmente. – no voy a dejarte ni a ti ni a Sofia. – ahora era ella quién había posicionado ambas manos entre el rostro de Justin. - ¿crees que podría soportarlo? – enarcó una ceja al mismo tiempo que su mandíbula temblaba. – estoy enamorada de ti, muy enamorada de ti, tal vez más que hace dos años. 

- Basta… - él cerró los ojos. Cada jodido segundo estaba regresando a su cabeza como un remolino de imágenes que dolían fuerte. – solo… solo no me dejes… no nos dejes… - susurró ahora atrapando las manos de __________.

- Hay dos robos en Francia, he firmado… estoy dentro… si consigo la cantidad acordada, me dejarán en paz. 

- No vas a ir sola. – le dijo recuperando la fuerza en su voz. – no voy a dejarte ir sola otra vez. 

- ¿No confías en mí?

- No soportaría que algo te pasara _________. No quiero correr ningún maldito riesgo. 

Ambos se quedaron callados. El “bip” de las máquinas del hospital retumbaba en cada centímetro del enorme pasillo, continuo e irritante. 

- Si vamos a acabar con esto, tenemos que hacerlo los dos. 

- Pensé que no querías volver más… al igual que yo…

Tenía razón. Muchísima razón. Después de tanto tiempo volvería a sus inicios. Sus jodidos inicios. Los que la habían marcado de por vida… solo alguien en todo este mundo podría hacerlo volver al pasado y terminar con él de una vez por todas. 

- Por ti puedo hacer una excepción. 

En ese momento, una doctora vestida con una bata celeste hasta las rodillas, salió de una de las habitaciones. 

- ¿________ Peterson?

- Sí, ¿cómo está? – ____________ se puso de pie de inmediato, Justin hizo lo mismo.

- El paciente Maslow… uhm… él… – la doctora negó con la cabeza, mirando una tabla metálica llena de hojas que sostenía con las manos. – lamento decirle que el paciente Maslow ha entrado en un estado de coma.

Tentation 3 - Justin Bieber y Tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora